CAPÍTULO 20

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    Algunas semanas después...

—¡Cómo me vuelvas a decir que me tranquilice, me levantaré de esta cosa y te romperé el hombro que te queda sano!—A Lucía le vino una contracción, ya llevaba más de seis horas de parto, le faltaba poco para poder dar a luz.

—Yo lo digo por tu bien, porque no ganas nada estando así de nerviosa.

—¡Estoy a punto de dar a luz! ¿Cómo quieres que esté? Tengo todo el derecho del mundo a ponerme como me dé la gana.

—Ánimo, ya no queda nada, piensa que pronto le vamos a ver la carita a nuestra pequeña princesa, ni siquiera te vas a acordar de todo esto—Álex se acercó hasta ella y la besó en la mejilla.

—Te juro por Dios que no voy a volver a tener otro hijo hasta que no se me haya olvidado. ¡Todo esto es tú culpa! ¿Lo sabías?

—Me temo que sí, pero ya no hay vuelta atrás.

Al cabo de una hora, la pequeña estaba ya en el mundo.

—¡Enhorabuena, habéis tenido una preciosa y sana niña!

—Lo sabía, mi intuición no me ha fallado.

—¿Intuición? Si tú ya sabías que era una niña.

—La verdad es que no. Jamás pregunté lo que era, pero yo sabía que era una niña, mi intuición me lo dijo.

—¿Sabéis ya el nombre que le vais a poner a la niña? Lo digo por ir rellenando el papeleo.

Álex y Lucía contestaron al unísono, sólo que no respondieron lo mismo, Lucía dijo sí y Álex dijo que no.

—Han pasado tantas cosas que no hemos hablado de ello, pero ya sé como quiero que se llame, sé que te va a gustar cuando lo sepas, cuando todos lo sepan.

—¿No irás a ponerle un nombre típico de tu tierra verdad? Ya sabes, uno de esos nombres impronunciables.

—¡Claro que no! Que poca fe me tienes Doc.

—Entonces decidme ¿Cuál es el nombre que habéis elegido para vuestra pequeña?

—Nerea, nuestra hija se llama Nerea.

Álex se quedó de piedra cuando lo supo, la verdad no lo había pensado. «Mal hecho por mi parte» se dijo a sí mismo, pero tuvo que reconocer que le entusiasmó la idea. Lucía se le quedó mirando.

—¿No te gusta?

—No, no me gusta—le dijo muy serio—Me encanta, no habrías podido elegir un nombre mejor— la besó— Ahí viene nuestra princesa.

Cuando la tuvieron en sus brazos, supieron que todos los obstáculos por los que habían pasado, merecieron la pena. La pequeña Nerea, tenía sus ojos muy abiertos, miraba a sus padres con mucha atención.

—Creo que alguien está muy contenta de verte—dijo ella— Mira se parece a ti, su nariz y su boca son iguales a la tuya.

—No, se parece más a ti, mira, tiene tus mismos ojos, hasta esa chispa de locura que brillan en los tuyos, os tendré bien vigiladas, ¿me está sonriendo?

—Por el amor de Dios, no tiene ni diez minutos de vida ¿Cómo te va a sonreír? Tardan meses en hacerlo.

—Mi niña es muy lista y muy pilla, mira en eso ha salido a ti y si digo que me ha sonreído es que lo ha hecho.

—Lo que tú digas Doc.

—Puedes salir con la niña, para que la conozcan el resto de la familia, tememos que preparar a la señorita para llevarla a su habitación.

Un lugar en el mundo (TRILOGÍA DESTINO #1) (2013)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora