CAPÍTULO 15 - NOVYI ZEM

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Iba rumbo a Novyi Zem, esperaba llegar más rápido que Sturmhond, necesitaba encontrar a Alina antes que él. Al llegar estaba por amanecer así que decidí recorrer todo el pueblo y buscarla, llevaba casi todo el día buscándola cuando finalmente encontré a Mal, quien huía de los hombres del primer ejército, los seguí por el techo de las casas y lo vi reencontrarse con Alina, ambos estaban acorralados por los soldados, pero las personas de Novyi Zem los ayudaron a escapar.

-Alina. Grite para llamar su atención. Ella corrió hacia mí y me abrazo.

-Que haces aquí?

-Alguien te descubrió y viene a buscarte, en cuanto me entere Kaz me dio dinero para venir a buscarte y ayudarte.

-Gracias por venir Lonnie.

-No es nada, debemos irnos, está oscureciendo vayamos al muelle quizás con suerte podamos subirnos a un barco e irnos de aquí, dije yo.

-Bien, hay que irnos, dijo Mal.

Ambas asentimos y nos fuimos, ya estaba oscuro nos escondimos detrás de unos barriles. Vimos un barco, solo había uno en el muelle lo cual se me hizo muy sospechoso, -No creo que sea una buena idea, dije yo.

-Yo tampoco es demasiado sospechoso. Me apoyo Mal.

-No tiene banderas es privado. Dije.

-Entonces se puede alquilar. Dijo Alina apunto de salir pero Mal se lo impidió tirando de ella y dándole un beso, yo seguía viendo el barco y pude distinguir a dos personas parecían ser Shu, una chica y un chico, él último más alto que la chica.

-Vamos. Dijo Mal quien me tendió su brazo para ayudarme a ponerme de pie, los tres avanzamos hasta el barco.

-Necesitamos salir de aquí puedo pagar. Dijo Alina llamando la atención de ambos chicos, les tendió un broche de oro.

La chica lo tomo y lo mordió asegurándose de que sea oro.- Servirá, sube los llevaremos con el capitán. Hicimos lo que dijo y estábamos a punto de subir al barco cuando una voz nos detuvo.

-Alto. Dijo el general del primer ejército.

-Quieres pelear eh Ravka? Hablo la chica con rasgos Shu.

-Ese hombre es desertor del primer ejército debemos apresarlo. Dijo el general Ravkano.

-Bien, Ravka quiere una pelea. Grito la chica Shu a lo que todos los tripulantes desprendieron armas apuntando hacia el ejercito.

-No quiero agrandar la disputa con Shu-Han. Dijo el General del primer ejército.

-No estamos con Shu-Han, somos independientes. Dijo el chico alto acercándose a los soldados mientras sacaba su espada.

-Guarda las balas para la guerra, abuelo. Dijo la chica.- El primer ejercicio debe conocer su lugar.

Ya habíamos subido al barco y seguimos a Tolya, ese era el nombre de la persona que se enfrento al primer ejército, él nos llevaba hacia su capitán en su camarote.

-Solicitud de viaje, capitán.

-De inmediato. Decía Mal mientras entraba.
-Es decir que debemos irnos ahora. Dijo Alina.

Yo estaba afuera aún no entraba, me había sentido extraña por un momento sentí una punzada en el pecho. Cuando me recupere escuché la voz del capitán y se exactamente de quién era.

-Aclarare dos cosas, no sigo órdenes en mi barco y acabamos de zarpar. Dijo él pirata. -Me alegra que nos acompañen, ahora podrías iluminar la habitación porque eres Alina Starkov la santa que vale 20 millones de kruge. Volvió a hablar mientras sacaba un arma. -Viva o muerta.

-Es verdad soy yo. Dijo Alina para después invocar su luz, estaba detrás de ella quizás por eso aún no me había visto el pirata o quizás si me vio pero no me recuerda.

-Impresionante, y no suelo decir eso.

-Déjanos ir o perderás 20 millones de kruge y un barco.

-Aunque se bien que podrías enviarnos a las profundidades del mar, considera que estamos lejos de los muelles y además no voy a entregarte a los Fjerdanos.

-No lo harás?, pregunto Alina.

-Santos no, lo siento es ofensivo decir eso delante de un santo viviente?

Este tipo ya me estaba cansando así que decidí hablar y hacerme notar, -Ve al punto, estás acabando con mi paciencia. Dije con voz molesta mientras daba unos pasos hacia adelante.

-Vaya, debí gustarte tanto para que ahora me estés siguiendo.

-Muy gracioso, estoy aquí para cuidar de Alina.

-Bien, que quieres de nosotros. Hablo Mal mientras tomaba asiento y Alina se ponía a su lado. Yo me quedé en medio de la habitación, mientras pensaba en un modo de salir.

-De ti nada, la verdad ni siquiera sé quién eres, pero la invocadora del sol debes de saber que eres muy valiosa.

-Si no la entregaras a los Fjerdanos por la recompensa pirata... Hablo Mal pero lo interrumpió Sturmhond.

-Soy un corsario, y lo que dije es que no la entregaría a los Fjerdanos, no dije nada de Kerch o Shu-Han, pague mucho para despejar el muelle y asegurarme de que se subieran a mi barco. Y ya vi que los fjerdanos te subestiman.

-Es cierto lo hacen, porque podrías pedirle al rey de Ravka el doble de dinero.

- Conoces al rey?

-Soy la invocadora del sol.

-Se dice que el primer ejército tiene en la mira a los grisha gracias a lo que tú y tu conspirador hicieron en la sombra.

-Él y yo no éramos equipo, puedes pensar lo que quieras pero cuando destruya la sombra y reúna a Ravka el mundo verá que no era su aliada, ayúdanos te recompensare.

-Destruir la sombra y como piensas hacer eso.

-Con el Azote Marino de Morozova. Lo que dijo Alina me sorprendió, usar dos amplificadores podría atraer problemas, conmigo no sucedió pero todos somos distintos.

-Alina. Llamo Mal.

-Si el Ciervo existía, el Azote y el Pájaro de fuego también podrían. Dijo el corsario. -No pudiste con un amplificador pero con dos.

-Sin la carga del General Kirigan, con mi propio poder, nos ayudaras o no?, pregunto Alina.

Sturmhond se puso de pie, en su mano llevaba un vaso con ron al parecer. -Hay aventura, peligro, dinero, ahora hablas mi idioma. Dijo y se tomó el contenido del vaso de un trago.

-Alina debes escuchar a Mal, tener dos amplificadores puede ser peligroso no lo hagas. Dije yo tomándola del brazo y apartándola un poco del escritorio para que solo ella me escuchará.

-Debo hacerlo, además a ti no te paso nada.

-Es diferente y sabes por qué.

-Todo saldrá bien, confía en mí.

-Bien, si estarás bien en este barco con este idiota. Dije viendo a Sturmhond quien solo río. - Me iré, regresaré a Ketterdam. Hablé ya un poco más alto para que el resto de las personas en la habitación escuchará.

-No te vayas. Pido Mal, me pareció algo extraño que el dijera eso, pero supongo que solo es porque entre los dos podríamos cuidar de Alina.

-Por favor, debemos mantenernos unidas. Dijo con mirada suplicante.

-De acuerdo.

-Sabía elección linda, ahora síganme los guiaré hacia sus hamacas. Dijo el pirata.

-No vuelvas a llamarme así. Pedí con voz molesta.

-Es mi barco, no sigo órdenes de nadie, andando caminen.

Say Don't Go - Nikolai LantsovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora