𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒕𝒎𝒂𝒔 [TwcNr]

Día de la boda.

Sintiendo como una mano lo atrae a otro cuerpo desnudo, Bill abre los ojos adormilados, su cansancio aparece, apenas sus sentidos se agudizan y removiéndose entre los brazos de Tom queda de frente a este, para poder ver mejor su relajado rostro, se acerca y roza sus labios con los de Tom

-te amo Tommy desde el principio-

Se acuna en su pecho y sus lágrimas caen sin poder evitarlo.

-¿hey que pasa?- le susurra al oído

-nada, lo de ayer fue increíble... estuviste genial... ¿Nos metemos al jacuzzi?- vio como Tom asintió se levantaron y caminando desnudos entraron para descansar sus adoloridos cuerpos.

-¿por qué estás actuando extraño?-

-¿yo?... No tommy estoy normal -

-¿seguro que no pasa nada?

-no, amor y ya vámonos que mi madre debe estar preocupada-

-ella sabe que estás conmigo-

-sí, pero quiero abrir tu regalo-

Caminaron a casa, para después despedirse en la entrada de Bill.

Bill se ausentaba más, su mente lo atormentaba, tenía que decirle, tal vez Tom lo esperaba, talvez decidiera irse con él, pero no, Tom no era de los que esperaría por largo tiempo a que él volverá... Tom era de alma libre, no lo podía condenar a vivir esperando por él, por eso decidió que no se despediría y así él podía mirar hacia adelante y no quedar estancado esperando algo que de pronto no podía ser, no sabía cuantos años le tomara ser teniente y su objetivo era volver cuando ya estuviera ese rango... Solo esperaba algún día volver a ver a Tom.

Bill se repasaba su uniforme blanco, porque si Jane le pidió que asistiera uniformado, y tanto el como Andreas Nathalie y el abuelo William asistiría igual con sus medallas y listones adornando su atuendo, Bill repaso por enésima vez su peinado, su maquillaje, por qué hoy decidió llevarlo como una forma de verse distinto.

Por fin había llevado el día, su hermana Jane se casaba, había pasados meses cuando iniciaron los preparativos y ya por fin hoy todo se llevaría a cabo... Jane ultimaba sus últimos retoques de peinado y la limusina aparcaba afuera de la casa, no era mucho el trayecto, pero Jane nunca supo manejar tacos, así que se le hacía imposible caminar sobre piedritas hasta la notaría del pueblo.

Cuando por fin estuvo lista salió de casa y subió al auto seguida de sus padres, Bill se iría con Tom, Axel y andreas y en el otro auto sofí, Nathalie, el abuelo y Georg, en menos de diez minutos todos entraban en la notaría la ceremonia sería sencilla y muy familiar.

Siendo las cinco de la tarde todos llegaron al salón escogido por Jane, estaba adornado con mesas grandes y otras más pequeñas, sobre esta había manteles negros y fucsia donde reposaba un arreglo floral, dos mesas de buffet con la comida elegida por Tom y Bill y una pequeña tarima donde tocaría la banda que ya estaba afinando sus instrumentos.
Bill se sentó en su lugar viendo que le tocaba compartir mesa con Tom, desde que durmieron juntos la madrugada de Navidad, no habían tocado el tema, pero esa vez se había entregado a él al amor de su vida y ahora Bill no sabía cómo actuar con el porqué cuando despertó su cama estaba vacía y eso lo hacía sentir incómodo, vio como se acercaba más a la mesa y con una sonrisa se sentó a su lado.

El baile inició con Nick y Jane en la pista danzado el vals y seguido de las demás parejas, Bill con su mirada baja y perdida no se dio cuenta de la mano que le tendía hasta que rozaron su hombro, subió la mirada y le sonrió al ser perfecto que tenía de frente.

-¿quieres bailar?- Pregunta Tom

Bill acepta y se adentra en la pista juntando sus cuerpos a más no poder danzan sin mirar a su alrededor, solo amándose con cada caricia y cada beso que se daban.

-te vez bien con ese uniforme- le susurro Tom al oído de Bill.

La noche pasaba y la fiesta estaba en el mejor momento, Bill bailaba en la pista siempre que estaba feliz lo hacía, y esa noche no era la excepción al ver feliz a su hermana y estar al lado de su amor eso bastaba para él, Georg siempre cuidaba a su pelinegro y esa noche no era la excepción y Tom desde su mesa disfrutando de lo que sus ojos veían, Bill sabía moverse muy bien y eso atraía atención, como la que le prestaba el guitarrista de la banda contratada que no dudo en acercarse a Bill poniendo tenso a un celoso Tom.

-¿hola-?

-hola- saludo de vuelta sin dejar de bailar

-¿Te invito un trago?-

-no, gracias - sigue moviendo sus caderas cuando siente el apretón que el sujeto le da a su espalda.

-¿haber Imbécil que rayos te pasa?- Bill lo encara y Tom se acerca tomándole la cintura y protegiéndolo atrás de su cuerpo

-retírate, él está conmigo y no acepta tragos.

-que me lo diga él-

-no entiendes Imbécil ¡lárgate!- hablo Bill atrás de Tom

-ya Bill, el chico ya se va, ¿cierto?-

-disculpen- El chico se retira y Tom voltea a ver a Bill, se sonríen y caminan hacia su mesa

-aún sigo espantando todos los que quieren acercarse a ti-

-hay cosas que nunca cambian... ¿Por cierto porque no te encontré esa mañana en mi cama?-

-estabas ebrio y no quería ver si te habías arrepentido-

-tommy... lo siento Tom no me arrepiento de nada, estaba deseando que pasara-

-Vámonos- le pide a Bill

-Vámonos- contesta de vuelta

Casi corriendo salen del salón y subiendo al Jeep de Tom se alejan a toda velocidad hacia el único lugar donde quieren terminar su noche.