¡Un café! Por favor

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Todos los días, y a la misma hora, una repostera abría su cafetería, el olor dulce de los postres y el sonido de las máquinas haciendo el café ya le era habitual, atendía a todos sus clientes con una sonrisa, poner su propio negocio era algo que siempre había querido.

Esa Tica tenía un horario, se levantaba temprano, se alistaba, preparaba todas las cosas y se iba a trabajar, tenía sus propios cocineros y meseros, realmente no necesitaba estar atendiendo a las personas, pero bueno, le gustaba hacerlo, podía tomar café tranquila y cuidar a sus plantitas.

Ese día ella quedó en el mostrador, había otra cosa que le gustaba mucho, y cada que se acercaba la hora se ponía más ansiosa.

Cuando por fin la hora llegó, ella vio que un hombre entro por la puerta, alto y en traje, se acercó y se quedó un momento mirando los postres exhibidos, siempre venía y pedía un café negro, acompañado de algo chiquitico para comer, después se sentaba en una mesa de dos y se ponía a trabajar desde su computadora, se veía como alguien importante.

-A black coffee, please- dijo con una sonrisa en su rostro, aquel extranjero la ponía muy nerviosa, tanto que le tomo unos segundos reaccionar-

¡-oh! Está bien, un café negro...¿algo más?-

-And a meat pie- señalo un pastelito exhibido, solía pedirlo a veces, aunque fuera algo pequeño.

-Muy bien, serían 1800 colones-

El hombre pagó y se fue a sentar, para como de costumbre ponerse a trabajar, la costarricense solo quedó mirándolo unos segundos, en cerio que se veía tan.... Bien, le gustaría poder acercársele y hablarle pero no tenía ni idea como.

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Todos los días (o al menos cada que podía) un estadounidense conducía a la misma cafetería de siempre, le quedaba un poco lejos de las oficinas donde trabajaba, pero eso no le importa, solo seguía yendo al mismo lugar para así poder ver a la nación que trabajaba hay.

No sabe en particular que le gusta, ¿Quizás esa sonrisa contagiosa que le daba? ¿O sus grandes ojos verdes? Se sentía decepcionado de sí mismo de que ninguno de sus intentos de coqueteo funcionará.

-A black coffee, and also your number please- Decía él, con una sonrisa picará, mostrando una postura dirigida a la chica. Pero ella solo lo miraba confundida, y seguía como si nada. Y siempre que ella le servía su pedido este le lanzaba algún piropo, pero la contraria ni se inmutaba.

-(Ugh, face it America, that girl is just ignoring you, you look like an idiot.//Uf, acéptalo, América, esa chica simplemente te está ignorando, pareces un idiota.)-

Pensaba para sí mismo, y suspiraba pesado, ¿Como atraería la atención de la costarricense?

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Costa Rica se acercó a la mesa con el pedido. -Un pastelito de Carne y un café negro- entrego la comida en la mesa

-Thanks princess- su miraba delataba sus obvias intenciones, pero esto ella no lo notó, solo sonrió cortésmente para luego disponer a irse.

-!!!.... Miss!- Derrápente Estados Unidos tomo su manó, no quería perder otra oportunidad. No, era ahora o nunca. -I don't know how busy you are but...I would like to talk to you//(No sé qué tan ocupada estás, pero... Me gustaría hablar contigo)-

Esas palabras salieron apresuradas de su pecho, se le veía claramente rojo y avergonzado, tomando un comportamiento totalmente diferente, quizás por la presión había perdido esa confianza... Al menos lo había echo y la tica no se mostró indiferente esta vez, ¿Estaba sorprendida? ¿Asustada? ¿Hablo muy fuerte?

-¿Conmigo?...oh- ¡Claro! Deja término de atender y vengo- Sonrió apenada y regresó al mostrador.

Después de un rato, Costa se tomó su tiempo libre (más temprano de lo habitual) y se sentó en su mesa con un café con leche en sus manos, Estados Unidos trato de hablar y verse lo más calmado posible, aunque su corazón latía rápido, ya tenía su atención, no quería arruinar eso.

-¿Pasó algo malo señor?-

-No, no, nada malo, y llamame USA si quieres-

-Está bien, USA- Sonrió ella

-Yo solo...em...M-Me gusta tu café- Luego de decir aquello se maldijo a sí mismo en su mente, vaya cobarde.

-¿Le gusta?- pregunto ella como si no lo supiera -¡Me alegra mucho! Todo el café viene de mi tierra, es de las cosas que más exportamos-

-I see that- Miro él su taza ahora vacía -Your cafeteria is very comforting, I like working here-

Costa Rica quedó alagada por esas palabras, se podría decir que tenía mariposas morpho revoloteando por su estómago, ¿Esta conversación estaba pasando? Aparentemente si y le encantaba.

Siguieron hablando un buen rato, intercambiaron números y en general se les veía a ambos bastante felices, cosa que notaron algunos de los meseros.

-And then he fell with everything and his lunch, UN almost killed him when he saw the disaster//Y luego se cayó con todo y su almuerzo, la ONU casi lo mata al ver el desastre- La potencia río bastante fuerte, cosa que también le hizo gracia a la latina.

-Oiga, Costa- En eso se acercó uno de los meseros -Ya vamos a cerrar-

-¿Tan rápido?- Ella miró su reloj sorprendida, ese "rato" le llevo todo el día, no se había dado cuenta para nada. -Es verdad, pueden irse, terminaré de limpiar todo- se levantó acomodándose un poco su vestido y volvió a ver a Estados Unidos, quien estaba recogiendo sus cosas-

-Gracias por la plática, nos vemos mañana- El tomo su mano y en un gesto muy romántico (y tampoco es que se lo pensará) le beso la mano, para después irse del lugar.

-...-

-...-

-E-Él...él me...- Ella entonces tapó su rostro completamente roja, parecía una adolescente enamorada, lo que le hizo gracia a aquel mesero y al resto que andaban de chismosos.

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Lo que dijo Estados Unidos fue verdad y regresó al día siguiente, como siempre, pero esta vez aquellos piropos si iban a ser entendidos y correspondidos.

𝑺𝒕𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒎𝒚 𝒍𝒐𝒗𝒆//𝑫𝒓𝒂𝒃𝒃𝒍𝒆𝒔 𝑪𝒐𝒔𝒕𝑨𝒎𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora