Jujutsu Kaisen -o͟n͟e͟ s͟h͟o͟t͟s͟ (+18)

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Hace aproximadamente una semana estabas viendo una película de terror con geto en tu computadora portátil y con las bebidas colocadas en la mesa de al lado; tontamente.

Entonces, por supuesto, cuando ocurrió el sobresalto más aterrador que jamás hayas visto en tu vida, tus piernas se hundieron en el vaso de líquido, derramándolo por toda tu computadora portátil y arruinándola por completo.

“Dios- ¡Joder! ¡Noooo! ¡no no no!" te disparaste para agarrar una manta, almohada, cualquier cosa, para absorber el líquido, “QUITA TU CAMISA AHORA”, le gritaste presa del pánico a tu compañero de cuarto de cabello oscuro, quien; Notaste que durante toda esta excursión apenas había movido un músculo para ayudar, además de los músculos que solía reírse de ti.

"Cariño, odio ser yo quien te diga esto, pero esa mierda no se puede salvar", se rió, colocando su mano sobre su pecho mientras lo hacía.

"Fuuuuuuuuuuuck, uso mi computadora portátil todos los días, y día a día no puedo permitirme comprar una nueva en este momento". pusiste tu cabeza entre tus manos en señal de derrota.

“Te compraré uno nuevo”, dijo Geto, al final de su ataque de risas a tu costa.

"Sí, claro, tú también estás arruinado, por eso vivimos juntos". dijiste, amortiguado entre tus piernas mientras tu cuerpo ahora se había derrumbado completamente sobre sí mismo.

"Sí, tienes razón, pero eso hiere un poco mis sentimientos", dijo, mostrando una sonrisa a través de su falso puchero, "pensé que te gustaba vivir conmigo".

Ustedes dos discutieron de un lado a otro durante un rato. Terminaste poniendo la computadora portátil en una bolsa de arroz; fue en vano, quedó completamente arruinado.

Geto había sido lo suficientemente amable como para dejarte usar su computadora portátil mientras tanto; Sin embargo, solo cuando estaba contigo, lo cual te pareció un poco extraño, pero al menos tenías acceso a ello hasta cierto punto.

Aunque ahora tenías la casa para ti solo. Satoru lo había recogido hacía media hora, diciendo algo sobre querer probar alguna nueva cafetería con dulces famosos; eso significaba que tenías libertad para usar su computadora portátil.

Sabías cómo borrar el historial de búsqueda, así que estarías bien. De todos modos, sólo querías ver una película, nada criminal.

Entraste sigilosamente en su habitación, desconectaste el aparato electrónico plateado y lo deslizaste bajo tu brazo mientras lo llevabas de regreso a tu habitación. Colocando la computadora portátil en tu cama y acomodándote contra tus almohadas, la abriste. Accidentalmente lo habías visto escribir su contraseña antes, así que entrar no fue un problema.

Lo que fue un problema es lo que había en la pantalla cuando la computadora portátil cobró vida. Una carpeta entera de fotos de bragas con falda levantada; y no las bragas de cualquiera; eran tuyos.

Al desplazarse por la carpeta bastante llena, notó algunas que datan de hace meses. Viste una foto tuya acostada en tu cama, con la cabeza entre las manos mientras pateabas los pies detrás de ti; La falda corta que llevabas le dio a Geto la vista perfecta de tu trasero sin obstáculos, con un ligero color rosado entre tus mejillas.

Otra también, tú haciendo cosas más mundanas como sentarte de rodillas en el taburete que tenías en la casa, asomando tu trasero, dándole una vez más a ese pervertido de cabello oscuro la toma perfecta de tu montículo vestido.

Casi te impresionó la cantidad que había y cómo podía hacer diferentes ángulos sin tu conocimiento.

Tratando de entender la idea de que sí, tu dulce compañero de cuarto, que nunca ha intentado acercarse a ti ni una sola vez, tenía una carpeta secreta llena de fotos lascivas tuyas.