Capitulo 21

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Estos últimos tres años no habían sido nada fáciles pero si especiales, como el omega diría. Criar a dos cachorros con horarios apretados y demasiadas noches de desvelo por vivir, era el doble de agotador que antes. A veces, Win y Brigth pensaban que no podían más, pero luego veían a sus hijos reír de las travesuras que hacían y el crecimiento suspiraban, sonriéndoles de vuelta.
Para el año siguiente que Dome y Prim llegaron, ellos decidieron retomar sus estudios. Brigth eligió mercadotecnia, porque le ayudaría a tener un buen puesto en la empresa de su tío— donde actualmente trabaja—, y también le gustaba. Win decidió educación preescolar, porque bueno, adoraba a los niños. El omega trabaja como cajero en una estética luego de culminar sus días de estudio, una de las mejores en Chiang Mai, así que la paga era buena y, junto a la ganancia obtenida del alfa, estaban bien económicamente hablando.
Aquel día era muy caluroso, demasiado. Win estaba sentando en el sillón de su casa, con un bote de helado en sus manos y siendo acompañado por Prim y Dome, quienes estaban sentados sobre la alfombra. La pequeña aún vestía la camiseta de quizás dos talles más grande que usaba como pijama y Dome estaba sólo en pañales, ambos sostenían unos pequeños vasos llenos de helado con sus bocas y mejillas manchadas de éste. Mientras tanto, Brigth seguía en el patio trasero haciendo algo que el peligrís desconocía.
¡Papi!— la niña lo llamó desde el suelo, y Win suspiró cuando ésta se limpió el rostro con su ropa— Donde trabajas pintan cabellos, ¿verdad?

Claro que sí, bebé, lo hacen— le responde, deteniendo la acción de su hija para él mismo limpiarla con unas servilletas— ¿A qué se debe la pregunta?
Es que... Quiero que me pinten el mío, por favor.

¿Por qué, corazón?— deja en la mesa ratona las cosas y abre sus brazos, invitando a Prim a subirse en su regazo, quien no duda en hacerlo—, tú tienes un cabello muy bonito.
La niña hizo un pequeño puchero— Pero ni papá ni tú lo tienen. Tampoco Domi.
Tampoco nadie tiene las mejillas y los ojitos grandes como papá y tu hermano, ¿o si?
No, creo que no— niega con la cabeza, llevando un dedo a su boca—. ¿Eso qué tiene que ver?
Significa que ustedes son especiales, mi amor.

¿Eso es bueno?— su pequeña nariz se arruga levemente.

Mucho más que bueno— besa su frente y sus dedos hacen cosquillas en la pancita de su hija, provocándole unas tiernas y escandalosas risas que lo hacen sonreír.
¡Prim, Dome!— el grito del alfa se hace oír desde afuera.

Los pequeños cachorros atienden al llamado de su padre, corriendo con sonrisas en sus rostros hacia donde él está y ambos jadean de sorpresa ante la sorpresa que les ha preparado Brigth.

¡Una piscina!— la niña festeja dando pequeños saltitos de emoción y Dome chilla.

¡Sí, sí, sí!— el más pequeño aplaude con sus pegajosas manos y aún comiendo un poco del helado, la imagen enternece a ambos mayores.

¿De dónde la sacaste?— el omega pregunta mirando acusador a Brigth aunque su sonrisa no se borra, apoyado en el marco de la puerta trasera.

La robé— se ríe, viendo con cariño a sus cachorros celebrar a su alrededor por aquel regalo.
Es una piscina inflable y pequeña, del tamaño justo para que sólo ellos dos entraran y jugasen allí. Win niega ante las palabras dichas de su alfa y se aproxima a él, sonriendo al ver a sus pequeños muy felices.

¡Mira, papi! ¡papá nos consiguió una piscina!— Prim dice, entrando a dicho lugar que apenas comenzaba a llenarse de agua con la manguera que Brigth había puesto.

¡Y la robó!— ahora Dome entra, llevando unos cuantos juguetes inflables suyos.

¿Ah, si?— enarca una ceja hacia el alfa, sonando divertido—. ¿Para mi no pudiste robar un anillo de diamantes o algo así?

Poco a poco.

Win lo golpea juguetonamente en el brazo, y Brigth sólo responde atrayéndolo con un brazo envuelto en su cintura y tiene el rostro enterrado en su cuello, buscando llenarse del delicioso aroma de su omega y besar la marca que él ha hecho.

El verano finalmente había llegado a Chiang Mai y las vacaciones en la Universidad por igual, pero no en sus trabajos, así que lo más cercano al agua y un tiempo en familia sería esto, y los niños parecían felices.

¿Qué haremos para el cumpleaños de Prim?— el omega se abraza al azabache, enrollando sus brazos a su torso.

Podemos decirle a Saint que traiga a los gemelos y ya. Win asiente de acuerdo.

Prim me preguntó si podía pintarse el cabello.

¿No es muy pronto?— pregunta, algo extrañado—, tan sólo tiene 4 años y podría arruinárserlo.
Dijo que porque nadie lo tenía así, o sea, ninguno de nosotros.

¿Qué le dijiste?— inquiere antes de besar la coronilla de Win, mirando a los niños salpicarse el agua y gritar entusiasmados.

Que tampoco Dome y tú tenía los ojos y las mejillas como los demás y que eso los hacía especiales— se separa del otro, mirándole a los ojos— ¿Algún día le diremos?

Ya veremos, Winie— besa sus labios y pronto escucha unos quejidos de disgusto porvenir por parte de Dome y Prim, cosa que siempre sucede cuando la pareja se da unas pequeñas muestras de aprecio hacia el otro.

Brigth los mira con una sonrisa traviesa y prontamente los está rociando con la manguera, haciendo que ambos niños griten por el agua helada.

¡Papi, ayúdanos!— el pequeño Dome grita entre risas, sintiendo el agua chocar contra su espalda.

¡Brigth, deja a mis bebés en paz!— lo reprende con gracia y eso provoca que el alfa se gire a su dirección y comience a mojarlo por igual.

¡Perdiste también, papi!— Prim se burla, riéndose junto a Dome.

Y eran momentos como esos donde Win y Brigth los llevarían latentes en sus corazones.




(...)









¿Has sabido algo de Dew y Nani?— el omega le pregunta a Brigth, acotando su tarea de secar cuidadosamente el cabello de su hija con una toalla, después de haberla bañado junto a Dome.
Creo que se fueron de vacaciones— responde, terminando de ayudar a su hijo a ponerse la pijama.
¿Nosotros iremos de vacaciones?— la niña pregunta a la vez que se sola se pone su pijama para ir a dormir.
No creo, amor. Papá y yo tenemos mucho trabajo— el peligrís la arropa con la sábana hasta la barbilla, y por último, besa su frente.
Brigth deja a Dome en su cuna junto a la gran cantidad de peluches que contiene, y piensa en que pronto dejará de usarla, por lo que deberá trabajar más duro para comprar otra cama para el infante. Win se aproxima a donde está su hijo y lo besa también en la frente, y Brigth hace lo mismo con Prim.
¡Buenas noches, bebés!— el omega se despide desde la puerta, apagando las luces.
Buenas noches, papi— contestan al mismo tiempo con voces adormiladas.

Win sale de la habitación y suspira, apoyado contra la puerta. Aún seguía pensando que la paternidad no era tan divertida como algunos omegas la pintaban, pero se enorgullecía de si mismo por saber— junto a su alfa— cómo cuidar a sus cachorros. Algo distraído, caminó hacia su habitación, pero no tuvo previsto que el alfa saliera por un costado de sorpresa, causándole un chillido del susto cuando Brigth lo tomó por los muslos y lo cargó con facilidad, éste ajustando las piernas por reflejo en su cintura.
Es hora de que los papis— comienza a decir juguetón— se diviertan un poco a solas.
Brigth besa los labios del omega rudamente, haciéndolo jadear de sorpresa. Win envuelve sus brazos en el cuello ajeno y corresponde el hambriento osco que hace chillar a su lobo por la atención que recibe del alfa, y cuando las manos de éste están masajeando sus glúteos a su antojo, lo separa de a poco en un chasquido húmedo.
Diviértete solito— una de sus comisuras se alza con gracia, terminando por dejar fluir una carcajada cuando la chispa en los ojos de Brigth se apaga y lo mira ceñudo.
No seas pesado— lo deja lentamente en sus pies, haciendo un leve puchero.

Oh, tú no seas pesado— su mano sostiene el cuello de su camisa y de un tirón lo atrae de vuelta sobre él—. Ven aquí, y ámame, cariño.
Siempre lo hago, amor.

Vuelve a besar sus labios, ahora con lentitud y disfrutándolo.

Mi alfa— jadea, siendo desvestido del torso.

Mi omega— murmura con lentitud, mordisqueando la marca que lo unirá para toda la vida a la persona que más ama.

VEN AQUI Y ÁMAME. BWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora