lll

12 4 0
                                    

Muy raro, demasiado raro.

Sunoo no se ha cruzado con Sunghoon.

Pasaron tres días y no se habían cruzado.

Suponía que el mayor salía temprano, y llegaba tarde.

Bueno, una vez lo vio salir del gym, pero Sunoo corrió a su habitación.

Se sentía avergonzado.

No debió haberlo mirando de esa forma.

No tenía porque mirarlo.

No sabía porque carajos se había quedado tan clavado en verlo.

¿Que le estaba pasando?

-Hijo, baja a desayunar.- su madre entro a su estudio, en dónde estaba el leyendo un libro. -¿Otra vez no dormiste?- Sunoo nego.

-No puedo madre, me dió insomnio.- se sincero.

-En la noche te daré un té para que puedas dormir, baja a desayunar y luego te duchas, saldrás con Sunghoon.- dijo eso y cerro la puerta.

-¿¡Que!?- cerro su libro no sin antes ponerle un separador y bajo corriendo detras de su madre. -¿Por qué?- entro al comedor, ahí estaba Sunghoon y su padre.

Ambos lo miraron.

-No se preocupe Sra kim, puedo llegar solo.- la madre de Sunoo nego, sentando su hijo casi a la fuerza.

-El te acompañará, el sabe cómo llegar, no le cuesta nada acompañarte, ¿Verdad Sunoo?- el mencionado a regañadientes asintio, evitando la mirada del mayor.

Los cuatro desayunaron, unos en silencio y los otros hablando.

-¿Cuando irás al Museo de Louvre?- pregunto el padre de Sunoo.

-Tal vez la próxima semana, cuando consiga rentar un auto.- dijo Sunghoon, limpiándose la boca con la servilleta de tela.

-Te puedo prestar el auto, o la motocicleta.- Sunoo estaba asombrado, el como su padre se estaba encariñando con el inquilino.

-Oh, muchas gracias señor, pero le vaya a hacer daño a sus cosas, lo que menos quiero es deberle.- sonrió nervioso.

-Piensalo, rentar uno te saldrá más caro que lo que te cobramos de renta, más caro y solo por ese día. Mejor toma el mío, te podría acompañar Sunoo si tu gustas.- Sunoo se atragantó con la comida.

Causándole diversión al castaño.

-Lo pensaré entonces.- dijo levantándose del comedor.

Ahí fue cuando el menor se dió cuenta que llevaba shorts deportivos y una playera pegada al cuerpo.

Igual deportiva.

'¿Tiene que ser tan atractivo?' pensó Sunoo.

-Subire a ducharme, espero y me puedas acompañar.. Sunoo.- el nombrado asintio.

Evitando el hecho de que con tan solo al ser nombrado por el mayor le causaba escalofríos.

El hombre tenía una voz muy varonil, a comparación de la suya.

Hasta era más grave que la de su padre.

Después de haber desayunado, subió a ducharse igual.

Tomo unos pantalones tipo cargo color azul mezclilla, una camisa blanca un poco fajada, tenis blancos con franjas grises y unas gafas de sol oscuras.

Se colocó un reloj y un collar, no llamativos.

Raramente, casi se vacío el perfume entero, quería oler bien.

"Le locataire"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora