Un beso en la noche

72 6 2
                                    


✰ ✰ ✰

La guerra siempre será el peor lugar donde un país se puede meter, y para una joven nación como Costa Rica, solo quería desear que el bando enemigo se lo tragara la tierra mágicamente y así nadie de su gente tenga que pelear.

Ella no es precisamente una "chica ruda" (para la época tampoco era muy común que una mujer se saliera de sus estándares como... bueno, ¿mujer en el 1856?) es más, se puede decir que realmente estaba muy asustada, pero sabía que tenía que ser valiente, y ayudar en todo lo que se le fuera posible, no le dieron un arma, pero ayudo como enfermera, cocinera, remendando trajes, incluso en vigilancia, Pancha la ayudo en todo lo que la chica necesitará, le enseño todo lo que sabía, y mora le aseguraba que iban a lograr vencer a esos odiosos filibusteros.

Solo había una cosa que la chica no entendía... o bueno, un país.

Estados Unidos estaba muy de lejos de ser el causante directo de la guerra, sí, Washington dio su consentimiento para que Walker y sus tropas fueran a conquistar nuevas tierras, eso les beneficiaría, pero solo fueron unos irrelevantes a decir verdad, no el ejército completo, además, el country fue como ellos como si fuera un pasante, trataba la guerra como si fuera un chiste bajo la opinión de ella, supuso que es porque él no puede morir y por eso hacia lo que le diera la gana, pero aun así no mataba directamente, solo veía el caos, era bastante molesto para ella, como el país que la invadía ni siquiera le ponía empeño en hacerlo, era como si solo quisiera joder por joder.

Pero bueno, iban ganando, todo acabaría pronto.

En una de aquellas noches de vigilancia, ella se encontraba bastante tranquila, no vio mucho moviendo del enemigo en el bosque, el ejército marchaba, daría el 20 de marzo para su próximo enfrentamiento si todo salía bien, así que, se dio un tiempo para recolectar flores, amaba hacer eso después de todo.

"Estas se ven lindas" Pensó ella, sosteniendo una pequeña flor blanca de cuatro pétalos, para después guardarla con cuidado junto a las otras flores, su flor favorita era una muy linda de color morado y pétalos grandes, le gustaría encontrar una para acomodársela en su cabello, así que, se dispuso a encontrar una, pero en lo que buscaba se pinchó accidentalmente un dedo.

-¡Ay!- se quejó la costarricense, ese pinchón había hecho que su dedo soltara una gota de sangre, algo que claramente no le gusto mucho, se limpió con cuidado y se fijó en la causa del punzón, era una rosa (o así creía que se llamaba, ella recuerda como su padre tenía muchas de estas cuando llegaba en aquellos barcos coloniales) había oído escuchar al general que iban a "Santa Rosa" pero ese solo era el nombre del lugar, no esperaba realmente encontrarse con una de ellas.

Tomo la rosa con cuidado para darse cuenta de que estaba arrancada, sin embargo, no veía más rosas en el lugar, además, aquella flor había sido cortada recientemente puesto a que no mostraba síntomas de marchitarse, aun así, era una florecita muy bonita, así que decidió conservarla junto con las demás, quitando cuidadosamente sus espinas con un cuchillo que traía... y que no debería tener a estas alturas de la noche, ya que no había mucho peligro.

-so you like...-

Hablo alguien de repente y ella se asustó, pegando un grito ahogado, mirando para todos lados.

-Hay, tranquila, no te voy a matar- Río, el más alto, acercándose a Costa Rica, tratándose del gringo que portaba su uniforme (algo sucio y rasgado)

-¿Q-Qué? ¿Qué haces?... ¿Hablas español?-

-Pues el queridísimo señor imperio me enseño una cosa o dos, so, sí, my lady- hablo de forma suave, hasta se puede decir que de forma coqueta

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 21 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑺𝒕𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒎𝒚 𝒍𝒐𝒗𝒆//𝑫𝒓𝒂𝒃𝒃𝒍𝒆𝒔 𝑪𝒐𝒔𝒕𝑨𝒎𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora