Nadie entiende el dolor,
si nadie ve nunca las lágrimas.𖤓
Se acurrucó contra el cuerpo tibio y suspiró en la oscuridad de la habitación. Los latidos de ambos estaban casi sincronizados. La mano grande se movió contra la suya entrelazando los dedos en el camino.
—¿No puedes dormir?
La voz ronca de su novio lo hizo sobresaltar.
—Pensé que dormías —dijo sin levantar la voz—. Es tarde.
La pierna musculosa se apoyó sobre la suya y no pudo evitar quejarse por el inevitable choque de rodillas.
—Ouch, Ho, eres enorme y lamento decirte que pesas. Ya quita esa pierna, me quedará un moretón.
Unos labios llenos se posaron sobre la base de su nuca y supo que no iba a poder resistirse a una sesión de sexo trasnochador. No cuando Hoseok estaba determinado a hacerlo gritar.
—Tú tienes la culpa —ronroneó su novio contra su oído—, así que tendrás que hacerte cargo de despertarnos.
—¿Despertarnos?
La respuesta fue inmediatamente respondida cuando la mano grande de su pareja tomó la suya y la guió hacia la enorme erección vestida.
—Eres un cerdo —dijo echándose a reír.
—Bien, pero que sea rápido. Si mañana no llego a tiempo, mi jefe va a colgarme de las pelotas.—Dile que tus pelotas son mías. Así que si no quiere tener problemas con las suyas, que se mantenga alejado de mi propiedad.
Alzó las cejas y volteó la cara. El rostro apuesto lo miraba con ojos brillantes.
—¿Propiedad? ¿Qué soy acaso? ¿Una vaca?
Hoseok soltó una carcajada y con un movimiento rápido lo giró hasta hacerlo aterrizar sobre su cuerpo duro.
—Bueno, no sé... ¿quieres que te ordeñe?
La palmada resonó en toda la habitación.
—¡Madonna Santa! Fingiré que no escuché eso.
Su novio lo agarró de las nalgas y apretó haciendo chocar sus pelvis y erecciones. Ambos gimieron.
—Finge todo lo que quieras, pero yo voy a sacarte hasta la última gota de...
Lo calló con un beso. No iba a mentir. Hoseok era el mejor amante que alguna vez hubiera tenido. El sexo nunca había sido prioritario para él. De hecho antes de conocer a Hoseok jamás había tenido una experiencia satisfactoria con nadie entre las sábanas. Y eso era un problema para HyungWon. El sexo. El maldito y jodido buen sexo. Era un problema y también una lástima. Porque Hoseok debía morir.
𝔇𝔯𝔬𝔭 𝔡𝔢𝔞𝔡, 𝔪𝔶 𝔩𝔬𝔳𝔢
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Drop dead, my love
Ficção Adolescenteℌ𝔬𝔰𝔢𝔬𝔨 𝔡𝔢𝔟𝔢 𝔪𝔬𝔯𝔦𝔯▪︎ Nueve años después de la trágica muerte de su hermano menor, HyungWon sigue atormentado por el dolor y la rabia. Incapaz de superar la pérdida y con el peso de la venganza en su corazón, decide emprender un peligros...