Capítulo 15

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¿Cómo van las cosas con Brigth?— Nani pregunta mientras mete una cuchara al bote de helado de fresa y lleva un poco de éste a su boca, mirando inquisitivo al omega.

Win encoge sus hombros— Ha estado gruñón últimamente.

¿Alguna razón en especial?

Consiguió un nuevo trabajo, por la noche. No duerme bien y eso le pone de mal humor.— comenta en un suspiro, recordar las pocas veces que tuvo que lidiar con su actitud de fuego y terminar en disculpas apesadumbradas por parte del alfa le provocaban dolor de cabeza.
Me imagino.

Además, ayer llegaron los resultados de la Universidad en la que aplicó... —tuerce los labios, y el menor comprende de inmediato.

¿No fue aceptado?

Pasó el examen pero, no le dieron un lugar porque estaban excediendo el límite de alumnos. Fue una mierda, eso lo dejó peor.
Lo siento por él.

Está triste, aunque diga lo contrario.

Habían transcurrido tres semanas desde que salieron de vacaciones. Zee, Saint y Dew estaban en el viaje de graduación para ese entonces, así que el único amigo que tenía a disposición era Nani, el cual ese día fue a visitarlo y ahora se encontraban juntos en la sala de su hogar. Su compañía era agradable y a Win le divertía lo inusual que podía ser éste en ciertas ocasiones.
¿Qué harán para vacaciones?

Probablemente nada. Brigth seguro trabajará todos los días.

¿Y tú?— quiere saber mientras lo apunta con la cuchara, frunciendo el ceño luego cuando Win se la arrebata y come el helado con ella.
Me quedaré aquí, con él. No quiero salir de paseo mientras él trabaja día y noche, literalmente. No es justo.
¿Aún sigue con la idea de que no trabajes?— blanquea los ojos.

Ahora si no puedo hacerlo. Casi no aguanto mucho tiempo en una posición, me cansó mucho y la espalda me mata.
Oh, lo siento.

Está bien. Valdrá la pena.

Mierda, esto debería ser sorpresa pero... El tío Chiva’are está organizándote un Baby Shower con mi familia. Si te dicen algo, actúa sorprendido y no digas que la cagué.
¿De verdad?— su sonrisa es tan grande que le duelen las mejillas, apreciaba demasiado al padre de Brigth por ser quien más lo apoyaba en todo, y escuchar aquello lo llenaba de felicidad—. Que lindo de su parte.
Él es así.

Ellos continúan hablando de diferentes cosas, Nani le cuenta sus planes para las vacaciones y le dice que si gusta, se puede unir a él. El sol se ha ocultado cuando Brigth llega finalmente, luciendo un rostro agotado y hastiado de todo.

¿Qué haces aquí?— es anexo a saludar en un gesto cordial cuando Brigth nota la presencia de Nani, sólo absteniéndose a dirigirle una pregunta hostil a su primo, quien no se ve turbado ante la actitud.
Haciéndole compañía a Win y mi sobrino, nada más.

Ya puedes irte, entonces.

Brigth, no tienes que ser grosero.— el peligrisaceo le dice, regañándolo.

Sin prestar atención, Brigth se encamina hacia la cocina para prepararse de cenar.
Bueno, te dejo, Phi. Nos vemos después.— lo abraza cortamente en despedida, para después salir de la casa e irse.
Suspirando, Win va a donde el azabache con los pies hinchados y masajeando su estómago cuando siente al bebé moverse un poco fuerte.
No tienes por qué ser así con Nani.— comienza, viendo a Brigth de espaldas maniobrar entre utensilios y alimentos para cocinarse algo.
¿Qué hacía aquí?

Él te dijo, sólo me acompañaba.

No quiero que venga cuando no estoy.— gruñó, girando sólo para mirarlo un segundo y que su descontento se hiciese notar en su expresión.
Brigth, mira... No me gusta Nani, ¿bien? Me gustas tú.

Ya lo sé.

¿Entonces por qué eres así?— eleva la voz y su entrecejo se hunde—. Acepté ser tu omega, acepté que ataras la flor en mi muñeca. Brigth, ¿por qué dudas de mi?
No dudo de ti.

¡No confías en mi!

¡No se trata si confío o no!

¡¿Entonces de qué mierda se trata?!

El alfa suspira, agarrándose de la encimera, ve el movimiento de sus músculos al tensarse y Win sabe que está conteniéndose, intentando guardar la calma.
Iré a dormir.— guarda las cosas que antes estaba usando y lo poco que logró cocinar, el apetito esfumándose de su sistema tan rápido a cómo llegó.
Se acabaron las vitaminas.

El azabache saca dinero de su bolsillo y lo pone en la mesa, yéndose al mismo instante.
Win hace un ruido exasperado con los labios apretados mientras toma el dinero. Va por su abrigo que está en la sala, antes de salir. Necesitaba distraerse.
En el supermercado toma un carrito para apoyarse ahí y caminar con comodidad. Dentro de éste pone algunos jugos de soya, leche de sabores para Brigth y un poco de pan para sándwiches. Es suficiente. Con todo listo, va a la caja a pagar. Dejando todo en la cinta negra de la caja para que sea registrado, un carrito choca con el de él y se voltea sorprendido ante el estruendo.
Perdón, fue un accidente.— una omega de cabello oscuro y piel blanquecina dice, reverenciando cortas veces, apenada. Parece tener la misma edad que él, o tal vez unos cuantos meses más grandes.
Está bien, no te preocupes.— le devuelve el gesto, sonriente.

Oh, Dios— se acerca un poco más a él, abriendo sus labios y sus ojos bonitos rasgados—, estás embarazado.

Eso me temo.

Es encantador. ¿De cuánto estás?

A Win, lejos de incomodarle o extrañarle la emoción con la que la joven curiosea, se muestra a gusto— Casi 7 meses.
Es niño, ¿verdad? Puedo olerlo. Yo tengo una niña.

Debe ser lindo.— asiente, sonriéndole de nueva cuenta.

Son 2.418 con 21 wones, amigo.— la cajera avisa, interrumpiendo.

Win paga la cantidad justa y espera por el cambio, girando a mirar a la omega antes de poder irse.
Nos vemos por ahí...

Pam .— dice ella, estirando su mano para que el otro la tomara. El peligris la sostiene, agitándola suavemente.
Win.— hace saber como despedida, agarrando sus bolsas y yéndose a su hogar.









(...)











Cuando ya ha tomado sus vitaminas y se ha cambiado por una muda de ropa para dormir, entra a la cama, acostándose al lado de Brigth, quien parece despertarse algo desconcertado y con su largo cabello cayendo por su rostro.
¿Winie?

Sigue durmiendo, Bai. Todavía es de noche.— abre los brazos del alfa para envolverse entre ellos, quien no duda en recibirlo gustoso.
Se mueve un poco buscando una mejor posición, el calor y el sutil aroma que desprende el cuerpo de Brigth lo arrullan cómodamente y suspira. Ama dormir así con él. Cuando por fin el sueño comienza a pesar en sus párpados, un sollozo irrumpe el silencio en la habitación y, mierda, es Brigth.
¿Brigth? ¿Estás bien, amor?

N-No...— la voz entrecortada causa estragos en Win, sus manos se dirigen a correr los mechones de cabello que no le permiten ver bien a Brigth y su pecho se aprieta cuando encuentra sólo los ojos apretados fuertemente y el fantasma de algunas lágrimas recorriendo la piel de su rostro.
¿Qué está mal?— se asegura de que su voz sea suave y cariñosa, acariciando sus mejillas— Habla conmigo, Bai.
Es que, siempre soy un idiota contigo y tú sólo... E-Eres muy bueno.

Tranquilo, alfa. Ya estabas bien, el trabajo y lo de la universidad te tienen así.

Brigth sorbe su nariz, asintiendo.

Aún así, perdón.

Está bien, Brigth, no estoy molesto.

Y sobre lo de Nani...

Después hablaremos de eso. Ahora necesitas descansar, ¿si?

Bien.— las manos de Win borran cualquier rastro de lágrimas bajo sus orbes, y él lo agradece en silencio, abrazándolo un poco más fuerte.
¿Por qué no trabajaste hoy, sin embargo?

Están fumigando el bar. Volveré hasta dentro de dos días más.

Mejor. Mereces descansar.

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