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A la mañana siguiente, cuando el Juez dejó el castillo en el cielo, sintió una perdida grande en cuanto habia llegadp a su propia casa y se encontró solo. Como si todos los cuidados que recibió ayer fueran hoy un mero sueño y ahora tenía que enfrentar a la realidad otra vez.

¿Luzu volvería a querer inculparlo? Esperaba que no, porque ya no sabía que hacer para que él lo perdonará y dejará de adjudicarle ilegalidades solo por qué si, para recordarle que ya no pueden volver a ser amigos.

Y de hecho, hoy no pensaba salir, pero el pueblo seguía en ruinas, había escombros y las personas sufrieron perdidas, así que todavía necesitaban a los héroes de karmaland para reparar lo perdido. Así que a pesar de sus heridas, Auron volvió al exterior, se dirigió al centro y se quedó viendo en silencio las cosas que podían ser rescatables y que otras no.
El vendaje cuidadosamente colocado en su cabeza seguía ahí, recordándole que los ataques de Mordisquitos fueron brutales y al final aunque ayudó, solo le tacharon de  haber sido el culpable. Como si hubiera planeado salir herido.

Vegetta bajo de su isla, dispuesto a visitar a Auron y ver si se encontraba en casa, sin embargo lo halló a mitad del camino, en el pueblo ayudando. 

—¿Que haces aqui? Deberias estar descansado, ¿Estás bobo?— semi regaño el Oji-violeta

— Pues ayudando ¿Quién va a reparar los desastres de ayer? Si no, Luzu seguro continua culpandome si no hago algo

—¿Luzu estaba aquí? ¿Te dijo algo?— comentó alterado, no queriendo encontrarse con él después de las discusiones de ayer

—No, pero podría llegar en cualquier momento — responde pateando unos escombros a sus pies.

—No dejes que te afecte, lo de la maldición que te ha lanzado es lo más lejos que ha ido— dijo sincero, acercandose a su compañero para poder examinarlo más de cerca y ver si el vendaje de su cabeza estaba bien colocado

Auron solo escuchó que se acercaba y cuando quiso mirar, los ojos violeta ya estaban sobre él mirándole atento.

—¿Q-qué? ¿Tengo algo en la cara?— responde Auron tratando de no sonar nervioso, afectado por la cercanía.

—Nada, solo quería ver si colocaste bien el vendaje de tu cabeza

—Es el mismo de ayer, no lo quite

—¿Por qué? Deberias cambiarlo

—No se aplicar vendajes, terminó como una momia mal envuelta — se encoje de hombros y desvía la mirada, Vegetta lo escudriña con una sonrisa cariñosa

—Dejame hacerlo otra vez por tí

Auron no se sintió incómodo como ayer con toda esa atención, ahora lo sentia tan natural, de nuevo, sentía como si esta fuera una costumbre entre ellos.

—¿Tienes vendajes en casa? Apuesto que no quieres volver a venir a la mía para tratarte— comentó arrastrando al chico cuidadosamente de regresó.

Auron se dejo hacer, realmente no muy animado de limpiar escombros del pueblo si nadie más estaba por ahi más que él.

—Creo que tengo, al menos debo tener de haber robado de algún lado

—Eso es ilegalisimo, pero servirá — sonrio divertido, y se sintió recibido cuando Auron iba a su lado guiandolo a su casa, a pesar de que Vegetta sabía el camino a la perfección por haber entrado ya dos veces a 'robar'

—Adelante Triple 7, bienvenido a mi morada— rio mientras le abría la puerta al  azabache

Vegetta lo sintió como una bienvenida que Auron haría y no se quejo del apodo, simplemente pasó la puerta y entró por primera vez como una persona decente, sin mascara, no como el ladrón que se había proclamado ser en las noches.
Él se sintio nervioso, quizas venir al final era un error y  sería descubierto, de qué él fue la compañía de Auron hasta quedarse dormido

①】 Aquellas noches sin poder DormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora