Vivir es tomar decisiones y saber lidiar con las consecuencias. Hay mentes trastornadas que son felices y mentes sanas que están enfermas, la línea entre la demencia y la rebeldía es apena existente.
—Hay algo mal en mi Alashya —sus manos se detienen a mi costados y su mirada busca la mía y se queda allí —Pero aún con toda mi locura yo no sería capaz de hacerte daño, no de esa manera —mis lagrimas han dejado de salir pero aún, estoy temblando —nunca obligaría a ninguna mujer a estar conmigo.
—¿Entonces que pretendías ?—se aleja lo suficiente para que su respiración deje de estar sobre mi.
—Solo estaba aburrido Daniels, no te lo tome personal.
Adopta una postura relajada, lleva sus manos a los bolsillos y toma asiento en un viejo gavetero que estaba en la habitación. La rabia y el cólera sube de nivel en mi.
¿Yo estaba muerta de miedo solo porque él estaba aburrido?, con esta idea en la cabeza mi razonamiento se nubla y ni siquiera me detengo a pensar.
Me abalanzó sobre él con una rabia que jamás había sentido, lo golpeo por todo su rostro y pecho, él ni siquiera intenta evadirme. Dejo arañazos en sus mejillas y continuó golpeándolo y gritándole todo tipo de groserías.
—¡Responde!—vuelvo a abofetearlo y por fin reacciona a mis ataques. Apresa mis manos entre las suyas, y me congelo ante la intensidad con que me mira —¿Por qué hiciste todo este teatro ?—vuelvo a preguntar.
Mantiene el silencio y frunce el ceño como si estuviese buscando la respuesta idónea pero no la consigue.
—Aveces no lo entiendo Alashya, no lo entiendo.
—¿Qué no entiendes Cavalier, qué eres un puto demente ?—me retuerzo en busca de que me suelte pero mis intentos son en vanos.
—No entiendo el porqué hago lo que hago, simplemente sucede y no siento arrepentimientos ni culpas, ni nada.
Su mandíbula se endurece y yo emito un gemido de resignación. Estoy en un lugar de locos, no se porque me sorprendo de que me pasen cosas extrañas.
—Estaba asustada, pensé que ...
No soy capaz de completar la frase, la sola idea me aterra.
—Pensaste que te arrastre hasta aquí para abusar sexualmente de ti —libero el agarre de mis manos, más no me aleje quede estática frente a él. Como si estuviese esperando algo más.
—Actuaste como un loco Cavalier, me besaste sin conocerme, luego me arrastras por un pasillo solitario y que no conocía, me encierras en una habitación vieja y alejada, yo simplemente no entiendo —finalmente me resigno y tomo asiento a su lado.
—También dije que quería volver a besarte —agradezco no estar mirando a sus ojos cuando dice aquello.
Creo que yo también estoy volviéndome loca, porque empiezo a recordar aquel momento de sus labios sobre los míos y un calor que reconozco me abraza.
—Básicamente también dije que me gustas —parecía decidido a no callarse nada.
Ni siquiera soy capaz de moverme siento que al menor movimiento voy a tocarlo y no podré contenerme. Así que tomo lo que considero la mejor decisión y me levanto de allí en dirección a la puerta de aquella antigua habitación.
—No parecías de las que huyen cuando tropezaste conmigo en ese pasillo —me detengo y siento como él se pone de pie.
Viene dando pasos lentos que son como una señal de que huya ahora que tengo el chance, pero no me muevo.
Decido hacerle frente, no soy ninguna cobarde. Un puto loco no me hará temblar y esconderme de miedo.
—No soy de las que huyen, más bien soy de las que no caen en estupideces y tú, y tu extraña actitud no van a hacerme flaquear Cavalier —respiro profundo.
Sonríe de manera retorcida antes de volver a acortar la distancia entre nosotros.
—Ya estás flaqueando Alashya, desde el momento uno lo estás.
Y sin añadir nada más, pasa por mi lado y sale de la estancia.
ESTÁS LEYENDO
Pequeña Vanidosa |REHAB|
Romance"Alguien debió decirle que los demonios mas oscuros vienen disfrazados de hombres candentes, maduros, ricos e indiferentes como Bastian R. Cavalier"... ¿Listas para ser parte de una historia perversa, risueña, realista, trágica, pasional, romántica...