El Infierno (Oc x Jujutsu Kaisen)

8. El infierno

En la escena de la batalla bajo la Expansión de Dominio de Dagon, la situación es tensa y desesperada. La isla tropical creada por Dagon es un terreno hostil, con olas gigantes y un enjambre de Shikigami marinos que atacan implacablemente. Aren, Naobito, Maki y Mai están rodeados y luchan por mantenerse a flote en esta batalla desigual.

Dagon, dominando su entorno, ataca con oleadas de agua y Shikigami. Sus movimientos son rápidos y sus ataques, devastadores. Cada vez que el equipo logra un avance, Dagon responde con una fuerza abrumadora, empujándolos hacia atrás.

Aren, con su habilidad para controlar el fuego, intenta resistir. Lanza llamas hacia los Shikigami, pero Dagon contrarresta con sus enormes olas, apagando el fuego de Aren con facilidad. La frustración de Aren es palpable; su fuerza no es suficiente y su velocidad limitada lo pone en una desventaja clara.

Naobito, a pesar de su increíble velocidad, también lucha. Sus imágenes postergadas no son suficientes para confundir a Dagon, quien parece anticipar cada movimiento. Naobito, normalmente sereno y controlado, muestra signos de agotamiento y desesperación.

Maki y Mai hacen lo que pueden. Maki, con su habilidad en combate cuerpo a cuerpo, se enfrenta a los Shikigami, pero la cantidad abrumadora y la fuerza de los ataques de agua hacen que sus esfuerzos parezcan en vano. Mai, disparando con precisión, intenta apoyar a Maki, pero también se ve superada por la marea de enemigos.

El equipo se ve obligado a retroceder, buscando refugio y una estrategia para contrarrestar la ofensiva de Dagon. Aren, frustrado por su incapacidad para proteger a sus amigos, se siente impotente. Naobito intenta mantener la moral del equipo, pero incluso su confianza comienza a flaquear.

En este momento crítico, el equipo debe encontrar una manera de superar la abrumadora desventaja. La batalla se ha convertido en una lucha no solo por la victoria, sino por la supervivencia. Cada personaje enfrenta sus propios miedos y limitaciones, y la historia se adentra en un territorio más oscuro y desesperado, donde la resiliencia y la astucia serán clave para sobrevivir.

Unas horas antes, en las afueras de Shibuya, el aire estaba cargado de tensión y anticipación. Nanami, con su serenidad característica, se dirigía al equipo Zenin y a Aren. "Hay un velo que impide la salida a los no hechiceros," comenzó, su voz calmada pero firme. "Gojo Satoru ya ha avanzado hacia el subterráneo para enfrentar la raíz del problema."

Naobito Zenin, con su postura arrogante y su mirada despectiva, asintió con determinación. "Bien, entonces nosotros, el equipo Zenin, debemos estar listos para cualquier eventualidad," dijo, su voz reflejando su sentido de superioridad.

Maki, con su característica franqueza y un toque de desdén, no ocultó su disgusto. "Genial, tengo que hacer equipo contigo," dijo, su tono lleno de sarcasmo.

Naobito la ignoró, su arrogancia no le permitía dignificarse con una respuesta. Mai se mantuvo en silencio, su incomodidad era evidente pero contenida, reflejando su resentimiento y la tensión acumulada hacia su hermana y el clan.

Nanami se volvió hacia Aren con una expresión seria pero confiada. "Aren, te necesitamos para apoyar al equipo Zenin. Su tarea será patrullar cerca del velo y eliminar cualquier impedimento o maldición que encuentren," instruyó, subrayando la importancia de su rol.

Aren, mostrando una ligera indecisión, cuestionó: "¿Y estamos seguros de que Gojo puede manejar esto solo?"

"Gojo es fuerte, pero debemos estar preparados para cualquier cosa," respondió Nanami, su tono sugería una preocupación subyacente. "Si algo sale mal, necesitaremos toda la ayuda posible."

Naobito, con un tono de superioridad, intervino: "Concentrémonos en nuestra misión. No podemos permitir que las maldiciones se descontrolen."

Maki asintió con firmeza, su voz reflejaba tanto su fortaleza como su impaciencia. "Bien, hagámoslo. Pero espero que todos estén a la altura," dijo, enfatizando su determinación de superar las expectativas.