Inhumano [Soukoku]

13

—Comenzaremos con que los guardias que vienen con nosotros rodeen toda la instalación para que vigilen. Chuuya, Odasaku y yo nos infiltraremos por la parte trasera. Ya que así, en caso de que noten nuestra presencia podemos escondernos en los conductos del aire acondicionado. En caso de ocurrir una emboscada y de que nos descubran no tendremos de otra que atacarles. Tenemos todas las cartas para salir sanos y salvos de esta misión y con la pieza que tenemos que extraer —Explicaba Dazai pausadamente con una mirada centrada, como si calculara fríamente cada operación con sus respectivas consecuencias.

Chuuya se sentía aturdido con toda esa situación. Iba en el auto con Dazai y otro miembro de la Port Mafia llamado Odasaku que por algún motivo a Dazai se le notaba que confiaba en él.

Dazai seguía ordenando sus ideas, que, aunque el robo de la dichosa pieza se llevaría a cabo en el atardecer del día siguiente (ya que según el jefe a esas horas la instalación de la organización enemiga que se encontraba en Nikko habrían menos personas) él quería tener todo listo mentalmente y que los demás estuvieran preparados también.

—La pieza se encuentra sellada en una caja de cristal en el salón principal. Seguramente ellos previendo un robo deben haber implementado distintos métodos de seguridad. Así que yo pasaré primero para desactivar alarmas, láseres o lo que sea que hayan usado —Hizo una pequeña pausa pensativo en lo que diría a continuación, ya que no sabía si sería buena idea—. Chuuya me cuidará las espaldas mientras desactivo los sistemas de seguridad y Odasaku se infiltrará para tomar la pieza. Una vez hecho todo eso y como es obvio, saldremos de ahí.

"Chuuya me cuidará las espaldas."

Fue lo único que resonó en los oídos de Chuuya y nuevamente, tenía miedo. ¿De qué manera iba a cuidarle las espaldas a Dazai cuando nunca en su vida se había visto envuelto en situaciones como estas, o bueno, al menos que él recuerde. Sentía ganas de lanzarse del auto, aunque eso sería muy suicida de su parte y él no era así. Él quería vivir.

Tranquilízate, Chuuya. Todo esto va a acabar pronto y vas a volver a tu casa. Ten paciencia.

Se repetía a él mismo intentando calmar la ansiedad que se lo estaba comiendo en ese momento.

—Dazai. ¿No has considerado en la posibilidad que entrando por los conductos del aire llegaríamos con mayor facilidad pasando desapercibidos? —Sugirió el hombre llamado Odasaku. La verdad se veía unos años mayor que Chuuya y Dazai.

Dazai negó a las palabras de Odasaku y chasqueó la lengua pensativo. Analizando cualquier posibilidad que tendrían empleando el método antes mencionado por Odasaku.

—Los conductos están conectado directamente a las habitaciones del lugar, por lo que el mínimo ruido de tres personas arrastrándose por los conductos llamaría la atención... Y no creo que haya ratones ahí —Lo último lo comentó con una ceja alzada, dando a notar un tono de broma en ello.

—Chuuya es más pequeño. Debe pesar menos. El podría infiltrarse sin ser nota-

—No —Respondió Dazai rotundamente interrumpiendo a Odasaku, para luego aclararse la garganta—. Chuuya no tiene nada de experiencia en esto y no sabe cómo hacer las cosas. Así que dejémoslo fuera de esto.

Odasaku frunció el ceño en confusión. Ya que Dazai no le tomaba importancia a esas cosas cuando se trataba de una misión, simplemente cumplía haciendo lo que fuera necesario.

—¿Entonces para qué está aquí? —Preguntó Odasaku esperando una respuesta por parte de Dazai, manteniendo una expresión de intriga.

—A lo que me refiero, es que arriesgarnos a mandar a alguien que no tiene experiencia por unos conductos sería prácticamente un acto suicida. Nos descubrirían al instante —Explicó Dazai y Odasaku sonó su garganta en asentimiento, no muy convencido.