Gemelos.

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Ben llegó a casa y llamó a Rey:

-Cariño, dónde estás?

-Ya voy- le gritó.

En eso llegó Rey, lo besó y le preguntó:

-Qué tal tu día? Quieres cenar; porque yo voy a hacerlo, me muero de hambre.

Ben la miró incrédulo y le reclamó:

-No habías comido nada, Rey; amor sabes que no puedes pasarte comidas.

Ella lo abrazó diciéndole:

-Tranquilo, si comí algo pero quería esperarte para cenar, no te preocupes.

-Claro que me preocupó, además estás embarazada, eso no es para jugar.

-Lo se, tranquilízate; mejor vamos a cenar.

-Me parece bien.

Cenaron y después Ben tenía su cabeza en el vientre de Rey mientras le hablaba al bebé, Rey sonrió; Ben se iba a poner feliz y nervioso cuándo supiera que tendrían dos hijos.

Ella le acarició la cabeza y le dijo:

-Ben, quiero decirte algo.

Él se levantó y le preguntó preocupado:

-Qué sucede, está todo bien?

Ella sonrió y le dijo con lágrimas en los ojos:

-Si, todo está muy bien.

-Entonces, porqué lloras cariño!

-Oh, Ben, estoy tan feliz; vamos a tener dos hijos.

-Dos— hi-jos- este tartamudeó al decirlo.

-Si, tendremos gemelos.

Ben abrazó a Rey mientras le decía:

-Vamos a tener dos hijos, que nervios.

Ella se rió y le dijo:

-Si Ben, pero estaremos bien y seremos muy felices.

Ben asintió y la besó para después abrazarla, sabía qué sería así pero eso no le quitaba los nervios por la noticia.

Estaba seguro de que estarían bien.

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