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Ivy:

Despierto a mi horario habitual, al que estoy acostumbrada y ya tengo programado levantarme, apenas amanece afuera y el lado de la cama que ocupaba Maddox anoche, esta mañana esta vacio.

Si se quedo o no, no lo se, pero no quiero hondar mucho en ello.

Me quito las sabanas y salgo de la habitación con la toalla cubriéndome el cuerpo, de camino a los baños me encuentro a Val y también a un numero de soldados mujeres que se dirigen ahi también.

Val trata de no sonreír, pero lo acaba haciendo.—Supongo que si necesitaras las plantas de Althea.

—Val...

—¿Qué? Es horario fuera del trabajo. 

Suspiro e ingresamos al cuarto de baños, el cual es compartido para todas, tomo uno de los recipientes con agua y me dirijo a mi lugar, sentándome sobre los bloques de mármol, Val ocupa el lugar junto a mi y deshace la trenza que adorna su cabello, el cual termina con hondas.

Me desnudo y empiezo con el jabón, paseándolo por mi cuerpo antes de seguir con el cabello.

—¿Los quieres o no?—Insiste Val mientras enjuaga su cabello.

Ser precavida no es malo.

—Los quiero.




(***)



—¡Lider!—Durante la segunda guardia y despues del almuerzo, me cruzo con Kendra en el pasillo, lleva consigo una caja de regalo enorme.

Hace un saludo llevando la mano sobre la frente.

—Descansa, es horario de almuerzo.

Baja la mano y extiende la caja hacia mi.

—Esto es para usted.

Alzo las cejas sorprendida y visualizo la caja.

¿Para mi?



(***)



Un vestido...

Un llamativo y elegante vestido, con corsé ajustado, botones en el centro, mangas hasta el codo y una falda larga, todo entre tonos dorados y celestes.

¿Por qu-

Antes de acabar la pregunta yo misma me respondo.

—Maddox...




(***)



Coloco la caja con el vestido sobre la mesa de la biblioteca que ocupa el rey, su mirada se aparta de las hojas que lleva en las manos y se levanta a mirarme.

—Un vestido.

Se mantiene relajado, apoyándose contra la silla.—¿Qué tiene?—Encoje los hombros y junta las manos mientras los codos los apoya sobre los brazos de la silla.—Fue tu absurda idea la de asistir a la boda.

Mi idea ir como su soldado, llevar lo que siempre uso.

—Si es tan absurda tal vez no deberíamos ir.

—¿Y soportar que digas que no cumplo mis promesas? 

—¿Ahora te importa lo que piensen sobre ti?

—Si viene de la mujer con la que cojo, si.—Responde rapido.—Siempre me importa lo que pienses sobre mi, Ivy.

El maldito corazón se me agita con las palabras. 

Respiro profundo, ignorando la fuerte sensación.—¿Realmente me ves usando un vestido?

—Siempre he querido verte usando uno, no solo en mi cabeza.—Contesta sin quitar los ojos.

—¿Es como un fetiche para ti?

—Es más cumplir un deseo personal.

Trago saliva.

—La gente hablara ¿Dices que eso es lo que quieres?

Se levanta de la silla y camina hacia mi.—Lo que no quiero es que vayas a mi lado como un soldado.

Se detiene unos centímetros cerca y su aliento roza mi cara, me niego a cerrar los ojos.

—Esta fue tu idea, Ivy, ahora sigue mis reglas.—Exige con sus labios apenas tocando los míos. 

Planta un beso delicado, uno que apenas devuelvo y aunque no es exigente como los de cada noche, no deja de ser increíble.

Me separo jadeando y lo miro a los ojos.—No quieres que vaya como un soldado.

—Eso dije.

Levanto el mentón y paso saliva.—¿Y cómo que quieres que vaya?

—Como mi acompañante, solo eso, Ivy.




Nos leemos.

>>Yiemir.

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⏰ Última actualización: Nov 24, 2023 ⏰

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Por la Corona (#8 Amores en la realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora