Six

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¿Cómo odias a una persona a quien ni siquiera conoces?

Pues Lalisa odiaba a Taehyung y ni siquiera sabía como se veía, ni mucho menos como era.

Era mala idea, si era descubierta entrando a una habitación a la cual no estaba autorizada a entrar era como entrar a una cueva con miles de leones en ella. No debía olvidar su posición como rehén. En cualquier momento la podrían asesinar.

Quería entrar a la habitación de Taehyung, y a pesar de las advertencias de su cabeza, las ignoraria.

Entró y vio a un rubio acostado en una cama grande y como, era como si un ángel estuviera descansando. Se acercó y se dio cuenta de que a pesar de su estado se veía realmente bien.

Quería tocarlo, pensaba que sería como un muñeco de porcelana por lo suave que era su piel.

Tenía envidia, a sus ojos eran casi iguales, sin embargo Jungkook lo seguía prefiriendo a pesar de sus desesperados intentos para llamar su atención.

Estaba a tan solo milímetros de su rostro hasta que la puerta se abrió.

Jungkook llevaba una bandeja en la que había un suave paño de seda con un jarrón de agua que suponía se encontraba tibia.

—¿Tu qué haces aquí?

—Y-yo solo quería v-ver a su p-prometido.

—Pues ahora que lo viste, lárgate de aquí.

El Emperador avanzo hasta donde se encontraba su amado y dejó la bandeja en una pequeña mesa en noche a su lado. Tomó el paño y lo humedeció en el agua para lego comenzar a limpiar el rostro del rubio.

La pelinegra caminó hasta la puerta pero hecho una última mirada hacia el par de enamorados en frente suyo. Al ver esta escena su corazón se partió y por inercia preguntó:

—¿Por qué él y no yo?

El Emperador iba a ignorarla sin embargo se acercó demasiado, y el siempre se caracterizó por odiar a las personas que no lo respetarán.

Se levantó y empujó levemente para alejarla.

Por otro lado Taehyung comenzó a despertar y lo primero que miró fue a Jungkook sosteniendo a la pelinegra, muy cerca, demasiado cerca.

Lalisa sonreía y por el ángulo Taehyung no podía ver la expresión de Jungkook.

—Sal.

Susurró en un tono severo. La tomó de la mano y la sacó. No volvió a entrar a la habitación por unos largos minutos en los que Taehyung sufrió con un punzante dolor en su corazón por pensar lo peor.

Cuando Jungkook regresó vio al rubio acostado de costado y estuvo a punto de gritar de alegría cuando vio que estaba llorando.

—C-cariño ¡despertaste! ¿Por qué lloras?

—Por favor, no me llame cariño—dijo en un tono bastante cortante.

—L-lo siento Taehyung—se disculpo—¿P-por qué lloras?

—No estoy llorando simplemente es la reacción de mi cuerpo al ver luz después de algún tiempo.

—Está bien—suspiró—¿Quieres que llame al doctor? ¿Tienes sed?

—No. Simplemente quiero ir a otro lugar.

—Tu casa esta destruida, puedes quedarte en el-

—No.—dijo sin titubear—No se preocupe, mi amigo nos dará posada mientras mi casa se reconstruye.

—No es molestia—aseguró—de hecho me agrada—confesó.

—Pues a mi si me incomoda—dijo rompiendo el corazón del peliegro—Así que gracias por su ayuda, pero ya no la necesito.

Iba a decir algo más pero alguien más entro.

—¡Hijo mio! ¿Estas bien? ¿Quieres algo?—gritó su papá. Él era el más afectado por pensar que todo fue su culpa—Lo siento tanto, yo fui el que causó todo esto.

—No es tu culpa papá, pero lo único que quiero en este momento es irme de aquí. Estoy seguro de que la familia Park nos dejaras quedarnos en su casa y-

—Pueden quedarse aquí el tiempo que ustedes quieran—aclaró Jungkook interrumpiendo al menor.

—Nos podríamos quedar en la mansión Park, Jimin me dijo que su padre nunca está en casa y siempre estará abierta para nosotros.

—Hermano, el Emperador nos ha ofrecido el casti-

—Pero no me siento cómodo aqui—dijo ignorando completamente la presencia del azabache—Además estamos violando su privacidad.

—Eso lo hablaremos luego—intervino Namjoon cambiando de tema—¿Pero como te sientes hijo?
¿Necesitas algo?

—No papá, ya te dije lo único que necesito.

—Está bien, haremos nuestras maletas—miró a Jungkook—Muchas gracias por su amabilidad Emperador, pero nuestro hijo se sentiría más cómodo con su amigo.

Jungkook solo asintió y esperó a que todos se fueran.

"¿Por qué quiere irse?" Se cuestionaba internamente.

Cuando solo quedaban ambos en aquella habitación Jungkook quería acercarse y hablarle, pero Taehyung simplemente se giró y fingió dormir.

Ni él mismo sabía el porqué de su enojo, sin embargo algo en su interior se movió cuando recordó al azabache agarrar de la cintura tan íntimamente a esa chica, y a ella con ojos y una sonrisa enamorada en su rostro.

Cuando por fin habia creído encontrar un amor con el que fuera correspondido sus esperanzas se fueran a la borda.

Pero no recordaba un pequeño punto, Y es que estaba comprometido con él, y no era tan fácil dejarlo ¿O si? La noticia aún no fue publicada entonces era muy fácil. Sin contar que su corazón le dolía un poco.

El rubio se sentó e la cama y antes de que el pelinegro saliera de la habitación habló.

—No acepto su propuesta de compromiso, y por favor le pido que se olvide de mi y de mi familia.

—¿Por qué no me quieres? ¿Tan horrible te parece la idea de estar conmigo?—preguntó casi soltando un llanto.

En el poco tiempo que lo conocía realmente, se dio cuenta de lo hermoso que era interna y externamente.

—Me parece horrible la idea de casarme con alguien a quien ame, sin ser correspondido.

Entonces ¿significaba que lo amaba? Iba decirle que también lo amaba, pero los padres del menor entraron dándole ropa para que se vistiera y salir de allí lo más pronto posible.

Taehyung entró a un lugar en el que se podía vestir tranquilamente.

Después de dejar todo listo los Kim estuvieron listos para partir. Y sin dejar una una sola mirada atrás el menor se fue de allí dejando a un pelinegro algo triste y confundido sin darle la oportunidad de aclarar las cosas.












The king's wishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora