Capitulo 1

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~Odio todo esto de las mudanzas.- Digo en mi mente mientras mis padres mantienen una conversación adelante.

-Hijo, ¿Te encuentras bien? Te veo algo molesto

-No, claro que no lo estoy, al contrario, me siento súper feliz, ¡Yupi!- Digo con sarcasmo

-Ya se que no te gusta esto pero ya conocerás nuevos amigos en tu nuevo colegio, todo ira mejor, ya lo verás

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Cuando llegamos a la nueva casa lo primero que hice fue subir corriendo las escaleras y encerrarme en mi cuarto, escuche música a todo volumen con mis auriculares para que no me molestaran mis padres.

-Ya conoceras nuevos amigos...- Digo con voz burlona- Aja, si, como no

Me asomó por la ventana y veo a un apuesto chico jugando basketball, no tenía camiseta se veía bastante apuesto:

-¡No! Al menos por ahora no, no quiero que vuelva a suceder de nuevo, "Comienzo nuevo, actitud nueva", hazle caso a los consejos de tu madre.- Me dije a mi mismo mientras cerraba la cortina y me quito los auriculares.

-¡OLIVER!.- Grita mi madre- ¡YA BAJA A ALMORZAR!

Cuando bajo veo al mismo chico, de nuevo sin camisa, con el pecho descubierto con el sudor corriendo en todo su abdomen

-Te presentó a Alejandro, es uno de los chicos que conocimos tu padre y yo cuando venimos a ver la casa, el será nuestro vecino y tu compañero en el colegio

-Ho... Hola.- Le digo con el miembro todo erecto deseando que ese cuerpo me azoté

-Hola.- Me saluda de mano

-Bueno, ¿Que esperamos? Vamos a almorzar que la comida se enfriara

-E... E.... ¿El comerá con noso... Nosotros?

-Claro que si, es nuestro invitado

Ella se va a la cocina por la comida mientras el y yo no miramos fijamente a los ojos, después lo miró de arriba hacia abajo hasta detenerme en su enorme bulto que trae entre las piernas, me imaginó que tan bien se sentirá tener eso dentro

Ya en el comedor hacemos una oración y comenzamos a comer, el decidió sentarse a mi lado:

-Y Alejandro, ¿Que tal te va?

-Pues muy bien señor Díaz

-Por favor, digame solo Zeus

-Oh, disculpen, que torpe soy, permitanme recoger mi tenenor

En eso el se agacha a recoger su cubierto y al momento de levantarse me roza la pierna con su labio inferior lo que me eriza y me exita aún más...

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Ya después de haber almorzado el se retira despidiéndose de todos, incluyéndome:

-Adiós, Oliver.- Me dice ya saliendo por la puerta delantera

Rápidamente con esa imagen en la cabeza corro hasta mi habitación y me asomó por la ventana para poder verlo pero lo pierdo de vista.

Eres solo mio. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora