Son tres los hijos del jefe de policía de Forks, los cuales han tenido una vida tranquila, hasta que al pueblo se muda la familia Cullen. Trayendo consigo un mundo nuevo y peligroso ante los mellizos Swan. Lo peor viene cuando su hermana menor, Isab...
Después del accidente no podía sentir nada, a penas y escuché el sonido de la sirena de la ambulancia y al abrir mis ojos después de un buen rato pude ver a un grupo de personas a mi alrededor, todo mi cuerpo dolía tanto y más cuando todos ellos me movían o me tocaban. Una de las personas que estaba en ese grupo me recordó tanto a Edward, su cabello, sus ojos dorados y su piel tan blanca que podría jurar ví como brillaba bajo la luz de las lámparas. Ví sus labios moverse mientras me sonreía, pero no pude escuchar nada de lo que me dijo, cerré los ojos y me concentre en el agudo dolor que sentía en el pecho ahora mismo, de repente todo volvió a ser oscuro.
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Mis pies tocaban la arena, se sentía cómodo, pero al ser un día soleado, podía sentir un pequeño ardor por pisar descalza. Me acerqué con calma a Renee y me senté a su lado, ella observaba a Oliver y a Bella hacer castillos.
- No estoy acostumbrada al sol - sonreí
- Me imagino - ella me volteó a ver con una sonrisa - las playas en Forks son grises casi todo el año - se giró y sacó una pequeña botella de protector solar de su bolso - toma, ponte esto - lo tomé y lo empecé a usar- Bella es tan blanca como ustedes dos, siempre cargo con varios de estos en mi bolsa
- Muchas gracias - me le quedé viendo, la manera en la que ella nos cuidaba se sentía bien, a pesar de no ser sus hijos, bueno tampoco es como si nos cuidara tanto, a veces era como una adolescente y mi hermana parecía ser la adulta, pero Renee si era atenta la mayor parte del tiempo y nos daba pequeños detalles al igual que a Bella
- Disfruta ahora que estás aquí, cierra los ojos y deja que todo el sol entre por tus poros - soltó una pequeña risita- vas a extrañar esa sensación cuando vuelvas a Forks
- La verdad sí - cerré mis ojos y giré mi rostro hacía el frente, levanté un poco la cara, dejando que el sol calentara mi cuerpo poco a poco, se sentía tan bien
- ¿Tu madre ya no ha ido a visitarlos? - voltee a ver a Renee quien se encontraba en la misma posición
- No - negué con la cabeza - tampoco nosotros hemos ido a la reserva a ver al abuelo
- ¿Por qué? - después de un buen rato me dirigió la mirada - él los debe de extrañar mucho Eli
- Si pero...- suspiré - la reserva nos recuerda tanto a ella, todo lo que hay ahí, las playas, las casas, la gente y cada cosa que existe en ese pequeño lugar...ver eso es como ver a mamá
- Mira quizás no puedas conectar con tu mamá, pero los dos deberían intentar conectar con su gente, sus tradiciones, su lugar...tal vez eso te haga sentir más cerca de ella aunque no la tengas - sonrió - ¿Sabes? Charlie me llegó a contar tantas veces muchas leyendas de la gente de la reserva, sería bueno que tú y tu hermano crezcan conociendolas, así cuando tengan hijos podrían pasarlas de generación en generación - puso su mano sobre mi hombro - ahí pueden estar las respuestas a muchas cosas Eli, cosas que están frente a tí y que no has notado
