BLACKPINK - ONE SHOTS

Blossom

Blossom      『Chaennie』

Cierta rubia se desplaza con suma rapidez por su habitación. Intenta buscar una ropa adecuada para la ocasión, y lo hubiese hecho antes de no ser porque se quedó dormida, ya que los eventos que habían ocurrido recientemente con los fans le habían dejado muy cansada. Cuando llegó a casa no tuvo tiempo ni de bañarse, solo llegó a su cuarto y se dejó caer en su cómoda cama sintiendo esta más cómoda que nunca, quizás era porque la necesitaba con demasía.

Cuando despertó desorientada con una tenue luz en su habitación, apenas la de la Luna entrando por la gran ventana a su izquierda, cae en cuenta que ya está muy atrasada. Se levantó e intentó hacerlo todo a una velocidad extrema, no sin antes enviar un mensaje a su cita del retraso y como final unas disculpas.

Agarra su chaqueta y se la coloca. Se mira nuevamente en el espejo y agarra su perfume favorito, el que casualmente solo usa en ocasiones importantes, y esta considerablemente era una de ellas. Se unta su perfume deleitandose con el dulce olor y deposita nuevamente el frasco en la cómoda. Se arregla el cabello adecuadamente y sonrie. Se siente hermosa y satisfecha.

Agarra su cartera y justo cuando está a punto de salir, una figura la sorprende.

—Oh, Rosie, ¿Has visto la última cartera que compré? Es que mañana tengo un evento importante y yo.. —Cada vez el tono de su voz disminuía. Inspeccionó detenidamente a la rubia y funció su ceño —¿A dónde vas?.

Inmediatamente Rosé se puso nerviosa. A ella no le gustaba ocultarle nada a sus unnies, pero a Jennie le tenía algo de miedo cuando se ponía sería.

—No he visto tu cartera unnie —Rosé evadió el tema y cerró la puerta detrás de ella. Intento pasar de largo pero su mayor la detuvo.

—¿A donde vas? —Insistió.

La neozelandesa suspiró y miro a todos lados nerviosamente intentando buscar una escapatoria. No la había. Regresó su atención a la azabache que la miraba molesta.

—Yo..

—Espera no me contestes. Se que vas a verte con Suzy —Dirigió su mirada a otra parte rezando por escuchar una negación inmediata de su contraria. Mas no llegó, y eso la decepcionó.

—Si unnie, y debo irme —Dijo pasando de largo la rubia. Detuvo su paso y echó un último vistazo a una azabache con la mirada perdida —Deberías preguntarle a Lisa. Últimamente agarra las cosas sin pedirlas —Dicho eso se fue sin despedirse.

Jennie respiró pesadamente por la nariz logrando que de esta saliera un fuerte sonido. Aun seguía impregnado en la atmósfera el dulce aroma del perfume favorito de la neozelandesa. Negó rápidamente y decidió adentrarse en su habitación, dando por terminada la búsqueda de su cartera Chanel. Se dejó caer en su cama aún con la mirada perdida. Unos ruidos llamaron su atención y dirigió su vista hacia un rincón de su habitación, donde pudo distinguir a un cachorro marrón y uno blanco con manchas luchando juguetonamente. Sonrió.

—Desearía que ella tuviera la misma confianza conmigo que tiene su cachorro Hank con el mío.. —Sus palabras y deseos más anhelados se quedaron en el aire como sólo eso: deseos.

Se dejó caer en su cama de largo mirando al techo, pensando en que hizo para merecer un amor no correspondido.

Recuerda que todo eso comenzó en un evento importantísimo al que ellas y el resto del grupo fueron invitadas. Ese día para su sorpresa notó a Rosé hablando animadamente apartada de todas las cámaras con una chica de cabello escarlata muy hermosa a su parecer. Ambas reían y ahí pudo mirar mejor el rostro de la chica reconociéndola como Bae Suzy, ex miembro de un grupo que hacía no mucho se había disuelto. Lo que le pareció extraño fue que Rosé entablara conversación con alguien que no fueran sus compañeras en eventos de ese tipo. Es cierto que ella era la que casi siempre se encargaba de dar los discursos ya que ella es la que habla con más fluidez en esos términos.