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Hyunjin, perdió a su esposo cuando este dio a luz a su tercer hijo.
Jeongin, llegara a la vida de Hyunjin, y lo ayudara en el cuidado de sus hijos.
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-Omegaverse
-Hyunin
-Historia corta
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—Puedes quedarte toda la noche, no quiero estar sola.
El castaño asintió, agarrando su mano para dejarle un beso en ella.
—Sabes que te amo mucho, no?— le preguntó el mayor viéndola fijamente a los ojos.
—Sí, yo sé que tu me amas como yo a ti.
—Conseguí otro empleo y tengo planeado que en cuanto nuestro hijo nazca, nos iremos del país.
—¿Qué?— la pelirroja no lograba procesar todo, qué pasaría con Hyunjin si ella se iba? —No, no puede ser eso, yo tengo toda una vida aquí y no pienso dejarla— lo miro a los ojos amenazando con lagrimas que estaban empezando a caer— si tú quieres irte adelante, pero yo y mi bebe nos quedamos.
—Jia, no me puedes hacer esto, tu eres mía y nunca te podrás separar de mi, nosotros tres nos iremos de el país y nunca regresaras, ni tu ni yo.
La pelirroja no le quedo de otra más que asentir ante las palabras de su pareja. ¿Qué pasara con Hyunjin? El piensa que ella se quedara con el, pero Jia ama a Johnny, el es su alma gemela.
—Necesito pensarlo, por favor déjame sola unos minutos— desvió la mirada esperando a que su pareja se fuera.
—Bien.
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Tiene diversas opciones, puede quedarse con Hyunjin y su hijo. Se va con Johnny y su hijo. Se va con Johnny y deja a su bebe fingiendo que lo perdió o se queda pero su bebe se va.
Era una decisión muy difícil, no quería dejar a Johnny ni a su bebe, pero tampoco quería dejar los lujos que Hyunjin le otorgaba. Qué decisión más difícil. Lo tendría que pensar muy bien si quería tener una vida llena de lujos.
—Jia, puedo pasar?— dio unos golpes a la puerta entreabriéndola un poco.
—Sí, ya tomé la decisión— es la peor que ha tomado y tomara en toda su vida —nos iremos, los tres, ya tengo cinco meses de embarazo y solo nos queda esperar cuatro más, en cuanto nazca no esperaremos nada, nos iremos.
—Era la única que tenías— le dio un beso en la frente — y no te arrepentirás, lo juro.
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Al llegar a la casa Hwang, el propietario de esta se dirigió a la cocina mientras el rubio iba en busca de los menores.
—Sana, dame las botellas— pidió refiriéndose a cualquier botella que contenga alcohol.
—Sí señor, quiere alguna en especifico?— pregunto mostrándole algunas botellas caras que tenían en un estante a parte.
—La más fuerte, por favor— la castaña asintió y fue a buscar lo que le pidió el azabache —Yeonjun, ven.
