17

937 76 55
                                    

Aviso: contenido +18.

.
.
.
.

—Oh, yo soy Dazai Osamu —Se presentó, dando unos pocos pasos hacia adelante para extender su mano hacia la madre de Chuuya amablemente—. El novio de su hijo.

Oh, no. Esta vez sí mato al idiota de Dazai.

Pensó Chuuya. Su rostro blanco como papel, sin saber que responder ante lo que le diría su familia. Con que a esto se refería Dazai con que le siguiera la corriente; y bueno, para su desgracia debía hacerlo ya que si lo pensaba bien era la única excusa creíble. Aparte que sonaba mejor decirle a su familia: "Oh, mamá, papá, hermano, conocí a un chico y me perdí dos meses con él". A decir que había sido secuestrado y que lo podían matar en cualquier momento.

Toda la familia estaba perpleja ante las palabras del joven. Las miradas rápidamente fueron hacia Chuuya, buscando una respuesta.

—Puedo explicarlo —Habló el pelirrojo levantando ambas manos, a la legua se podían notar sus nervios.

La madre de Chuuya que estaba parada entre Dazai y el pelirrojo, miró a uno para luego mirar al otro, con la cara completamente seria.

—Sí, Chuuya. Explica —Intervino su padre. El cual era alto y usaba lentes, aunque su cabello lucía grisáceo, no se veía tan mayor—. ¿Cómo es eso que tienes novio?

Chuuya fingió suspirar y dejó caer sus brazos, con su vista fija en el suelo. Con que aquí comenzaba la actuación.

—Lo conocí hace tiempo ya y quedé flechado —Comenzó a hablar Chuuya y Dazai tuvo que apretar sus labios para no reírse, por suerte nadie lo estaba mirando a él—. Digamos que ni yo sé cómo pasó. La razón por la que no les dije fue porque sabía que no lo aprobarían —El pelirrojo trataba de que las palabras salieran lo más creíbles posible—. Y hoy vine a presentarles a... mi novio y a avisarles que estaremos un tiempo fuera del país.

Ok, tal vez sí se había pasado con su actuación. Sabía que de no estar sus padres ahí el castaño ya hubiera soltado una carcajada, pero su suerte se había mantenido callado.

A su vez, la razón por la que había dicho que Dazai y él se irían por un tiempo de viaje fuera del país, era para que su familia no sospechara cuando pasara otro largo tiempo desaparecido, porque a decir verdad no sabía cuándo los volvería a visitar.

—Chuuya, ¿eras gay? —Preguntó Verlaine, aun mirando a su hermano con confusión.

—¡No! —Contestó rápidamente, notando que estaba metiendo la pata con su respuesta.

—¿No? —Intervino su madre, levantando una ceja.

Dazai miró al pelirrojo con los ojos bien abiertos y este captó la seña rápidamente, tenía que corregir lo que dijo.

—O sea sí lo soy —Chuuya se carraspeó la garganta al aceptar la verdad que tanto él como Dazai sabían perfectamente—. Pero no me había dado cuenta de que lo era.

—Quieres decir que te diste cuenta cuando lo conociste a él —Supuso Verlaine y Chuuya sacudió su cabeza ligeramente, asintiendo.

—Muchacho —Habló el padre de Chuuya volteando a ver a Dazai—. ¿Qué intenciones tienes con mi niño?

—¡Papá!

—Silencio, Chuuya. Soy tu padre y tengo que saber si él es bueno para ti —Añadió el hombre, dejando a un Chuuya con las mejillas coloradas por la vergüenza.

Para su suerte, Dazai había ido presentable. Aun traía sus vendas, sí; pero lucía más elegante que en otras ocasiones y no traía la venda que cubría parte de su cara. Que a decir verdad Chuuya solo lo había visto sin ella un par de veces.

Inhumano [Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora