La familia que te elige -COMPLETO-

Capítulo 85 - La Campana del Baile

No soy dueño de Harry Potter, el Mundo Mágico ni de ningún personaje canónico.

Nota: Realmente espero que disfruten este capítulo. Puse mucho trabajo en ello y creo que salió encantador. ¡Que tengas un buen día!

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La Familia que Te Elige

Capítulo 85 – La Campana del Baile

Harry estaba increíblemente nervioso.

Solía estar muy nervioso. Todavía debía ser honesto, pero solía serlo también. Cada vez que un profesor lo llamaba, cuando alguien se le acercaba de repente, prueba ese tipo de cosas. Siempre sintió ese hormigueo profundo en sus entrañas que muy raramente en estos días se convertía en ansiedad o cualquier otra cosa a menos que estuviera pensando en su pasado y los Dursley.

Él y el nerviosismo eran bastante familiares.

El tipo de nerviosismo que sentía ahora era un tipo de nerviosismo muy diferente.

Se miró al espejo con creciente pánico. Deseaba ser más alto, tenía una figura mejor. Todavía pensaba que se veía bastante delgado, aunque más delgado en lugar de delgado desperdiciado o desnutrido, afortunadamente. Sus gafas estaban enteras al menos, sin signos de ser reparadas apresuradamente.

Se puso las túnicas de vestir. Sirius lo había llevado a un sastre durante el verano en Diagon Alley y le había conseguido algunos muy agradables. La túnica y los pantalones eran de un negro suave, bordeado de plata, con verde oscuro en el forro interior. Su camisa era blanquecina y su corbata también era plateada. Sirius le mostró un encanto que había puesto en su círculo y pasó de un oro radiante a una plata brillante. Todavía se sentía un poco ridículo usándolo, pero brillaba en el lío que era su cabello, igualando el resto de su atuendo.

En ese momento, frente a Sirius cuando probó el atuendo, pensó que se veía genial. Ahora sentía que parecía un niño con la ropa de sus padres para parecer adulto.

Todos los niños en el dormitorio parecían muy conscientes de sí mismos. Hablaron con susurros sombríos de creciente presión y nervios. La tensión aumentó cuando se adivinaron y todo lo que se necesitaría para que las cosas explotaran fue una chispa.

Alicia abrió la puerta y entró tan audazmente como un rayo.

"Bueno, ustedes son decentes", dijo mientras miraba a los niños conmocionados y avergonzados. "Como un favor para Harry, haré una inspección rápida y ofreceré algún tipo de ayuda antes de echarte. Bien, comencemos contigo."

Ella miró a Seamus. "Ese es un verde muy brillante que tienes en marcha. No está mal de otra manera. Pierde la corbata. ¿Oro y verde? Qué eres, un duende?"

"Soy irlandés", murmuró Seamus.

Enrolló los ojos y agitó su varita, cambiando la corbata a negra pero con un patrón verde más oscuro. "Allí. Es menos probable que intentes robar el oro de alguien y igualarás un poco tu cita. Ella va con un verde más oscuro gracias a Dios. Fuera de tu pop, Lucky."

Seamus se fue, sin saber si estaba agradecido por la ayuda u ofendido. Decidió caminar más rápido en la mirada de la niña mayor.

Ella le dio a Dean una inspección minuciosa. "No está mal, corte de estilo muggle que más te convenga. Nada malo en absoluto con un blanco y negro formal." Ella conjuró un impactante pañuelo rosa y lo dobló, deslizándolo en el bolsillo de su pecho. "Esto te dará un poco de color y ayudará a que coincida con tu cita."

"Gracias!" Dean dijo felizmente.

"Te facturaré por la mañana. Fuera de ti vete entonces." Ella se volvió hacia Neville. "Usted limpia bien al Sr. Longbottom. Me gusta el granate. ¿El color de tu casa? Te queda bien. Y ¿qué es esta hermosa flor?" ella preguntó, reorganizando suavemente el boutonniere en su pecho.