Después de que Anne, Marcy y Sasha fueran transportadas a otro mundo por una misteriosa caja de música, fueron separadas en un mundo de sapos, ranas y tritones. Cada amiga hizo aliados y amigos durante su tiempo en este extraño mundo, lo que ninguna...
Una chica de cabellos azabaches camina por la ciudad de Newtopia haciendo el trabajo que se le asignó, buscar a otros humanos pues supuestamente una chica que venía de otro mundo había caído en esa ciudad lo cual la había sorprendido, Rubí quería conocerla, quería poder ver a otro humano.
No había hablado con alguien de su misma especie desde hace tiempo, realmente esto la hacía sentir algo ansiosa pero a la vez bastante indiferente.
Raro...
La pecosa suponía que aunque otros humanos hayan llegado a ese mundo no habría una forma de irse, eso es lo que ella pensaba y realmente si era lo más posible.
Pero ella tenía esperanza... Esperanza en que el llegado de aquellas chicas fuese por algo, una esperanza de volver.
Estuvo explorando toda Newtopia, ya la conocía bastante pero encontró varias cosas nuevas, llevaba puesta la capucha de su capa para no llamar mucho la atención... Típico en ella.
Mientras caminaba por un callejón con tranquilidad escucho unos ruidos cerca de una casa la cual estaba bastante escondida y apartada.
Sin mencionar lo abandonada que se veía...
Se acerco por curiosidad y se asomo por una ventana la cual para su mala suerte estaba tapada, ella suspiro con molestia.
Ella empezó a escalar la pared por los ladrillos ligeramente sueltos, eso era una de la variedad de cosas que ella había aprendido en ese lugar junto a una tritón a la cual le llamaban "la general Yunan".
Encontró una grieta y miro por ahí. Un grupo de lo que parecían ser tritones encapuchados los cuales decían unas palabras raras, observo el lugar y habían varias cosas sospechosas.
Rubí: interesante... -murmuró por lo bajo observando todo-
Se alejo del lugar sospechando de ese grupo de anfibios, sabia que en ese lugar solían pasar cosas raras pero esto era algo nuevo. Decidió simplemente guardarselo.
Por ahora...
Camino fuera de ese callejón yendo directo al castillo, ya había recorrido Newtopia y se sentía jodidamente cansada. Ella ya se esperaba tener unas ojeraz más notables de las que ya tiene en la mañana.
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Su paso era pesado y tosco, sus ojos ya estaban casi cerrados y ni siquiera había llegado aún a su habitación. La chica de ojos en tono miel camino hacia su cuarto y en eso pasó por la enfermería del castillo, miró hacia una ventana, era bastante noche.
¿Qué horas eran? ¿Las tres de la mañana?
Voltio su mirada a la puerta de la enfermería, lo admitía, tenia MUCHA curiosidad por saber quien era la chica de la que el Rey Andrias le había hablado.
Rubí: y si solo...? -no sabia si debía abrir esa puerta y ver de una buena vez quien era esta chica- no...
Se reprochó a si misma y solo siguió caminando hasta llegar a su habitación, entró y camino hacia su cama y una vez llegó simplemente cayó totalmente agotada sintiendo que su cuerpo no le respondia, cerró los ojos y se quedó dormida de inmediato sin problemas.
