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Auron salió casi de madrugada de su despacho de juez, la luces del pueblo lo guiaron seguro a casa. Estaba cansado, pero al menos su trabajo estaba terminado y no tendría que salir en unos días a pagar favores del pueblo. No tenía tampoco pendiente ninguna encuentro con nadie, pues ni siquiera se querían preguntar que hacia un 'traidor' como él.
Entonces, aquella noche, como si las cosas no pudieran empeorar, Luzu apareció en su puerta mientras Auron deseaba entrar; al ver a su vecino esperaba, deseaba que fuera para hablar un poco, sin embargo, el castaño solo sonrió engañosamente y lanzó una maldición.

Auron agonizó afuera de su entrada por un rato, hasta que el dolor disminuyo un poco; sin embargo al querer dirigirse a su habitación, él no pudo ver nada a su paso. Sus ojos fueron sumergidos a la obscuridad absoluta, producto de la maldición lanzada, le otorgo al castaño una ceguera momentánea pero que esta fue suficiente para aterrorizarlo más.

—Por que ... ¿Porque hizo esto?— murmuraba entre sollozos, mientras se movia a tientas en su casa. Sentía sus lagrimas derramarse en silencio, sintiéndose muy herido por Luzu.

Es decir, él enserio creyo que podían arreglar las cosas luego de unas semanas de silencio entre vecinos
Pero ¿Esto? ¿Una maldición?
Solo le dejaba en claro que quizás la amistad con Luzu jamás podria recuperarla y ahora solo es triste descubrirlo por las malas.

。 。 。

Lobo nocturno se detuvo antes de saltar y colarse por el techo de su vecino, cuando escuchó mucho ruido producido por lo que suponía eran cosas cayendo. No habia preparado su plan para en caso de hallar a su inquilino despierto,asi que solo espero en silencio afuera, escuchando en caso de que la actividad parara y Auron finalmente durmiera.

Solo unos minutos más tarde el ruido de cosas caerse se detuvo y en su lugar debiles sollozos se oían en la cocina.

—¿Estará realmente bien entrar ahora?— pensó el hombre disfrazado, movido por el dolor en su corazón que sentía de escuchar otra vez sollozos de su compañero.

Mientras tanto, el moreno aún estaba pasando por el proceso de transformación de la maldición que lanzó Luzu. Aun sentia mucho dolor en todo el cuerpo, pero más allá de eso, su corazón lloraba, se rompía. Se repetía constantemente

¿Porqué? ¿Porqué?

Sus ojos seguían viendo oscuridad, así que no sabía cuantas cosas tiro en su camino hasta el comedor, donde recordo que tenía un cajón con medicamento. Pensó que podia encontrar analgésicos, pero a mitad del camino se rindió y se dejo caer en medio del desastre sin saberlo.

Lobo nocturno no pudo más con la curiosidad de saber que es lo que ocurrió, así que termino colándose otra vez por la ventana de la cocina del muchacho. Encontrándose rápidamente con el desastre, evitó a tiempo tropezar con objetos dispersos por el suelo y por el  mismo Auron tendido sobre el suelo.
Él controlo su respiración para pasar desapercibido, mientras trataba de ver al pequeño en medio de la oscuridad.

Esa rastro de preocupación fue uno de sus distracciones que ocasionaron que lobo nocturno pateara un frasco y lo hiciera rodar. El débil ruido sobresaltando a Auron.

—¿Quién anda ahí?— su grito fue ahogado por el cansancio y su voz desgastada en sollozos.

Vegetta retrocedió a la oscuridad a una velocidad inhumana, dónde los ojos de su vecino no pudieran alcanzarlo. Entonces se percató de algo. Auron no lo estaba viendo, es decir, si "veia" en su dirección, pero sus ojos no registraban su figura.
El ladrón no sabía como, pero su compañero estaba ciego ¿Desde cuándo? ¿Cómo?

—¿Eres el mismo ladrón de ayer? Esto apesta, estas aquí pero ni siquiera puedo verle la cara al sujeto que me intenta robar— solto una risa amarga y solo se hundió mas en el suelo— Que más da, puedes llevarte lo que sea, no es que me importe.

Pero Vegetta estaba vez no estaba ahí para robar, solo fue su curiosidad que lo llevo de nuevo a ese lugar.  Y era esa misma curiosidad la que no le permitía que se fuera, no sin antes consolarlo, al menos como aquella vez.
Sin embargo el chico de las ilegalidades, no se movía y no le daba pistas de que lo haria pronto. Entonces él regreso a su posición más cercana para mirar mejor a Auron y descubrir lo que le sucedía.

Fue entonces su turno de ahogar un grito de sorpresa y miedo, al ver al juez de un tono de piel distinto. No, no era tal cual un color, su piel parecía lava o alguna especie de cosa viscosa amarilla, casi naranja.

—¿Sorprendido de verme? Si, probablemente me vea como la mierda—

Pero no era asi, Vegetta quería preguntar en voz alta ¿¡Que carajos le habia pasado a Auron?! ¿Y esa apariencia? ¿Que paso en las horas que estaba trabajando?
Y algo más que todavía estaba a la vista, era la irritación en sus ojos por haber llorado hace unas horas.

El silencio gobernó por un rato, tan extenso que Auron llego a creer que el ladrón habia huido, sin embargo no escucho pasos alejarse ni moverse, aparentemente su "invitado" estaba quieto, evaluando que robarle.

Lobo nocturno ya no sabía en este punto si sus acciones podia justificarlas en nombre de la curiosidad , pero sabia que en el momento que deslizó una de sus manos entre las rodillas del hombre más pequeño, y también  sosteniendo su espalda con la otra mano. Cargando a Auron al estilo nupcial, lo llevo a la habitación de dicho muchacho, ganándose en el proceso algunas protestas, pero en realidad no fueron muchas.

—¡Que guarro! ¡No puedo creer lo que eres! ¿Eres un ladrón o una especie de acosador?— pregunto el ahora ser de consistencia viscosa

Vegetta se molestó por ser llamado acosador, pero se abstuvo de decir algo, porque su voz era identificable y podia ser atrapado, aunque el más bajo no pudiera verlo por el momento.

Y sin embargo, a pesar de que Auron se quejo y protesto, él sintio calido en su interior. También se sintió estúpido porque algo tan insignificante como ser cargado, estaba moviendo su corazón. Como si un tipo de cuidado asi no lo había recibido en un buen largo tiempo.
Fue lindo, pero lo asustó.

—¿Ya te fuiste? — preguntó inquieto cuando fue dejado en su colchón —Quiero decir, no es que quiera que estés mas tiempo, simplemente has ruido para poder saber si estar por irte— comentó vagamente Auron, agudizando su oido para esperar alguna señal.

En lugar de eso, sintió una mano sobre su cabeza, tomandolo por sorpresa y atrayendolo hacia su almohada, para que estuvieran finalmente acostado. Auron lo sintió muy forzado, pero la mano ajena no dejo de acariciar su "cabello", de modo que al final le provoco sueño y asi, Auron calló dormido con una pequeña lagrima derramándose desde la comisara de su ojo.

Algo definitivamente estaba mal con Lobo nocturno. Primero dejándose llevar por la curiosidad y ahora no podia salir del lio en que se metio por seguirla.
Más ahora, nada de eso importaba, un compañero suyo estaba agonizando, lenta y silenciosamente y nadie estaba realmente preocupado, incluyendolo, si eso consideraba antes de haber decidido entrar a robarle.

Cuando Auron se quedó dormido bajo sus mimos a Lobo nocturno no le quedaba mucho tiempo para que amaneciera y aun así, decidió quedarse un rato más para recoger lo que el juez tiro en su camino a tientas.

La segunda noche con un extraño habia finalizado.

①】 Aquellas noches sin poder DormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora