Capitulo 2: ¡¿Soy una princesa?!

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"Qué sueño tan raro... Creo que morí... Y luego una chica ángel me dijo que iba a renacer en un mundo de fantasía... que bueno sería que algo así pudiera existir..."

Dijo Hester cuando por fin despertó, sin querer abrir los ojos aún, ya que tenía bastante sueño todavía. Decidió al fin abrir los ojos poco a poco, y se dio cuenta que estaba en un lugar que no conocía...

"¿Donde estoy?"

Empezó a mirar a su alrededor y a examinar el lugar rigurosamente. Era una habitación tan grande que podría caber fácilmente toda la planta baja de su casa. Los rayos de la mañana entraban, pintando la estancia con todos los colores que reflejaba el vitral. La luz se filtraba a través de unas enormes cortinas rojas de seda y se posaba suavemente sobre su rostro. El aroma de lirios y jazmines, provenientes del jardín exterior, llenaba el aire con una fragancia casi embriagadora.

Había también un armario tallado en madera repleto de tanta ropa que parecía imposible usarla toda en una vida, la cama estaba cubierta por un dosel rosado bordado con hilos de oro, tenía sábanas de seda y mantas de terciopelo... Hester se frotó un poco los ojos sin poder creer lo que veía...

"¿No fue un sueño...?"

Dijo, preguntándose aún en donde se encontraba. No pudo evitar soltar un ligero grito de emoción, dejando de lado todas sus dudas. Su más grande sueño se estaba haciendo realidad y no podía perder tiempo pensando todo tan detenidamente. Se apresuró a levantarse de la cama dispuesta a empezar un nuevo día cuando escuchó unos pasos a la distancia que se acercaban, y luego de unos segundos alguien tocó la puerta.

一P-princesa... ¿Está bien?

Era la voz de una mujer mayor, probablemente había escuchado el grito y se había preocupado.

"Espera- me... ¿Me dijo, princesa?"

No fue hasta ese momento que se dio cuenta, ¿¿En verdad era una princesa?? No podía creerlo...

一¡Ah! No te preocupes, estoy bien y eh... puedes pasar.

Dijo, dejando salir una sonrisa un poco nerviosa. En ese momento la mujer entró a la habitación, tal como lo había predicho, era una mujer mayor, probablemente de unos 60 años aproximadamente, sus cabellos ya se habían vuelto grises por la edad y tenía ojos marrón oscuro. La mujer mayor se dirigió a ella y le habló.

一 ¡Buenos días, Princesa! Soy Olivia, su nueva mucama, solo... Venía para avisarle que vino el príncipe Harold y dijo que la verá en los jardines.

"¡¿Acaso dijo, príncipe?!"

Cada vez que pensaba que la situación no podía mejorar lo hacía, realmente estaba viviendo su sueño... Hasta ese momento una idea llegó a su mente y se levantó rápidamente, se asomó al espejo y... Tristemente seguía viéndose como siempre, a diferencia que esta versión de ella no usaba lentes y tenía el cabello largo... ¿Quizás la Hester de este mundo cuidó más su vista? ...

Eso no importaba ahora, lo que importaba era que un príncipe quería verla y ella lucía... Bueno- como ella... nunca se había considerado a sí misma como alguien 'linda'... ¿Qué impresión le daría al príncipe con ese aspecto? Con esto en mente, Hester murmuró unas palabras para sí misma.

一Pero... No estoy presentable... ¿Qué va a pensar si me ve así?

Olivia, al escuchar lo que dijo la princesa, inmediatamente se apresuró a decir algo para animarla.

一No diga eso, princesa, solo necesita arreglarse y se verá radiante, déjeme ayudarla con eso.

Olivia la ayudó a arreglarse y en poco tiempo terminó, Hester no quería abrir los ojos para ver su aspecto... En cierta parte porque creía que sin importar lo que Olivia hubiera hecho su aspecto no mejoraría demasiado, ella misma ya había intentado arreglarse muchas veces antes, pero nunca tuvo suerte. No pensó que eso pudiera cambiar, así que se resignó y aceptó su destino...

Mi vida como princesa en un cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora