CAPÍTULO 11 - LOBO BLANCO

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Al día siguiente el General partió hacia el Norte de Chernast con la esperanza de encontrar al ciervo y a Alina, me pidió que fuera la lider de un pequeño grupo de grishas para partir hacia el campamento del primer ejército en la sombra.
Le conté a Baghra lo que planeaba Kirigan y ella solo me dijo que tuviera cuidado y que no me dejara influenciar por él.
Estaba arreglando la salida para irnos cuando la vi  a Genya, caminaba hacia mi tan segura de ella misma y con una kefta roja.

-Todo listo para partir, capitana, dijo ella con una sonrisa.

-Genya, tienes una ketfa roja, como?, dije entre palabras por la sorpresa de verla así.

-Ya no trabajo más para la reina, el rey enfermo y a la reina está confinada en su habitación, nadie puede entrar para evitar que se contagie y el General ahora me ha dado un color.

-Que bien por ti, supongo que irás con nosotros, no?

-Si, asi es, decía con una sonrisa.

-De acuerdo, muy bien andando.

Genya y yo íbamos dentro de un carruaje y el resto de los grishas a caballo, ambas estabas en un silencio, no se si ella se sentía igual de incómoda que yo, pero decidí romper ese silencio.

-Tu lo hiciste, lo del rey?, pregunté hacia Genya.

-Si, pero sabes porque lo hice.

-Si lo sé, estoy feliz por ti.

-Espera que muera, sería lo mejor así tu podrías ser reina. Dijo Genya con una sonrisa.

-De que hablas?

-Te vi en el baile con el príncipe heredero, creo que le gustas.

-No, es imposible a el solo le importa el mismo.

- Si claro, pero yo sé cómo te vio.

-Asi como tú ves a David?, pregunte.

-Si, justo así, dijo Genya sonrojada. -En verdad Lonnie, tu serías una gran reina y bueno yo sería tu mano derecha.

-Creo que eso es un sueño muy irreal, no me gusta Vasily y no seré reina.

-Como digas, dijo con una sonrisa.

Ya habíamos llegado al campamento, aún no había señales del Oscuro ni de Alina, paseaba por el campamento despejando mi mente cuando escuché algo que me dejó muy preocupada.

-El grupo comandado por el soldado Dominik Vertov ha sido atacado por nuestros enemigos en el sur. Dijo un General.

-Sabelos algo de su nuevo paradero, hay heridos?, pregunto otro hombre.

-Aun no sabemos nada, iré con un grupo de rescate hacia el sur le estaré enviando noticias.

-Bien, resaremos a los Santos para que estén bien.

Me retire de esa conversación, estaba asustada, y si le pasó algo quizás sea la razón por la que no ha contestado a mis cartas, me dirigía hacia mi carpa a escribir una nueva carta para mandarla junto con el regimiento que saldría hacia el sur dirigida hacia Dominik, al terminar salí y le entregué la carta a un soldado.

Habían pasado unos días, y una tarde a mi carpa llegó Genya diciendo que el General Kirigan ya había llegado, no le había hablado mucho a Genya desde que llegamos la idea de que posiblemente Genya sabía lo que haría el General me hacía que se me revolviera el estómago, ella era mi amiga y no podía aceptar que ella apoyara la causa de mi padre.

No me acerque mucho a la carpa de Alina ni a la del Oscuro, necesitaba pensar ahora mismo mis ideales y pensamientos se dividían, quería ayudar a Alina y también quería vengarme de los reyes por lo que le hacían a Genya, y lo que le hicieron a mis dos madres, quizás lo que hará el oscuro no sea tan malo.

El General me había solicitado en su tienda, el tenía algo que decirme a lo que acudí a su llamado.
-Me llamo General?

-Si, tengo buenas noticias, encontré a Alina y al ciervo ya he hecho que le pongan el amplificador a Alina y mañana saldremos hacia la sombra.

-Son buenas noticias General, si es todo debo retirarme.

-No espera, quiero que mañana vengas conmigo a la sombra, lo que pasará mañana será historico y quiero tener a mis soldados más leales conmigo, aceptas, dijo el General.

El me quería a su lado en la sombra, el confiaba en mí y una parte de mi me hacía pensar cada vez más que debería hacer, apoyar a mi padre o a una amiga.
-Si señor, yo iré con usted.

El sonrió hacia a mí, me quedé observándolo un momento, él y yo nos parecíamos físicamente, por un instante me dieron ganas de decirle quién era yo realmente, vi detrás de él y David venía entrando hacia la carpa junto a Iván quien traía al lobo blanco, mire sorprendida por eso y volví mi mirada hacia el General.

-En el camino mientras buscábamos a Alina, no solo la encontramos a ella y al ciervo si no que también a tu amplificador.

-Toma, solo debes clavarlo en su pecho y morirá rápido, sin dolor. Dijo David extendiendo una daga hacia a mí.

Lo tomé y camine hacia el lobo, pare un momento y pensé en lo que había dicho la abuela, ya era un amplificador y uno más podría traer consecuencias, pero deje esos pensamientos de lado y lo hice, lo asesine.

-Bien hecho señorita Maylefd, dijo el General con orgullo.

David tomo dos de sus colmillos y los unió a mi, ahora estaban en mi oreja, al momento de sentirlo terminar sentí una corriente de poder pasar por todo mi cuerpo y fue una sensación que disfrute mucho.

Cómo te sientes, Loonie?, pregunto David.

-Bien, más poderosa, dije con una sonrisa, la sensación que sentí fue muy agradable me gustaba sentir el poder en mi y la sonrisa de orgullo de mi padre me hacía sentir bien.


Say Don't Go - Nikolai LantsovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora