El amanecer llegó a Veridian, un día nuevo en la nueva vida de Hester, los pájaros cantaban en los árboles y la suave brisa de la mañana se colaba por las ventanas abiertas ventilando toda la habitación y dándole un aire de frescura, mientras tanto Hester permanecía profundamente dormida en su cama, sin embargo esta se despertó abruptamente cuando Olivia entró a su habitación apresuradamente
—¡Princesa!, ¡Princesa Hester!, levantese, el príncipe está afuera del castillo, la está esperando
Ella se incorporó en su cama lentamente, tallandose los ojos y abriendolos lentamente, todavía adormilada mientras su mente aún procesaba las palabras de su mucama, pero no le tomó mucho tiempo comprender y en cuanto lo hizo se levantó de golpe y se puso de pie, cayendo de la cama
—¡¿El príncipe?!, ¡¿Esta aquí?!, ¡Necesito arreglarme! ... Auch
—No se preocupe princesa, yo le ayudo con eso
Dicho esto Olivia le extendió la mano con una sonrisa un poco risueña y le ayudo a levantarse. Se puso manos a la obra rápidamente para arreglar a Hester, quien, tras un par de minutos, ya estaba lista. Salió apresurada de la habitación, no sin antes despedirse y agradecerle a Olivia por su ayuda con una sonrisa.
Corrió hasta llegar al jardín, y al ver al príncipe, aligeró el paso, deteniéndose frente a él. Su corazón latía con fuerza en su pecho a causa de la carrera que acababa de hacer para llegar lo más rápido posible, Harold la miró y sonrió.
—Buenos días, princesa Hester, espero no haberla despertado
—¡No! No, para nada, yo... Yo ya estaba despierta, claro
—Tiene toda la razón, es obvio que usted es una dama refinada, despertarse a esta hora no sería algo apropiado para una princesa, la realeza debe estar lista en todo momento, disculpe mi atrevimiento en dudarlo
—No... No te preocupes
—Bueno, iré al grano, quería invitarla a dar un paseo por Aurelia, pensé que sería una buena oportunidad para mostrarle algunos de mis lugares favoritos. Prometo que me aseguraré de que todo sea perfecto, tal como me gusta.
—No creo que todo tenga que ser tan perfecto
Dijo, con una sonrisa avergonzada, sintiéndose algo abrumada por su gentileza
—Claro que tiene, quiero mostrarle las grandezas de Aurelia, creo que una reina perfecta merece un reino perfecto, ¿no?
—Claro... Perfecta...
Ella dejó salir un suspiro inconsciente, cosa que Harold no pasó desapercibida y preguntó con preocupación
—¿Todo bien, princesa?
—Ah, si, si, no te preocupes
Subieron al carruaje que ya estaba esperando por ellos y emprendieron el viaje, durante el camino Hester iba perdida en sus pensamientos, imaginando y preguntandose como sería Aurelia, técnicamente ya había estado allí antes, pero no tenía ningún recuerdo de la vida que tuvo en ese lugar antes de reencarnar, lo cual de hecho era extraño...
"¿Porque soy la única que parece tener una vida pasada? ¿Acaso nadie más lo recuerda?"
No siguió tratando de buscar una explicación, no era una pregunta que pudiera responder por si misma, así que decidió relajarse y disfrutar el viaje. Al fin y al cabo, le esperaba un largo camino, aunque no tanto en comparación con la distancia a otros reinos, ya que Aurelia era un reino vecino y el más cercano de todos.
Iba asomada por la ventanilla observando el paisaje, era la primera vez que salía de Veridian. El único lugar que conocía en este vasto mundo lleno de maravillas y cosas desconocidas para ella, el castillo y el pueblo tan pintorescos, se alejaban en la distancia, las casas se hacían más pequeñas cada vez y poco a poco se iban perdiendo en el horizonte hasta desaparecer.
ESTÁS LEYENDO
Mi vida como princesa en un cuento de hadas
FantasyUna chica común y corriente que se la pasa en las nubes, soñando con sus historias de mundos fantásticos con magia, príncipes y princesas que se enamoran, se casan y viven felices para siempre, un día simplemente... muere. Renace en una princesa en...