༻Dimensiones entrelazadas༺

Una mañana no muy linda

[🔃-🔄]
[Cuando aparezca el 🔃🔄 significa que cambia de dimensión y esta en narración de tercera persona).

Estaba con la mente nublada por los recuerdos dolorosos de su relación anterior, y de la nada, se encontraba rodeado de personas que lo acorralaban. El ambiente se volvía opresivo al alrededor, y cada rostro le hacia recordar la crueldad que había experimentado en el pasado.

En medio de aquella tensión, un golpe contundente lo sacudió violentamente a un callejón. Sintió una mano en su cuello, apretándolo con fuerza y dificultándole la respiración, recordando aquella escena con su ex pareja. Su instinto de supervivencia lo instaba a responder con violencia para safarse, a devolver el golpe que le habían propinado. Sin embargo, los débiles sonidos de sus amigos resonaron en sus oídos, instándole a mantener la calma y prometiéndole que lo ayudarían. Pero ¿cómo podrían ayudarlo si ni siquiera estaban presentes? ¿Debía quedarse inmóvil y confiar en ellos? La sensación de impotencia lo invadió mientras luchaba con sus pensamientos tumultuosos.

En medio de ese torbellino mental, su mirada se encontró con la de su ex, el miedo volvió a surgir y este, quien no dudó en aprovechar la situación, le propino un golpe directo en el rostro. El dolor físico fue intenso y Kokichi reaccionó bruscamente, despertando de golpe de su cama. La realidad se hizo evidente: había regresado a la actualidad, recordando que unas horas atrás había tenido una cambiante realidad.

La cabeza le dolía intensamente y un hambre voraz lo invadió. Con cuidado, se deshizo de la cobija que lo cubría y se levantó de la cama, luchando contra las marejadas que amenazaban con hacerlo perder el equilibrio. A pesar de todo, logró salir de la habitación, dispuesto a enfrentar la realidad en la que se encontraba.
Los pasillos eran largos, probablemente demasiado. Su cabeza dolía y buscaba alguna manera de poder calmar aquel dolor. Entró a la cocina poco después.

Todos estaban sentados juntos, por lo que se sorprendieron cuando vieron a aquel chico entrar a la cocina, aún más cuando él nunca lo hacía en las mañanas.

-Buenos días -comentó Ouma mientras frotaba su ojo con pasos lentos y vacilantes. Su apariencia era extraña, desoladora, como si hubiera sido arrastrado por una tormenta tanto emocional como física.

Los demás, al notar de inmediato su estado, hicieron que el silencio invadiera la habitación.

-Buenos días, Ouma-kun -dijo Kaede, aún con la prominente incomodidad-; no te ves muy bien, ¿qué sucedió?

-Oh bueno, la verd-

-¿Te sientes bien, Ouma? -interrumpió Kirumi.

-¿Es otra de tus trampas para jugar con nosotros? -Kaito, con ceño fruncido, rompió la tensión que tenían los demás al preguntar de manera acusatoria.

-Solo vienes para jodernos la maldita vida -dijo Maki en voz baja.

El corazón de Kokichi se hundió al escuchar esas palabras. Se sintió atacado y traicionado por alguien en quien confiaba. Sus ojos se llenaron de indignación mientras se decía que eran personas distintas a las que él conocía. Ese no era el Kaito que él conocía, y aunque ciertamente esperaba una reacción negativa por lo que le había contado su otro yo, no esperó que incluso en las mañanas surgieran esas acusaciones.

-No... no tienes derecho a hacer suposiciones sin fundamento. Me siento realmente mal, y no necesito que me juzgues de esta manera -respondió con la voz temblorosa y mientras rodaba sus ojos a otro lado.

La tensión en la habitación era palpable. Los sentimientos encontrados se entrelazaban: el enojo de Kaito, la extrañeza de los demás y el descontento de Kokichi. Cada palabra pronunciada resonaba en el aire.

Kaede y algunos como Himiko, Tenko y Rioma se asombraron de la actitud y respuesta de Kokichi, además de que Akamatsu intentaba calmar la situación. Los demás observaban en silencio, sintiendo cómo la tensión se sumaba poco a poco. Era evidente que algo importante se estaba rompiendo entre estos dos personajes, y nadie sabía qué era o cómo repararlo.

La tensión en la habitación era palpable. Los sentimientos encontrados se entrelazaban: el enojo de Kaito, la extrañes de los demás y el descontento de Kokichi. Cada palabra pronunciada resonaba en el aire.
La cocina se convirtió en un campo de batalla emocional, donde las palabras resonaban como estallidos de cañón y los susurros se perdían en el aire cargado de tensión. El aroma a café recién hecho se mezclaba con el sabor metálico del asco y la ira latente.

Kaede y algunos como Himiko, Tenko y Rioma se asombraron de la actitud y respuesta de kokichi, además de que Akamatsu intentaba calmar la situación.
Los demás observaban en silencio, sintiendo como la tensión se sumaba poco a poco. Era evidente que algo importante se estaba rompiendo entre estos dos, y nadie sabía que era o cómo repararlo.

-¿Como se que no mientes? ¿Realmente te sientes así? Solo juegas Ouma, y hoy realmente nadie está de humor para tus estúpidas bromas.

-Y aún diciéndote que no miento, prefieres hacer más escándalo. ¡Que bien! Por si no lo sabías, puedo mentir. Pero también tengo un límite, me siento mal, estoy cansado de toda esta mierda.-hizo una pausa-;solo estoy cansado...¡Y aquí estamos! ¡Aquí estoy, como un perro escuchándote refuñar sobre lo que pasa cuando ni siquiera ustedes son capaces de oirme a mi!

La cocina se convirtió en un campo de batalla emocional, donde las palabras eran las armas.

Y aún con el dolor, Kokichi se acercó a Kaito con cautela.
-Lo siento ¿sí? Solo, estoy cansado paso algo horrible y no quiero empeorar nada más, ¿podemos hablar después?-su voz temblorosa tratando de encontrar una tregua en medio del huracán que había creado. Sin embargo, antes de que pudiera terminar su disculpa, recibió un golpe inesperado que lo arrojó al suelo. El impacto fue tan fuerte que le costó respirar, sintiendo cómo el dolor se extendía por todo su rostro y su cuerpo entero.

Kaito, quien por rabia y reflejo, lo golpeó en la cara hasta tirarlo al piso. Kokichi tosió fuertemente mientras todo el mundo se levantaba.

-¡Pero que mierda Kaito!

Algunos reaccionaron con sorpresa en indignación, tanto que empezaron a reprocharle a Kaito.

Kirumi se apresuro de ayudar a Kokichi a levantarse, él bruscamente busca aire mientras tiene el sentimiento de dolor impregnado; pero su mirada se encontró con la de Celestia Ludenberg quien había entrado con su figura enigmática reflejada de poder.

-¿Qué está sucediendo?-su voz silencia a todo el lugar-; ¿por qué Kokichi esta golpeado?
Ouma queda en Shock. Celestial Ludenberg la apostadora definitiva, aquella que tanto amaba estaba parado frente a él en carne y hueso.
Eso era como un sueño.

-Ven para acá Ouma.-demando ella.-Y ustedes, alejense antes de que mi paciencia se colme.

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Bueno en fin; se acabo el capítulo jsjs
Bye🐢🍓