∆Inefables∆ |Goku X Vegeta X Milk X Bulma|

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—¡Solo míralo, es perfecto!— Grito casi a todo pulmón Milk señalando un bolso rojo en una revista de moda de lujo —Lo necesito, estoy ahorrando para comprarlo—

Bulma, que estaba a su lado, sonrió —¿Cuánto dinero te falta para comprarlo?—

La peli negra suspiró —Bueno… El bolso cuesta un millón de zenis, estoy algo lejos de conseguir el dinero, pero me estoy esforzando— Cerro la revista —Aunque me encantaría que Goku me lo regalara, sería tan romántico…—

La científica soltó una risa tonta —¿Conociendo a Goku? Lo dudo mucho, pero no hay que perder las esperanzas…—

La peli negra asintió.

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—Vegeta, yo sin problema te doy el millón de zenis, sabes que no me importa, pero como tu esposa me gustaría saber por qué— Explico Bulma mientras mezclaba con cuidado unos líquidos.

—Para algo, algo para mí, ¿Por qué simplemente no puedes dármelo y ya? No voy a hacer nada malo con el dinero...— Contesto el príncipe.

La científica se quitó las gafas de seguridad —No es eso, confío en ti, pero si necesitas algo, yo te lo compro, no hace falta que lo hagas tú—

—Quiero comprarlo yo— Aclaro.

—¿Seguro? No quiero ver en las noticias como mi esposo destrozó el lugar por un ataque de rabia—

Vegeta suspiró frustrado —Eso no pasará, ¿Puedo tener el dinero o no?—

Bulma se rindió y saco el dinero de su cartera —Aquí tienes, diviértete con lo que sea que vayas a comprar—

Vegeta sin pensarlo, tomo el dinero, sin ni siquiera dar las gracias o al menos decir adiós, él se fue y voló rápidamente hasta la ciudad Satán.

Dio un gran suspiró, odiando ese momento se adentró en un centro comercial, claro, en su mente él sabría que eso valdría la pena. Busco y busco en casa tienda y por fin dio con el, aquel bolso rojo, inmediato lo tomo y llevo a la caja, sin decir una palabra, extendió el dinero a la cajera, la cual bastante confundida por la actitud del príncipe, ella pasó la etiqueta del bolso por la caja registradora revelando el precio del bolso.

—Novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve zenis— Dijo la mujer mirando al número que indicaba la caja.

El príncipe asintió y le extendió el dinero, y sin tomar su cambio el tono el bolso y se fue lo más rápido que pudo de allí.

Vegeta voló hasta un sitio tranquilo donde pudo examinar el bolso, él últimamente estaba teniendo problemas consigo mismo, estaba tendido fantasías, inocentes y no tan inocentes, se había vuelto adicto al olor de esas tres personas mezclándose, estaba teniendo sueños, junto hace dos días se despertó a la mitad de la noche, por alguna razón, el sentía que a sus espaldas, no solo su esposa estaba acostada plácidamente, sentía el olor de Goku, Bulma, y Milk mezclándose.

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Había buscado a Kakaroto por horas cuando lo encontró dándose un chapuzón en un río, probablemente buscando peces como el solía hacer, descendió su vuelo y se dio el lujo de observar a Goku por unos instantes, admirar su pelo mojado, esa sonrisa que mostraba lo bien que se lo pasaba él solo, era bonito.

—¡Oye Kakaroto! ¡Mira aquí, cabeza hueca!— Gritó el príncipe.

Cuando el Sayayin de clase alta obtuvo la atención del peli palmera, alzó su mano  con la bolsa.

—¿Eso es para mí, Vegeta?— Preguntó Goku escurriendo su pelo.

—No, no lo es, quiero que se lo des a tu mujer—

Goku se quedó confundido en ese punto —¿A Milk? ¿Por qué le haces un regalo a mi esposa?—

Vegeta trago frío —No, no es un regalo de mi parte, es parte de Bulma solamente finge que se lo has comprado tú —

Allí Kakarot sí entendió —¡Genial, déjalo en esa piedra!—

Vegeta obedeció, dejo la bolsa y se fue.

No podía tener a Goku, Bulma y Milk a la vez, pero se conformaba con hacer feliz a la pareja ajena desde fuera, donde podría ver pequeños momentos donde él solo podría soñar con ser incluido.