¿Perdón?

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El doctor al fin llegó. Había un chico nuevo estaba muy nervioso. El nos dijo que presentaba los síntomas del VIH pero que no estaba seguro tiene 23 años.

Dr. Ramirez: Mucho gusto. Soy el Dr. Ramirez. ¿Cómo te llamas?

- Soy Gerardo. Tengo 23 años. Creo que soy portador del virus. Vine aquí por que un amigo me hablo del edificio.

Mariana: Gerardo por favor tranquilizante. Estamos para apoyarte. El dr. Te hará una toma de sangre con la cual sabremos si estas o no infectado.

Desde que llegó Gerardo venía diciendole eso. Le mostré la casa y le ofreci comida.

Jeorge: Si. Gerardo. Calmate por favor. Confiemos es que saldrá todo bien.

Dr. Ramirez: Vayamos al cuarto de consultas. Ahí te sacare la muestra de sangre.

El doctor y Gerardo se fueron al pequeño consultorio.

Jeorge y yo nos miramos, nos dimos una mirada alentadora.

~~~

Ya me encontraba en casa. Amy traía como locos a sus padres. Así que el martes la bebé sería mia. El miércoles vería nuevamente a Fernando. Aunque a estas alturas ya debe saber que Amy no es nuestra hija.

Me di un baño rápido. Y me acosté a descansar pensaba en lo joven que esta Gerardo y ya se encontraba tratando de salvar su vida. No dejaba de pensar en él, me quede dormida.

~~~.

Martes por la mañana, Amy ya estaba a mi lado durmiendo. Sus gritos me despertaron la abrace y seguimos durmiendo. En 30 minutos Amy volvía a llorar. Leche Amy queria leche.

Amy lloraba. Pañal.

Amy lloraba. Dormir

Amy lloraba. Leche.

Y así tooooooodo el día. Todo literalmente.

Llego la noche. En un par de horas vería a Fernando. Amy ya dormía con sus padres. Temprano la llevarían con su abue.

~~~.

10:00 a.m. el mismo procedimiento. Pararse, sentarse.

Juez: Bien ¿Cuales fueron los resultados?

Fernando se paro y camino al estrado. Le entregó el sobre al juez. Este lo abrió leyo y me miró.

Juez: El resultado es negativo. La bebé no es hija de ninguno de los dos. Doy por cerrado este caso. Que pasen un buen día.

Espere que el juez se retire y me en file a la puerta.

Salí del salón. Estaba caminando por un pasillo cuando escuché mi nombre, la voz de Fernando.

- ¡Mariana! Yo... te pido una disculpa por todo esto. Perdón.

¿Perdón? Idiota si me dices besame lo haría.
Lo mire. Me sostuvo la mirada.

- Que estés bien.

¿Qué estés bien? No se me pudo ocurrir ¿Algo más estúpido?

- Mariana yo... te invito a un café.

-No gracias. Yo. Yo tengo un lugar a donde ir.

Y lo deje parado ahí. Salí de aquel edificio, tome un taxi. Mi corazón decía vamos a casa a llorar a sacar todo esto... pero mi cerebro decía muy bien Mariana. Ahora vayamos a la a.c. a ver a ese chico Gerardo seguro nos necesita. Gano mi cerebro. Tal vez no vuelva a ver a Fernando. Y tal vez sea lo mejor.

Llegue al edificio. Entre, Gerardo & Jeorge ya hacían buen equipo limpiando y reparando cosas como aquel mini estéreo que se hecho a perder pero que Gerardo con puso y se escuchaba la música por toda la planta. Entre bailando y Jeorge me hizo compañía. Nos reímos.

Mariana: ¡Vaya! Un poco de música. La ultima vez que escuchamos música fue con... Omar. Seguro bailo con nosotros ahí en el cielo.

Gerardo: ¿Quien es Omar?

Jeorge: Omar fue un guerrero que perdió la batalla, pero que nos demostró lo fuertes que podemos lograr ser.

Mariana: Omar. Dios te bendiga siempre.

Gerardo: Ya entendí.

Le sonreí.

Mariana: ¿Cuando te darán los resultados?

Gerardo: Mañana.

Jeorge: Saldrás bien, ánimo Gerardo.

Mariana: Si Gerardo. Ánimo.

Y le sonreí, pase toda la tarde ahí. Llegue a casa. Pensé todo lo que me paso en el día. ¿Un cafe? Si el me hubiera dicho vamos a casa, juro que ahí estaría.

Fernando... creo que es tiempo de dejarte ir.

Demos otra oportunidad al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora