𝗧𝗛𝗘 𝗔𝗥𝗖𝗛𝗘𝗥┊❝they see right through
Can you see right through me?❞.
⭒.✮▹⸻❛y todos mis héroes mueren solos, ayúdame a aferrarme a ti❜.
.⋆｡⋆🏹˚｡┊【𝖤𝗇 𝖽𝗈𝗇𝖽𝖾 𝖡𝗅𝖺𝗄𝖾 𝗒 𝖯𝖾𝖾𝗍𝖺, 𝗌𝗈𝗇 𝗅𝗈𝗌 𝖽𝗈𝗌 𝗍𝗋𝗂𝖻𝗎𝗍𝗈𝗌 𝖾𝗅𝖾𝗀𝗂𝖽𝗈𝗌...
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Coloco mis manos en los bolsillos de mi chaqueta, intentando resguardarlas del frío, mientras camino por las calles vacíos del Distrito; disfrutando de este momento de soledad. Aún no amanecía, era el horario perfecto para escaparme un rato de casa sin que mi hermano sospechara. No solía desobedecer las ordenes de Theo, pero hoy era el único día donde me permitía hacer lo que se me de la gana. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral, al recordar que en tan solo horas comenzaría la cosecha. Los vigilantes nos reunirian en la plaza del pueblo a los más jóvenes, en busca de los dos nuevos tributos que representarían al Distrito doce en los juegos. Odiaba y temía tanto este día con la misma intensidad; y no ayudaba el hecho de que hoy me había despertado con un enorme nudo en la carganta y un mal presentimiento.
No quería admitirlo en voz alta, pero sentía que el nombre de Theo saldría hoy.
Pare en seco y detuve mis pensamientos pesimistas, al esuchar el ruido de pasos, justo detrás mío, no tanto como para notar mi presencia pero si acercándose peligrosamente. Imaginando que podría tratarse de un agente de la paz, me desvíe de mi ruta planeada y corrí hacía las casas abandonadas de la Veta, en donde tenía la seguridad de que nadie me encontraría por ahí. No estaba de ánimos para recibir un castigo; los agentes de las paz en este distritos eran más flexibles que en otros, pero en el día de la cosecha (Donde gente pesada del Capitolio visitaba el Distrito Doce) se volvían muy estrictos.
Cuando llegue al lugar, me apoye contra la madera de una de las casas intentando calmar los latidos de mi corazón. No me había dado cuenta lo asustada que me encontraba hasta este momento. Una vez me tranquilicé, me aleje algunos pasos de la casa para observar mejor a mi alrededor. Mi boca se abrió con sorpresa al notar la cerca eléctrica que rodeaba el Distrito, puesto ahí para que nadie se escapase. Trague saliva sintiéndome nerviosa, Theo me mataría si se enterase que me encuentro aquí. Era demasiado arriesgado y peligroso esta zona, por eso me tenía prohibido alejarme aunque sea un paso del pueblo.
—¿Que es eso? —Cuestionó en voz alta mientras divisaba al otro lado de la cerca, una planta que parecía ser de fresas.
Estuve un buen rato, decidiendo si era buena idea pasar al otro lado e inspeccionar más de cerca. Se me hacia agua en la boca al pensar que eran fresas. Esa fruta era un lujo por estos lugares, el alcalde y su familia eran los únicos que podían pagar su valor. Y diablos, sabiendo que al regresar a casa tendría un pan viejo para desayunar, la idea de ir al bosque no sonaba tan mal.
Ya decidida, inspeccione el alambrado para poder ver por donde podría pasar sin hacer tanto escándalo. Forme una sonrisa al notar un círculo recortado en la cerca, estaba segura de que esto llevaba el nombre de mi hermano y sus amigos. Me agache y me arrastre por el agujero hasta salir al bosque. Miré a mi alrededor unos segundos, maravillada por lo verde del lugar, antes de volver a centrarme en lo importante; las fresas. Sacudí mi cabeza y camino con rapidez hasta la planta. Arranque una pequeña frutilla y la inspeccione con cuidado antes de morder un pedazo. Tal y cómo me lo había imaginado la fruta sabía deliciosa. Tomé otra y me la comí, antes de llenar los bolsillos de mi chaqueta con la fruta. Cuando ya no entraba ninguna fresa más, me acerqué al alambrado y volví a la Veta.
