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Cuando Katsuki abrió sus ojos cansado soltó un quejido ante el dolor de su cuerpo, se quitó la mascarilla de oxígeno y los cables que se encontraban conectados a su cuerpo, trato de ponerse de pie pero el chillido de la máquina lo enordecio sorpresivamente alertando de sus acciones al personal médico que no dudaron en llegar al héroe con rapidez.

- ¡Señor Bakugou! ¡tranquilisese!

- Mi hijo, ¿dónde está mi hijo?- Bramo con dificultad debido al dolor de su garganta.

Trataron de empujarlo hacia la camilla pero el se mostró reacio, queriendo levantarse en búsqueda de su bebé.

- ¡El está bien!

- !Quiero verlo! ¡Necesito verlo!- Repetía una y otra vez apenas pudiendo enfocar su alrededor, pero pronto fue empujado a la camilla debido a un pinchazo en el brazo.- Henko!

- El está bien, está con su amigo...el sr. Kirishima.

Eso pareció tranquilizarlo un poco por lo que dejó de luchar contra el agarre de los enfermeros, miro sus heridas. Sus brazos tendrían cicatrices nuevas, pero lo que le molestaba con intensidad era su ojo izquierdo. Apenas y podía enfocar.

- Mi esposa, ella...¿ella está bien?

- Está en observación, pero se encuentra estable.

Estable...si, el podría descansar un poco con esa respuesta. Al menos así podría tener fuerzas suficiente para ir a buscarla cuando volviera a despertar de la morfina que le acababan de proporcionar.

- T-tengo que protegerla...

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AÑOS ATRAS.

- Quiero ser la héroe de los héroes.

Una voz suave, dulce hizo que el rubio alzará la cabeza. Lo primero que encontró fue el rostro firme y ligeramente sonrojado de una mocosa con pecas esparcidas en sus mejillas y cabello de color caoba que contrastaba con sus ojos azul intenso, su mirar era firme, demasiado firme para alguien de su edad. Ella estaba dispuesta a realizar sus sueños y eso intrigo demasiado a sus compañeros que se abstuvieron de reírse.

- ¿Como es que serás el héroe de los héroes?- Preguntó Aizawa ligeramente interesado en su respuesta, se recargo en su escritorio viendole cansado.

Eso debió intrigarlo mucho, ya que para que el maestro le pusiera más atención a la alumna nueva, que a su bolsa de dormir era ya decir demasiado.

Katsuki no lo culpaba, el también quería saber.

- En las noticias siempre se muestran que los héroes salvan a los heridos, los curan y los hacen sentir mejor. Pero nadie se fija en ellos, los héroes, en sus heridas y en lo mucho que les duele.

- Un héroe no llorara frente a los civiles.- Exclamó uno de los estudiantes.

- Pero lo hará en otro lado, cuando está solo y realmente adolorido...yo quiero ser el lugar seguro de los héroes, curarlos y hacerlos sentir mejor, tal y como ellos nos han hecho sentir a nosotros.

- ¿Y como harás eso?!- Grito otro.

La clase miro expectante a la chica que con una sonrisa entre sus labios, saco una navaja de su bolsillo y ante la mirada de todos, se rasgo una herida en su palma.

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