sheep five

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Un dos

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Un dos.

Un dos era lo que determinaba su esfuerzo. Un número en grande escrito con tinta roja en la esquina de su examen, a Marcy le hacía sentir decepcionada de si misma.

Fracasar en algo en lo que se supone que eres bueno es horrible y la azabache lo sabía en ese momento.

Suspiró y se recostó en la silla mientras que aún veía en lo que falló. El examen en el que se estreso estudiando, por el que lloró porque no entendía nada había sido un fracaso.

Todos sus pensamientos se centraban en eso, analizando cada respuesta enmarcada con una "X." Unas manos frías se posaron sobre sus hombros ocasionando que despegara la vista de la hoja para así voltear a ver a la persona que había logrado sacarla de su mente.

Y era Maggie.

— Wow... ¿Wu? ¿Fracasando? Eso es nuevo, ¡bien hecho! —Dijo la pelirroja a la vez que le propinaba un golpe en la cabeza a Marcy. La azabache sobó el lugar en donde fue golpeada y miró con molestia a Maggie.

— No creo que eso sea algo para felicitar y no debes golpearme...

Maggie se reía ante la queja de Marcy, tomó el cabello de la contraria cabello y tiró de este hacia a ella para tenerla frente a frente.

— Uyy, ¿qué le pasó a la genio? ¿No que muy buena en los estudios? —La pelirroja tomaba el brazo y apretaba con fuerza de este haciendo que Marcy emitiera un quejido.— Oh, ¿te dolió? ¿Tan frágil eres para chillar por un suave apretón?

A pesar que la acción de Maggie la estaba lastimando, el dolor se transformaba en enojo pero no era tanto como para intentar hacer algo para defenderse. El apretón que hacía la pelirroja en su brazo es justo donde se autolesionaba y recientemente había creado nuevas heridas. Algunas lagrimas se formaban en sus ojos luchando con el fin de no llorar.

— ¿Acaso vas a llorar, no? ¿Necesitas un pañuelo? La verdad no creo que eso te ayude, porque las lágrimas nunca te sirvieron para nada. —Fue lo último que dijo antes de soltar su brazo mirándola con molestia, se alejó de la azabache y se fue del salón de clases pues había sonado la campana indicando que era hora de retirarse.

Marcy guardó sus útiles en su mochila, se levantó de su asiento con una expresión desanimada y se acercó al basurero. Dio un último vistazo a su fracaso, frunció levemente el ceño mientras arrugaba el papel y lo hacia bolita. Por último, lo tiró al basurero.

Caminaba por los pasillos en pasos lentos, tenía la mirada baja pero al alzarla pudo notar a Sasha en la entrada esperándola pero a penas que la mencionada la vio, comenzó a caminar apurada para irse. Marcy ladeo su cabeza y empezó a correr tras la rubia, aunque en el intento se tropezó y cayó, se levantó para seguir adelante.

Una vez que estuvo suficientemente cerca de Sasha comenzó a mirarla a la cara y parecía algo calmada, tenía su característica expresión seria o malhumorada pero se le notaba más calmada que antes. Tal vez hoy este de buen ánimo.

Luego de unos minutos de caminata, la menor notó que se habían pasado del lugar a donde se supone que debían ir. Ya no iban al departamento sino que seguían caminando pero ella continuaba el paso de Sasha. La volvió a ver algo curiosa por ese cambio de ruta.

— ¿A dónde vamos?

— Al supermercado.— Respondió unos segundos después y Marcy solo asintió con su cabeza.

En el lugar habían pocas personas, la música era agradable y resonaba por todo el lugar,  la atmósfera era fría y causaba escalofríos

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En el lugar habían pocas personas, la música era agradable y resonaba por todo el lugar,  la atmósfera era fría y causaba escalofríos. La azabache tomaba el control del carrito de compras mientras que la rubia se encargaba de colocar la comida que era uno que otros snacks y bebidas alcohólicas.

Ambas llegaron al pasillo de los cereales en donde había una gran cantidad de panes, arroces y pastas. Sasha se queda mirando las distintas marcas de pan que había y solo tomó un pan de pasas y lo tiró al carrito antes de seguir caminando con su vista puesta en su teléfono. 

Marcy centró sus ojos en el producto que Sasha había puesto recientemente en el carrito y frunció el ceño.

— No me gustan las pasas... Me hacen mal.— Se quejó mientras estaba quieta en el mismo lugar.

— Quítaselas o simplemente no comas de ese pan.— Respondió sin despegar su vista del teléfono.

La azabache suspiró y comenzó a caminar tras Sasha quien parecía más concentrada en su teléfono. 

 

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solo tres capítulos más y yap

(quiero terminar esto lo más rápido posible /cry)

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