Mienne

20 Texto

Valentina

Eva organizó la subasta a una velocidad récord. Un par de semanas después, observé desde el fondo de la sala cómo las posesiones de Ana se vendían al mejor postor una por una. Eva estaba a mi lado.

-Estoy muy orgullosa de ti, Val, dijo. -Sé lo difícil que ha sido todo esto.

-Ya era hora de seguir adelante, respondí. -La mantuve encerrada en esa habitación para tratar de mantener viva una parte de ella, pero nunca fue realmente ella.

-Tampoco lo era Juliana, añadió Eva. -¿Has intentado ponerte en contacto con ella? Podría intentar enviarle un mensaje de texto...

-No!!, no hagas eso.

-Bueno, ¿vas a intentar verla? No estoy diciendo que debas acosarla. Si ella te dice que no quiere verte, deberías respetarlo. Pero si fuera yo en su lugar... ...creo que esperaría que tú hicieras el siguiente movimiento y me busques.

-Ella bloqueó mi número, le recordé.

-Sí, bueno, ella pasó por un shock bastante grande al descubrir el secreto que le ocultaste todo ese tiempo. No es exactamente una reacción exagerada después de todo eso. Todo lo que digo es que tal vez sólo necesita que le demuestres que realmente te preocupas por ella antes de que pueda permitirse ser vulnerable de nuevo.

-¿Y si me dice que me aleje de ella? Pregunté.
-Bueno, supongo que es un riesgo que vas a tener que correr si quieres intentar que las cosas funcionen, respondió Eva.

-Acaso ¿Dije que quería intentar solucionar las cosas? Enarqué una ceja.

-No tienes que hacerlo, replicó Eva. La echas de menos. Me doy cuenta. Valentina, parecías tú misma cuando estabas con Juliana por primera vez en mucho tiempo. Estabas realmente feliz. Por lo que me contaste, seguro que las dos empezaron su relación de una manera... poco convencional. Pero te enamoraste. Creo que ella también. Sería una pena dejarlo pasar sin al menos hablar con ella.

-Buenooooo... Tal vez tengas razón, admití.

-Siempre tengo razón, dijo Eva con una sonrisa de satisfacción. -No te prometo que ella vaya a saltar a tus brazos en cuanto aparezcas, pero estoy dispuesta a apostar que devolvió ese dinero por algo más que por orgullo. Te debes a ti misma averiguar la repuesta.

-De acuerdo, dije con un suspiro.

-¿De verdad? Sí! Eva aplaudió con entusiasmo. -Entonces, ¿quieres que le envíe un mensaje de texto?

-Noooo!!!! no le envíes mensajes de texto, ni nada. Necesito hacer esto a mi manera.

-¿Estás segura? Porque...
-¡Dios mío, eres insufrible! Exclamé.

-Puede ser, pero tú me quieres. Me dijo mi hermana menor que es mucho más centrada que yo.

Poniendo los ojos en blanco, saqué mi teléfono para enviarle un mensaje a Lucia.

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Valentina: Hola. Voy a volver a CSI el lunes. ¿Has organizado el vuelo?.

Lucia: Sí, Carvajal. ¿Algo más?

Me quedé pensando un momento. Juliana había mencionado que su ex había contratado a un investigador privado para espiarnos. No sabía exactamente cuál era su objetivo, pero mi experiencia tratando con pendejos durante todos estos años me decía que dos podían jugar a ese juego.

Valentina: Sí. ¿Podrías ponerte en contacto con Stanton y preguntarle si tiene alguna recomendación de investigadores privados?

Juliana