𝐆𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐒𝐧𝐨𝐰 | Coriolanus Snow

❝𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐎𝐧𝐞❞

La habitación se llenaba nuevamente en esté punto reconoció el aroma con facilidad suaves notas de vainilla, vibraciones de jazmín sambac, y una apetitosa aleación frutal de mandarina y melocotón, no era un olor comercial, la primera vez que se deleitó con este fue cuando fue a casa de los Plinth tras la muerte de Sejanus, ahí estaba ella con ese hipnótico toque, los Golden tenían sus propios perfumistas.

 La presencia de Mansi continuaba siendo fría e impoluta al menos para Coryo que la miraba lejano; Hablaba con Ma, comían juntas, hablaban eran muy unidas. Estaban ambas desesperadas por conectar con cualquier cosa que las uniera a Sejanus era evidente esta vez las acompañaban el resto de las mujeres del lugar. 

El estaba con Strabo ambos leyendo y alejados de la situación pero las risas, comentarios de Tigris, Ma y Abuelatriz eran audibles siendo las frases de la mayor de todas alabando el porte de Mansi. Ahora que se había vuelto un indiscreto en la conversación ajena se concentraba en la plática. 

— ¿Qué planeas ahora que dejaste la academia? - cuestionaba la abuelatriz con mucha curiosidad - ¿Estudiaras o Tendremos una boda?

— No lo creo - exclamó con suavidad pero de manera firme Mansi - Planea usted presentarme a algún candidato - bromeó la rubia con ese tono cómplice que solo compartía con Ma y tigris - Estudiar la Universidad es el plan, estoy decidiendo si me inclinare por Ciencias o tal vez algo artístico.

— Claro que tengo a alguien - Se apresuró a interrumpir la mayor - 

— ¡El postre esta exquisito, Ma! - salvo Tigris - Ma, tienes que explicarnos el modo para lograr esto. - evadio magistralmente la conversación a leguas incomoda - Llamare a los chicos, deben comer un poco

— Excelente idea - aprobó Ma - Cariño podrías ir por ellos, al estudio, por favor

En segundos Coryo reaccionó y rápidamente centró su mirada en el libro del que perdió pista hace varios minutos atrás pero no era capaz de dejar de ver el marco de la puerta de Caoba, Strabo, estaba inmerso podría afirmar no había escuchado la conversación de las damas. el debería imitarlo, rondaba la idea de a quien había mandado ma, ¿ya era así de cercana a Mansi?, definitivamente ella conocía el estudio había estado en este lugar con Ma seguramente Sejanus la había traído aquí mientras el rizado forzaba mantener sus pensamientos en las letras divagaba.

Sabía que los Snow habían perdido fuerza, abuelatriz no iba a eventos exclusivos donde fortalecer contactos fuera el objetivo mucho menos los Plinth sin embargo los “Golden Lion”, ellos eran los principales invitados junto al Presidente; Thomas Golden, Ministro de educación era el servidor de más confianza para él antes mencionado su Madre, Asteria Lion, era tan prestigiosa que solo tenía una “pasante o protegida” esa era la Nieta del hombre con mayor importancia de Panem. La cercanía a él apellido. Golden regresaría a los Snow a los reflectores sociales que aunque no amaba reconocía la importancia de estos al momento de triunfar.

— Coriolanus - Fue brusca,bajo el libro que él hace rato había dejado de leer hasta que se impactó en la mesa, sus ojos estaban clavados en los del heredero mientras ambos tomaban como reto personal no bajar la mirada - Te llama Ma y Tigris - expresó cruzando palabras con él por primera vez desde el “incidente” de Sejanus - Pay para cenar.

Existía la tensión. Ambos se conocían desde pequeños sus padres solían ser conocidos y Coryo había ido a sus cumpleaños en la escuela ellos siempre iban en los mismos salones durante la academia no fue la excepción sin hablar de las veces que aparecía junto a Sejanus. El no la recordabaahora tal vez nunca le dio atención pero para una joven analista como Mansi era evidente el cambio en el rubio, ese sería un motivo para el ambiente que se respiraba entre los libros y papeles del lugar o tal vez era que el mismísimo Coriolanus Snow estaba sentado en una de las sillas del escritorio de Stabo mientras la Menor de los Golden del otro lado se encontraba imponente reteniendo la lectura nocturna con sus ojos índigo. Ella dominaba la situación o esa eras la apariencia, en consecuencia ,Coriolanus terminó eso levantándose de la mesa sin dejar el reto de miradas que ambos pretendían ganar.