Mi vida como princesa en un cuento de hadas

Capitulo 3: Magia

一L-lo siento muchísimo, no me fijé que estabas ahí, ¿estás bien?

一No te preocupes, a cualquiera le pasa...

Sin embargo, nadie sabía que alguien estaba observando todo desde la lejanía y analizaba todo lo que sucedía... Era un hombre bastante alto con cabellos blancos y ojos marrones, lucía importante y parecía estar consternado.

一¡Alto ahí! ¡¿Quién mierda es ella?!

...

一¡Expliquen esto!

En ese momento la persona de antes reprodujo un vídeo de muy alta calidad en una especie de proyección 3D y detuvo la grabación en el momento exacto de la anomalía, el momento en el que salió Dara.

一¡Esta chica no está en nuestros registros! ¿Qué hicieron? La única razón de que eso haya pasado es que no existiera, pero ahí está, así que explíquenme que pasó.

La misma chica ángel de cabellos blancos y ojos dorados se puso de pie y se dirigió hacia el mayor.

一Jefe... Nosotros no hicimos nada, solo mandamos a la chica humana al mundo 17369 como se nos asignó. No tenemos nada que ver con esa chica.

En ese momento habló también un tercero que estaba en el lugar, un chico con el cabello igualmente blanco y ojos rojos.

一Si ¡Ni siquiera la habíamos visto antes!

一¡Mafuyu! ¡Bella! No quiero más excusas, esta chica está poniendo en peligro todo por lo que hemos trabajado. El guardián del destino me dijo que a partir de ahora ustedes van a ser los encargados de investigar la anomalía, averiguar todo lo que puedan y enviar un reporte a los altos mandos. Cuando tengamos la suficiente información, el guardián decidirá qué hacer con ella, por lo mientras apresúrense a investigar, esa chica está alterando lo que dice el libro del destino, eso no puede terminar bien. Si algo malo llega a pasar, toda la culpa será suya, en todos estos años nada así ha pasado, no creo que ustedes quieran ser los primeros en causar una catástrofe, y sean muy cuidadosos, si ella los vé podría seguirlos y llegar hasta aquí, no podemos dejar que se infiltre una anomalía.

Mafuyu y Bella, oyendo lo que decía su jefe, respondieron casi al unisono.

一¡Como usted diga!

El hombre de antes les mandó una mirada severa a los otros y sin más se fue, dejándolos solos. Más tardó este en irse que Bella se apresuró a quejarse de la situación.

一Ahhh, ¡¿Por qué?! Esto no es justo, no tengo la culpa de que esa chica haya aparecido y ahora voy a tener que ir contigo a investigarla.

一El mundo mortal no es tan malo como crees...

一Lo dice el que se escapa al mundo humano y me deja todo el trabajo a mí

一Pero no me delataste delante del jefe, pudiste hacerlo, pero no lo hiciste, ¿será porque ya me tomaste cariño?

一¡Ugh cállate! Si le decía eso al jefe, pensaría que la anomalía es mi culpa. Prefiero que esa culpa se reparta entre los 2, aunque la satisfacción de que te regañara a ti nadie me la quitaba.

Dijo finalmente Bella, terminando de quejarse de la situación y resignándose a que, lo quisiera o no, tendría que ir al mundo mortal incluso si aquello no había sido su culpa.

Mientras esto pasaba, en el mundo del que tanto se lamentaba Bella de tener que ir, Hester estaba en el castillo aprendiendo de que se trata ser una princesa en realidad.