21

1.1K 121 32
                                    

Desperté de nuevo en la enfermería, Kaido de rodillas en el suelo sosteniendo dramáticamente mi mano como si fuera un anciano en su lecho de muerte.

-¿Qué, me desmayé? -Dije soltando su mano tranquilamente.

-______ ¿Estas bien? -parecía un niño constipado con su rostro de angustia, pero era algo tierno honestamente.

-Si, no te preocupes. No recuerdo demasiado pero creo que estaba con Saiki y... oh- ¡OH! -Mis ojos abiertos de par en par por haber reaccionado a la informacion que obtuve en ese campo de flores. ¡¿Saiki es un psíquico?!
Kaido solo me miraba extrañado sin comprender demasiado la razón de mi sorpresa.

Se sentó a mi lado y me preguntaba solo con su mirada de cachorro.

-Oh, eh... nada, solo recordé algo pero no tiene importancia. -No es como si le fuera a contar sobre eso.
Acaricié su cabello y lo revolví tal como le haría a un perrito. Él solo se quedó allí con una expresión más relajada, aún observándome, pero esta vez con una pequeña sonrisa.

-Me preocupaste mucho, me dejaron una nota en mi casillero diciendo que estabas en la enfermería. -Seguramente habrá sido Saiki, no querienho explicar la situación me dejó en manos de Kaido. Pero no hubiera estado mal que él estuviera aquí conmigo...
Kaido pasó su brazo para abrazarme por los hombros y apoyar su cabeza con la mía, sacándome de mis pensamientos. Estos gestos cariñosos no podían ser otra cosa que su interés romántico conmigo pero incluso así, eran algo cálidos y relajantes.
Observandolo caí en la realidad, cierto, este niño estaba enamorado de mi y ni siquiera me había tomado el tiempo de tener eso en cuenta.

Qué descarado soy.

-Oye Kaido, no importa lo de mi desmayo, ya estoy bien, pero tengo una duda. -Él aún recostando su cabeza con la mía emitió un pequeño sonido de duda ante mis palabras.
-Veras, estaba pensando... -Aclaré mi garganta nervioso. -Sobre tus sentimientos por mi...-Podía sentir como se tensaba su cuerpo.
-¿Podríamos... tener una cita?

Era una idea apresurada y aún no podía terminar de digerir lo de Saiki y el campo de flores pero aprovechando que mis sentimientos por el pelirosa estaban decayendo, era una buena oportunidad para probar algo nuevo.
Kaido me cuida tanto diariamente que no puedo no permitirme devolverle el favor y, además, ¿qué tan mala puede ser una cita? No veo el problema.

El de cabello color menta se quedó paralizado no sabiendo qué decir, no parecía sosprendido pero creo que era más por estar demasiado impactado ante mi pregunta.
Despues de unos sólidos 5 minutos dirigió su mirada hacia mí, alejándose un poco para hacerlo. Parecia que quería hablar pero su boca no emitía más que extraños sonidos repetitivos y sin sentido, balbuceaba sin parar hasta que al fin comenzó a hablar con algo de sentido.

-¿C-c-cit... cit-cita? -Parecía un gato crispado mientras el color rojo iba subiendo por todo su cuerpo hasta sus orejas, sudaba como loco y temblaba demasiado.

-Oye, no es necesario que digas demasiadas palabras. Siento que te vas a morir de un ataque al corazón si intentas hablar más. -El chico me miraba y solo asentía energéticamente. -Tomaré todo eso como un si, solo no te mueras antes de nuestra cita. -El último comentario fue para molestarlo un poco más y ponerlo más nervioso. Por su expresión había funcionado a la perfección.

Tal vez darle una oportunidad no sea tan malo como yo creía, cada vez estoy más cómodo con la idea de acercarme a él de esta forma.
Ofreciéndole una sonrisa sincera, escondió su rostro en la almohada, recostándose a mi lado mientras yo acariciaba sus cabellos. Miré hacia la ventana, esa ventana que nos había dado tan hermosa tarde aquel día donde Kaido había charlado tan honestamente conmigo de sus emociones, en este mismo lugar en el que... nos besamos.
...
¿Estare haciendo lo correcto?






Estoy vivo, ya no me extrañen.
-autor.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 26, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

 Just like coffee jellyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora