Martes por la tarde. Miércoles que no llega.

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Se me hacían eternas las horas. Aun no podía creer que Mariana no me dijera que soy padre de una bebé encantadora. Tan blanca como ella y con el cabello quebrado estoy seguro que de ahí se formarían unos largos rizos. Dios moría por tenerla entre mis brazos. Presumirla entre mis amigos. Seria la envidia de muchos.

Pero esto no se lo perdonaría a Mariana,¿Cómo fue capaz de ocultar esto? ¡Es un bebé y no nada más de ella! ¡Estoy seguro que aquel fortachon hace el papel de padre ejemplar! ¡Pero se le iba acabar! Cuando tenga la custodia de mi hija, ella es la que tendrá que pedir permiso para verla.

Estaba tan furioso, que me vestí y me fui a dar una caminata muy larga. Corri hasta que no pude más. Regresé mas tarde de lo normal. Me bañe me hice un licuado para reponer fuerzas y me dispuse a dormir.

10 p.m. mi teléfono sonaba. Mire la pantalla.

-Hola guapo... ¿Qué haciendo?

-Hola, Nelly.

- ¿Quieres que te haga una visita?

- No estoy de humor... preciosa. Otro dia será.

- Estoy en la puerta de tu casa. Baja abrir. No seas malo.

- Nelly mañana tengo algo muy importante que hacer...

- Fer, no seas aguado. Con lo que vayamos hacer quedarás mas que relajado. Te lo prometo.

- Ya voy...

Baje abrir la puerta para Nelly. Es un cuero de mujer. Por donde la mires tiene curvas. Ella sabia ponerme de buen humor. Asi que apenas abrí... esa mujer ataco mi boca. Me dijo que la llevara a mi cuarto.

Ella sabe y muy bien que nadie entra a mi habitación.

Asi que la lleve a un cuarto de visitas, uno que conocía muy bien Nelly. Hizo una mueca de que no le gustaba pero mi casa, mis reglas. Además de que ya bastante encendido me tenia y no dormiría tranquilo sin cumplirle.

Hicimos lo mismo de siempre. Me molesto conmigo cuando me imaginó a Mariana con otro en la cama y me desquitó con Nelly. Haciendo sentir un placer increíble. Pero que estoy seguro que solo Mariana lo disfrutaría como yo.

Nelly se acomodó para dormir a mi lado.

- Lo siento mucho Nelly, pero te voy a pedir que te vayas.

-¿Qué? Pero es tarde. Además quiero dormir a tu lado. Siempre me haces esto.

- & si sabes la respuesta ¿Por qué insistes tanto?

Me pare de la cama busque mis pantaloncillos y me los puse. Coloque la ropa de ella sobre la cama.

Nelly me miró de mala gana.

- Un día de estos me vas a pedir que me quede & no lo haré.

- Te espero abajo. ¿Taxi?

Nelly tomo su ropa, me quite cuando ella se vestía.

Nelly me decía que tomaba pastillas anticonceptivas pero aun así yo usaba preservativo. Ella a veces me daba la impresión de buscar a alguien rico que la mantenga por el resto de su vida. Eso conmigo no va.

El taxi llego, Nelly no se despidió y yo cerre para irme a la cama, estaba acostumbrado a las estupideces de Nelly cada que me visita es igual a sexo placentero con preservativo y adiós con cara de indignación.

Mire mi reloj de pared la 1:00 a.m. estaba lo suficientemente cansado para dormir aunque no relajado. Ya quería que sean las 10 de la mañana.

Mariana explicaría muchas cosas.

Demos otra oportunidad al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora