ElizabethAl darme cuenta que mi cuerpo no me dolía se me metió una idea en la cabeza. Suspiré y miré el suelo, para después con cuidado quitarme la cobija del hospital, me senté en la cama sin esfuerzo, ni siquiera sentí la misma punzada en la cadera, aquella que me había estado molestando desde hace días. Giré mis piernas para quedar en la orilla de la cama, negué ¿Qué tal sí me lastimaba bajando?, Si me daba miedo pero quería comprobar algo. Respiré profundo y bajé mis pies lento, al tocar el suelo no me dolió la pierna, me bajé totalmente y dí un paso.
- Mierda...- caminé hasta el baño, podía caminar normal, a pesar de que hace unos días Carlisle me dijo que iba a necesitar terapia para hacerlo. Sonreí al pararme frente al espejo, mi rostro ya no estaba inflamado - Estoy bien - quería levantar mis brazos, pero el yeso del brazo derecho me recordó que no podía, en realidad ya me estaba molestando ese pedazo de vendas - ¿Será qué? - iba a rascarme metiendo los dedos entre el yeso y mi brazo, pero en el momento que lo toqué se rompió. Ahogué un grito y tomé el pedazo que se había caído- Oliver...- caminé a la cama y tomé mi celular, debía llamar a mi hermano. Esperé y al segundo tono contestó.
- Hola ¿Todo bien Eli?
- No - me senté en la cama- quiero decir, estoy bien pero al mismo tiempo no lo estoy
- Elizabeth - se quedó callado- no te entiendo nada, se más clara
- Necesito que vengas ahora al hospital por favor, tengo que contarte algo que no me vas a creer a menos que lo veas
- Voy en camino - me colgó y yo solo me quedé sentada viendo al suelo, observé mi pierna vendada y me dió el impulso de quitarme la venda. Al descubrir mi pierna ví que estaba bien, no había moretones, no dolía y no estaba hinchada. La verdad no estaba entendiendo nada, mis heridas debían sanar en semanas, no tan solo en tres días. Unos leves golpecitos en la puerta de mi habitación me hicieron regresar a la realidad.
- Adelante - la puerta se abrió y Edward entró con una sonrisa, la cual se borró al verme. Traía unas flores en la mano y las dejó en la mesa que se encontraba al lado de la puerta, cerrando la misma. Se acercó a mí a pasos rápidos y me analizó de pies a cabeza.
- ¿Qué haces levantada Elizabeth? Te puedes lastimar - estaba realmente preocupado - Ven yo te ayudo a...- se agachó para tomarme de las piernas y acomodarme en la cama pero yo lo detuve agarrándolo del brazo, él se quedó helado
- Edward no me lo vas a creer - sonreí - ya estoy bien, no me duele nada y mis moretones se han ido por completo - él incorporó su cuerpo hasta quedar casi de mi altura, con sus manos tomó mi rostro y se enderezó totalmente, marcando la diferencia de tamaños
- ¿Dónde están los moretones? - movía mi cabeza de un lado a otro con cuidado, yo solo levanté los hombros con la sonrisa aún dibujado en mi rostro. Frunció el ceño y lo que un momento lucía como una mueca de confusión se transformó en una de ¿Tristeza? - Entonces...¿Te sientes bien?
- Si - exclamé con alegría - me siento igual que antes de tener el accidente, ni siquiera necesito ayuda para caminar y...- iba a mencionar lo del yeso pero me detuve
- ¿Y qué? - preguntó con interés
- No, olvídalo - sonreí y miré para abajo, fue entonces cuando noté la cercanía de nuestros cuerpos, parecía encajar perfecto.
Me tomé el atrevimiento de poner mi mano izquierda sobre la suya, él siguió con la mirada mis movimientos y abrió los ojos sorprendido, al fin notó la poca distancia que existía entre nosotros. Intentó alejarse pero suavemente subí mis dedos por su muñeca para recorrer su brazo, eso hizo que se detuviera. Su mano derecha viajó a mi cintura y me acercó más a él, como si eso fuera posible. Mi mano subió por su hombro hasta llegar a su rostro, pensó que me iba a detener, pero seguí hasta bajar por su cuello, haciendo que Edward suspire sobre mi rostro, me detuve en su pecho.
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Heartbeat
FanfictionSon tres los hijos del jefe de policía de Forks, los cuales han tenido una vida tranquila, hasta que al pueblo se muda la familia Cullen. Trayendo consigo un mundo nuevo y peligroso ante los mellizos Swan. Lo peor viene cuando su hermana menor, Isab...