Acto 24

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Ese maestro de matemáticas reconoció inmediatamente esa voz, sonrió con algo de agudeza, después de todo ese era su momento especial al lado de esa su dulce y frágil niña, la cual, además de empapada estaba atada a su cuello, se acercaba hasta los dulces y rosados labios de esa hermosa bruja de ojos hechiceros, la besó como nunca antes lo había hecho, dando absolutamente todo de sí mismo; ese hombre de uno ochenta de alto se tomó su tiempo, disfrutando de ese breve lapso, se separó de sus labios, la miró fijamente y le sonrió, Sakura por su parte se dejaba guiar por ese hombre que era su maestro. Tomó felizmente la mano de ella y la haló con suavidad hasta llegar a la entrada que daba de la mansión al jardín.

—Xiaolang —lo abraza— hijo, no esperábamos que llegarás antes, aún no preparamos el banquete.

—No hace falta madre —sonríe— gracias por recibirme —dijo muy afectivo.

—Hijo, sabes que está es tu casa.

Esa hermosa y alta mujer de cabellos negros y bellos ojos como el jade, miró detenidamente a esa niña de verde mirar, la matriarca Li conocía demasiado bien a sus hijos, se acercaba a chica con peculiar interés, avergonzado en el proceso, a esa pequeña niña, que solo miraba el suelo con fijeza.

—Muchas gracias preciosa —le habló con dulzura—, te lo agradezco tanto.

—Discúlpeme señora Li, pero yo no he hecho nada digno de agradecimiento —la mira con vergüenza—, es más, he sido yo la causante de esa ausencia.

—Pero está bien, y eso es por tí, preciosa —sonríe—. Vayan a cambiarse, no queremos que se resfrien en su estancia aquí.

—Gracias madre —sonríe Shaoran mientras toma la mano de esa su niña—, vamos encanto.

—Vamos a hacer un desastre en el salón —le susurro acongojada.

—Tranquila preciosa, si quieres te cargo —le guiñó el ojo, avergonzado más a Sakura.

Shaoran la halaba hasta las escaleras, en aquel instante entraban el resto de los Li, todos con las manos llenas, miraba detenidamente la escena, estaban realmente confundidos ¿Su hermano menor tomado de la mano de una chica qué claramente no conocían, y ambos empapados?; Xeng al verla sonrió, se abría paso de entre sus hermanas, extendiendo los brazos con demasiada animosidad.

—¡Cuñada! —gritó muy emocionado.

Sakura lo vió acercarse, era inevitable pensar en que la quería abrazar, se colocó del otro lado de Shaoran, para que simplemente ese hombre de ojos similares a los suyos no la pudiera alcanzar.
—Le he dicho infinidad de veces señor Li, que no me gusta que me abrace. —Frunció el ceño.

Xeng sonreía, realmente le había tomado un singular afecto a esa fría chica, Shaoran lo miraba con cara de poco amigos, en eso, Xeng lo abrazaba abruptamente, revolviendo su mojado cabello, molestandolo un poco más. Aventaba a su hermano menor y abrazaba con fuerza a esa chica a la que le susurraba rápidamente a su oído: —Gracias. Fue lo único que realmente pudo decir, pues Shaoran lo tomaba con fuerza y lo alejaba de esa niña, mientras Xeng solo reía.

—Aléjate de ella idiota —espetó molesto, Shaoran era muy consciente que esas acciones de su hermano lograban tensarlo mucho, tomó la mano de Sakura y ambos comenzaron a subir hasta la habitación de ese castaño irritado—. Sakura —dulcifico su tono de voz—, ¿Qué te dijo?

—Me dió las gracias.

Shaoran volvía su mirada a ella, ella simplemente le sonreía llena de comprensión, Shaoran entonces se sintió mal, bajó su rostro avergonzado y antes de dar paso alguno, Sakura lo abrazaba por la espalda.
—No entiendo porque tu familia me está agradeciendo, pero a mí eso no me importa lobito, a mí lo único que me interesa es saber que todo a tu alrededor está bien, así que por favor, no pelees más con el señor Li. No por mí.

Di mi nombre (Versión Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora