𝐈'𝐥𝐥 𝐡𝐞𝐥𝐩 𝐲𝐨𝐮.|| ʰʸᵘⁿⁱⁿ

𝐄𝐩𝐢𝐥𝐨𝐠𝐨

#16. 𝐄𝐩𝐢𝐥𝐨𝐠𝐨

"—Y realmente creo que la forma en la que me trataste sabiendo que estuve todo el día contigo no fue la correcta Hyunjin, después de encontrar a Minji te tendrás... no, nos tendremos que olvidar del otro.— dijo con seriedad.

—¿Qué? Innie, sabes muy bien que me altere por mi hija y no tenía otra forma de reaccionar y...— se excusó.

—No me des más excusas Hyunjin, lo nuestro termina aquí, en este instante, en cuando encontremos a Minji les daré una excusa y me iré."

 No iba a mentir, lo extrañaba mucho, le que estuvieron juntos como una pareja formalizada fue poco que en el tiempo de estancia de Jeongin en la casa de Hyunjin lo hizo comprender que era a él, al rubio a quien necesitaba. Tres años, y aún no lo superaba, juraba que si en algún momento se lo llegará a encontrar no dudaría en pedirle perdón de mil formas distintas, esperando que si lo perdone.

—¡Papi ya vamos tarde a mi examen de mi denominación como alpha, beta u omega!— exclamó una niña de ya trece años, esperaba ansiosa a su padre, estaba muy segura de que sería omega, su madre era omega y ella junto a sus hermanos tenían más posibilidades de serlo.

—Ya voy Minji, tengo que terminar de mandar unos documentos, dile al chófer que prepare el auto.— le respondió desde su oficina.

—¡Bien, pero no te tardes!— agarró las llaves de la casa y se salió, no sin antes despedirse de sus hermanos, Minho y . —no vemos al rato.— chillo emocionada. Al darle el aviso al chófer este encendió el auto y en lo que su padre terminaba de enviar lo que sea que enviaba se dio un paseo por el barrio.

No había nada interesante en el, solo casas solitarias con adornos muy, pero muy aburridos, se iba a regresar al auto hasta que vio a una peli pelimorada que se podría determinar que era de su misma edad, la chica notó que alguien la observaba así que volteó a verla.

Minji, odiaba el contacto visual, la ponía nerviosa y más si era alguien demasiado atractivo para su gusto. Se iba acercar a la chica pero a lo lejos escuchó a su padre llamándola.

—En el mejor momento se le ocurre llamarme.— maldijo en voz baja; vio por última vez a la chica, ¿qué le sucedía? Y se fue. —¡ya voy!— gritó pero su voz no era tan fuerte como para que su padre la escuchara, fue caminando en dirección a su casa.

Al llegar su padre ya estaba dentro del vehículo. —No piensas entrar?— preguntó.

 —Tienes la puerta cerrada, ¿la abro mágicamente?— le respondió de forma sarcástica, el mayor solo se rio y le abrió la puerta. —Así esta mejor.

El rubio que ya no era tan rubio de lindos ojos achinados que al sonreír se le formaba un hoyuelo en cada mejilla, al fin había conseguido el trabajo que tanto anhelaba o bueno ni tanto, consiguió un trabajo como modelo, ya sea de revistas, promociones o modelar frente a varias personas, no era algo complicado pues desde pequeño estuvo un tiempo estudiando todo lo que tenía que ver con el modelaje.