capítulo uno

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Dolor
Todo lo que siento es dolor, estoy completamente vacía, ya no puedo más, está enfermedad está acabando conmigo.

Ya no queda nada de esa chica optimista que siempre ayudaba a los demás sin querer nada a cambio.

Llorar es lo único que queda, es la única forma ade sacar todo lo malo que llevo dentro.

Meses han pasado desde que los doctores me notificaron sobre la maldita enfermedad, aunque al principio no queria aceptarlo, es lo que me quedo, enfrentarme a lo que me estaba sucediendo.

Sufrimiento
Es como si parafrasear con palabras realistas me derrumbara y el mundo se me viniera encima.

El sufrimiento de saber que me estoy muriendo, y la frustración de no poder hacer nada.

Los días pasan y cada día me siento más debil, ya no puedo caminar y las decaídas cada vez son más recientes, mi habitación está cada vez más llena de enfermeras yendo de un lado a otro sin dejar de revisar los monitores cardiacos.

Es muy abrumador tener tanta atención todo el tiempo pero sin embargo es triste saber q no están ahí porque les encanta hacerme compañía, sino que solo es su trabajo monitorearme todo el tiempo.

El tiempo pasa volando y los dias cada vez son más aburridos, no tengo nada que hacer sólo me queda hundirme en mi miseria.

Mi perspectiva de la vida está empeorando cada vez más y si no estuviera a cada rato con las enfermeras ya me hubiera suicidado para ahorrarme tanto dolor.

Hay veces que el dolor supera mis ganas de luchar, y la soledad le gana al optimismo.

Todas esas veces la enfermedad me ha ganado y yo no había hecho nada para impedirselo.

Ahora tampoco quiero hacer nada, ya no me quedan fuerzas para luchar ni nada por el estilo, ya lo único que me quedan son las palabras de aliento que cada vez son más frecuentes.

Ahora solo me queda morirme ahogada con mi sufrimiento y soledad.

Saben jamás me había sentido tan sola en mi corta vida, aunque aún nose porque me tocó a mí está enfermedad no he hecho nada para merecerla pero en cierto modo creo que es un castigo por haber sido tan grosera con mi familia.

Sin embargo lo vengo entendiendo a mis 18 años y me hubiera gustado entenderlo cuando no hubiera sido demasiado tarde.

Nota:

***
Ustedes dirán y ¿donde está la trama?
***
Pronto llegará sean pacientes ...
Bye


viviendo un sueño Where stories live. Discover now