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Diez meses después.

Era de madrugada cuando Katsuki llegó a su hogar, entro a hurtadillas no queriendo despertar a nadie. Mucho menos a su bebé, que despertaba hasta con el más mínimo ruido y hacer que se durmiera era realmente tedioso.

Entro a su habitación encontrando a su esposa sentada en la cama leyendo algo con atención, de espaldas a la puerta ajena a la llegada de su esposo que se acercó por atrás.

— Pero entonces como es que...ah!- Chillo al sentir que le abrazaban y la jalaban hasta el centro de la cama.

— Guarda silencio, te van a escuchar.- Jugo cubriendo sus labios. Ella rodo sus ojos.

— Eres un idiota, casi me das un infarto.

— Lo siento, pero es que te veías tan centrada que no me resistí.- Beso su hombro viendo la tableta.— ¿Que lees?

— Un nuevo caso, me pidieron asesoría y necesito estudiar.

— Estás de vacaciones  mándalos a la mierda.- Deslizo sus labios por su cuello, dejando pequeños besos que le hicieron Suspirar.

— No puedo hacerlo, ellos me cubrieron cuando estaba cuidando de Himeko cuando enfermo. Debo devolverles el favor.

— Y planeas estudiar cuando podemos estar haciendo otra cosa?- Alzó una ceja, Kayla suspiro.

— Que planeas?

— Prometí un viaje para nosotros dos después de que Himeko naciera. Estás sana, estoy curado de mi operación. No hay excusas.

— ¿Que hay de tú trabajo?

— La ciudad no se hundirá en dos días.- Se encogió de hombros. Kayla suspiro.— Anda, di qué si..te necesito Hottie.

— Mmm.- Cerro sus ojos sintiendo las caricias de su esposo en su cuello.— ¿Que tanto me necesitas?

— Yo demuestro con acciones, preciosa no con palabras.

Cuando Kayla ataco sus labios a besos, el llanto de Himeko resonó en la casa. Ella suspiro alejándose de él.

— Que sea este fin de semana.

—  Habla con tu madre, que cuide de Henko y Himeko un par de días.- Se puso de pie.— iré a ver a la princesa.

— Quizá tiene hambre. Deje su biberón en...

— Lose. No te preocupes, Hottie.- le guiño un ojo saliendo del cuarto.

Cuando Katsuki llegó a la habitación de sus hijos, sonrió levemente cargando a su pequeña princesa que al ver a su padre estiró sus manitas hacia él.

— Ya, ya princesa. Papá está aquí.- La cargo con cuidado pegándola a su pecho, Palmeo su espalda cuando la sintió acurrucarse en su cuerpo.— Tuviste una pesadilla? No te preocupes princesa, papá ya está aquí.

— ¿Papá?

— Hola campeón.- susurro al ver a Henko despierto en su cama, se cerco con Himeko entre sus brazos sentandose a su lado.— ¿Himeko te despertó?

— Si, es muy ruidosa.- Se quejo frotando sus ojos.— ¿Atrapaste villanos hoy?

— Así es, tres.

— ¿Tan poquitos?

Katsuki bufo.

— No es tan fácil, Hen.- Revolvió su cabello alejando su collar del agarre de las manos de Himeko que comenzó a babearlo.— No mi amor, te hará daño.

— Papá, cuando sea un héroe. !Atrapare villanos junto a ti, para que sean más!

Katsuki sonrió levemente al oírle.

HealingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora