Ten

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Despertarse en los brazos de la persona que amas es bastante gratificante y satisfactorio. Pero para Taehyung era más que eso, él por fin se sentía amado, realmente amado. Sin ningún interés de por medio.    

Por fin amaba.

Era temprano, sin embargo Taehyung se ya se había despertado. Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue el rostro tan definido del mayor. Jungkook tenía una mandíbula definida, labios finos, perfectos para Taehyung, una nariz casi perfecta. Tenía una cicatriz, casi no se notaba pero a Taehyung le encantaba. Realmente Jungkook fue favorecido por los dioses, al igual que él al estar tan cerca.

Además de ser hermoso era realmente inteligente, fuerte, romántico y simplemente perfecto.

Se quedó observándolo por varios momentos. Bebía aquella vista una y otra vez. Sus brazos lo apegaban a su fuerte pecho, su abdomen estaba marcado con un perfecto six pack.

Soltó un suspiro enamorado, no creía que podía enamorarse así.

Jungkook frunció el ceño, estaba despertando. Taehyung fingió estar dormido nuevamente. El mayor se estaba acostumbrando a la luz cuando vio una hermosa cabellera rubia entre sus brazos.

Sonrió para sí mismo siendo enormemente feliz por aquella presencia. Besó su frente. El rubio se "despertó" fingiendo sueño. Cuando hizo contacto visual con Jungkook sonrió.

—Buenos días Tae~—saludó meloso el azabache.

—Hola—saludó tímido el menor. El no era bueno con las palabras, en su lugar se acercó y dejó un cálido beso en la mejilla de Jungkook.

Jungkook no se conformó con eso así que se acercó a Taehyung y lo beso tiernamente en sus labios.

—Debemos despertarnos. Debes regresar a casa. Tus padres suelen estar preocupados—dijo Jungkook.

—Quedémonos así un momento más así—pidió saliendo de su escondite entre aquellos fuertes brazos. Luego sonrió—Por favor.

Maldita sonrisa cuadrada. Jungkook diría que si a cualquier cosa solo por verla.

—Sólo un momento mas—accedió.

Ambos se quedaron en silencio disfrutando de la compañía del otro.

Cuando creyeron pertinente, salieron de la cama para comenzar su día.

Después de tomar un deliciosos desayuno, el azabache ordenó qué preparen el carruaje para ir a la mansión Park.

En medio del camino, Jungkook habló.

—¿Recuerdas a Lalisa?

¿Qué si la recordaba? ¡Por supuesto! Esa mujer casi acaba con su felicidad. Quería decir que no quería escuchar ese nombre, pero se limitó a asentir.

—Su hermano va a venir, le voy a decir que se la lleve. Firmaremos otro acuerdo de paz y no habrá problema.

—¿En serio?

—Ella nos causó problemas, no quiero a alguien que te afecte cerca de mí ni de ti.

El resto del viaje fue tranquilo hasta que llegaron a su casa.

—Por cierto ¿Qué pasó con mi casa?

—La estamos arreglando, en unos días estará lista.

El rubio solo asintió tomando la mano de Jungkook para caminar.

Al entrar se encontraron con su familia preocupada.

—¡Hijo!—gritó Namjoon preocupado.

—¿En donde estaba?—preguntó casi llorando Seokjin.

The king's wishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora