CAPÍTULO 21: UN SUAVE BESO
Cuando Alessandro volvió a sus aposentos esa noche vio a Abril muy asustada, normalmente ella siempre se veía nerviosa pero ese día parecía aún peor.
_ ¿Qué te pasa? Hoy Lady Elizabeth me ha explicado cómo se hacen los bebés y es horrible. Respondió Abril con los ojos vidriosos. Alessandro se preguntó qué era lo que le había dicho lady Elizabeth para que ella se pusiera en ese estado, él no sabía si era mejor no haberle dicho nada. Alessandro se sentó en el borde de la cama y preguntó.
_ ¿Qué es lo que te dijo exactamente lady Elizabeth? Dijo que algo duro y grande iba a entrar en mi cuerpo y me iba a doler un montón, yo no quiero eso. Creo que lady Elizabeth no te ha explicado correctamente.
_ ¿Entonces no me va a doler? Alessandro sabía que la primera vez podía ser dolorosa para una mujer, él podía mentir diciéndole que no dolería, sin embargo por alguna razón no quiso hacerlo.
_Quizás duela un poquito, pero también es algo que se sentirá bien. De verdad. Si.
Alessandro le dio un suave beso en los labios, Abril se le quedó mirando y le dijo.
_No me gusta el dolor.
_Solo duele la primera vez, después solo hay placer. Abril no sabía si creerle o no, pero tampoco tenía muchas opciones, él al ver que ella dudaba tanto le dijo.
_Hoy solo te besaré.
_Los besos son aterradores.
Respondió Abril al recordar que la noche anterior sentía que se ahogaba.
_Los besos no son aterradores, simplemente no sabes besar, deja que te enseñe.
Alessandro tomó su rostro entre sus manos, con el pulgar acarició su mejilla suavemente, sus labios tocaron los suyos, fue un simple roce, pero después sus labios se apretaron con un poquito más de fuerza, Abril estaba conteniendo la respiración, Alessandro le dijo.
_Respira, si lo haces no te ahogaras.
Abril hizo lo que Alessandro le dijo, él continuó dando pequeños y cortos besos, hasta que ella dejó de temblar, hasta que se acostumbró a aquel acto de juntar los labios que se llamaba besar. Él subió de nivel, pasó su lengua por sus labios, saboreándolos como si los estuviera probando, después chupo él labio inferior y profundizo un beso, Abril sentía que su rostro ardía, era como si de pronto tuviera fiebre, su respiración se volvió entrecortada y sentía un extraño hormigueo en su cuerpo, Alessandro siguió besándola, sus besos dejaron de ser tiernos e inocentes y se fueron volviendo intensos, introdujo su lengua en la boca de Abril, masajeándola lentamente, eso la asustó, ella lo apartó y se quedó mirándolo con el rostro teñido de rojo.
_Eso me dio miedo.
Supongo que este beso fue demasiado para ella. Pensó Alessandro mientras la veía y le dijo.
_Creo que por hoy ya es suficiente, será mejor que nos vayamos a dormir.
Abril se metió entre las mantas y se cubrió hasta la cabeza, Alessandro se acostó a su lado, esa noche ella no lo abrazó, si no que se quedó un lado, inmóvil.
Al día siguiente Alessandro se despertó primero que ella, normalmente a él siempre le costaba levantarse ya que solo lograba dormir unas cuantas horas, pero desde que Abril dormía con él se despertaba descansado y lleno de energía, él se preguntó si se debía a su poder.
Después de cambiarse se quedó mirando a la princesa, ella se veía sumamente pequeña en aquella gran cama. “Está demasiado delgada” dijo en su mente.
Al salir de sus aposentos fue al comedor a desayunar y le ordenó al mayordomo que se encargará de que la princesa tuviera una buena alimentación. Ese día dos sirvientas fueron a despertar a Abril, le ayudaron a vestirse aun cuando ella insistió que no era necesario, cuando salió de los aposentos del rey, el mayordomo se acercó a ella y le dijo.
_A partir de ahora sus comidas serán en el palacio.
Abril considero molesto el tener que ir hasta el palacio a comer todos los días ya que su pequeña casa quedaba lejos del palacio principal, ella respondió.
_No es necesario.
_Ha sido una orden de su majestad.
Ella sabía lo que significaban esas palabras. “Es una orden del rey, no puedes negarte” Abril suspiro pesadamente, odiando la idea de tener que pasar tanto tiempo en el palacio principal.
_Hoy tiene su primera clase con sir Sirius, vamos a comer o se le hará tarde para su clase.
Abril caminó detrás del mayordomo, mientras caminaban por los pasillos le dijo.
_Lady Elizabeth también vendrá esta tarde, así que debe permanecer en el palacio todo el día.
Abril asintió con la cabeza y en su corazón deseo que eso acabara lo más pronto posible para que pudiera volver a sus tranquilos días, ella se sentía incómoda estando en el palacio porque siempre escuchaba el murmullo de las sirvientas burlándose de ella y mirándola con desprecio, ella no era bienvenida en ese lugar y nadie se molestaba en ocultarlo. Ese día Abril no pudo volver a su pequeña casa que se había convertido en un refugio para ella, durante toda la mañana Sirius estuvo enseñándole los principios de la magia, la comida en el palacio fue lujosa y deliciosa ese día, pero ella seguía deseando volver a su pequeña casa. Durante la tarde estuvo con lady Elizabeth, ella continuó enseñándole más sobre los deberes de una esposa.
Cuando llegó la hora de la cena, una de las sirvientas fue a buscar a Abril, ella la llevó hasta el comedor en donde estaba Cassian y Alessandro, ella se sorprendió ya que había pensado que comería sola, Cassian le dijo siéntate junto a mi Abril.
Abril se sentó junto a Cassian y se preguntó por qué ellos la estaban acompañando a cenar esa noche.
Cassian no había podido ver a Abril durante todo el día por que ella había estado muy ocupada, cuando llego la noche su pierna comenzó a dolerle, por eso él le había pedido a una de las sirvientas que la llevara al comedor para que los acompañara durante la cena, él se lo había comentado a Alessandro poco antes de que ella llegara, él no dijo nada pero tampoco parecía haberse molestado, Cassian se preguntó si su relación con la princesa estaba mejorando.
CAPÍTULO 22: ERES UN MENTIROSO
Después de la cena Alessandro se puso en pie, Abril no sabía qué hacer, si seguirle o si quedarse sentada, él al ver que no lo seguía le dijo.
_Ya es tarde, vámonos.
Abril se despidió de Cassian y siguió a Alessandro ella iba caminando unos cuantos pasos por detrás, cuando llegaron a los aposentos del rey, Alessandro se quitó la chaqueta y aflojo su camisa poniéndose cómodo, Abril se quedó quieta sin saber que hacer, alguien toco la puerta, Alessandro abrió, habían dos sirvientas que llevaban las ropas de dormir de la princesa, Alessandro las dejó entrar sin decir nada y se sentó en el sofá mientras las sirvientas se encargaban de ayudar a la princesa. Las sirvientas siempre eran groseras con la princesa, sin embargo, ese día no lo fueron, debían de estar asustadas de cometer un error y que el rey las castigara.
Cuando terminaron de cambiar las ropas de la princesa ellas salieron casi corriendo, Alessandro estaba tomando un copa de vino, él le ofreció una a Abril.
_ ¿Quieres? Abril tomó la copa que el rey le estaba ofreciendo, al probar el vino ella arrugó la cara y le dijo.
_Esto sabe horrible.
_No habías probado el vino. Abril negó con la cabeza.
_Ya veo, debes acostumbrarte al sabor.
_¿No creo que me pueda acostumbrar, amarga, ¿Por qué su majestad bebé algo así? ¿Por qué me gusta? Su majestad tiene gustos raros.
_Si lo bebes cada día en dosis pequeñas durante la comida terminara gustándote.
_No lo creo.
_El mayordomo me dijo que hoy has empezado tus clases sobre los principios de la magia, ¿Cómo te ha ido? Supongo que bien, aunque sigo pensando que es una pérdida de tiempo, de que sirve que aprenda los principios de la magia si nunca los haré servir.
_Aun así debes aprenderlo. No quiero. ¿Qué? No quiero aprenderlos, ahora debo pasar más tiempo en el palacio, eso no me gusta.
_Desde hace un tiempo me he preguntado esto, ¿Por qué odias tanto el palacio imperial? Abril no sabía si decirle la verdad al rey, aunque de todas las maneras ella dudaba que él le creyera, ella movió nerviosamente sus manos y le dijo en voz baja.
_De todas maneras no me va a creer.
_ ¿Qué tanto susurras?, Habla correctamente.
_Se que no soy bienvenida en este lugar, todos me miran con odio y me tratan con desprecio, no quiero estar en un lugar así, prefiero estar sola.
_Creí que eso ya se había arreglado, ordené que fueran buenos contigo, dime quien ha sido grosero y haré que reciba su castigo. _No quiero eso, solo quiero volver a mi pequeña casa, su majestad prometió que podría estar ahí hasta que me quede embarazada, pero he tenido que estar en el palacio, yo no quiero estar aquí.
Has estado viviendo como quieras, pero debes entender una cosa, eres una princesa, no puedes vivir como desees.
_Pero su majestad lo prometió.
_Lo siento, pero debes seguir con tus clases de magia y con la educación de la esposa, no pienso discutir eso.
Los ojos de Abril se pusieron vidriosos, ella bajó su cabeza y susurro.
_Mentiroso, su majestad es un mentiroso.
Alessandro se levantó, la tomó por los hombros y le dijo.
_Porque siempre estás murmurando, habla correctamente y mírame a la cara cuando lo hagas.
Abril levantó su rostro y le miró fijamente con lágrimas en los ojos.
_Mentiroso, su majestad es un mentiroso, no ha cumplido con su promesa.
_ Eres una molestia, has vivido sin obligaciones durante varios años, pero eso se ha acabado, en tu tiempo libre puedes hacer lo que desees, pero debes cumplir con tus obligaciones. Abril continuó llorando, Alessandro estaba cansado de sus llantos, le dio un beso largo y profundo que la dejó sin respiración y le dijo.
_Ya deja de llorar o continuare besándote.
_Por qué no me deja ir, soy una molestia, ¿No?, busque otra esposa que cumpla con todo lo que su majestad necesita, con alguien que cumpla con los requisitos para ser su esposa.
Princesa. Busque a alguien más que pueda convertirse en su reina. Grito Abril muy molesta.
Alessandro agarró la mano izquierda de Abril en la que estaba la marca de matrimonio y le dijo.
_Vez esta marca, esto representa nuestra unión, no pienses que puedes irte, eso nunca sucederá, estarás conmigo para siempre, hasta que la muerte nos separe, así que deja de decir tonterías y acuéstate a dormir.
Alessandro soltó a Abril y se fue a la cama, ella hizo lo mismo, esa noche ella tardó en quedarse dormida, se quedó viendo la marca de matrimonio que había en su mano izquierda, hasta ese día ella no había pensado mucho en eso, pero esa marca era como una correa que la mantendría atada durante el resto de su vida, ese día ella se dio cuenta que nunca podría ser libre, que por más que lo deseara, su destino era ser una prisionera toda su vida.
A partir de ese día Abril no volvió a quejarse, iba a sus clases de magia durante las mañanas y por las tardes recibía sus clases de educación de esposa, aunque ella no prestó atención a ninguna.
Sirius fue a buscar a Alessandro y le dijo.
_Esto no está funcionando, la princesa no presta ninguna atención a mis clases, solo se sienta a escuchar como un muñeco.
Alessandro entendía perfectamente a qué se refería Sirius, desde el día en el que había discutido con ella, Abril había dejado de hablarle, siempre que él llegaba a sus aposentos, ella ya estaba acostada en la cama y pretendía estar dormida. Alessandro suspiro pesadamente y Sirius le dijo.
_Es más fácil atrapar abejas con miel que con hiel.
_ ¿Y eso qué significa? Si quieres que ella coopere contigo no sería mejor que seas dulce y cariñoso con ella.
Alessandro se le quedó mirando fijamente.
_A lo que me refiero es que si ella se enamora de ti hará lo que le pidas, incluso podría aceptar ayudarnos a ganar la guerra.
_No digas tonterías.
_Solo es una sugerencia, piensa en lo que te he dicho.
CAPÍTULO 23: UNA DISCULPA SINCERA
Después de comer Abril corrió a su pequeña casa, ella hacia eso cada día para ir a alimentar a la cría de zorro que estaba cuidando, cuando llegó a la casa abrió la puerta y ahí estaba Cassian alimentando al pequeño zorro, al verla tan agitada le preguntó.
_ ¿Qué te pasa? Venía a alimentar a este pequeñajo.
Respondió Abril mientras acariciaba al pequeño zorro. Creo que sería mejor que lo llevarás al palacio, debe ser muy cansado venir hasta aquí todos los días, escuche que estas muy ocupada por tus clases.
_ Lo es, pero no creo que a su majestad le guste.
Cassian recordó que a Alessandro no le gustaban mucho los animales, él respondió. Supongo que tienes razón.
_Si pudiera lo dejaría libre, pero siempre que lo dejó en el bosque termina regresando.
_Ha estado viviendo como una mascota, creo que este pequeño no tiene instinto de supervivencia, por eso prefiere estar contigo. _Pero habrá un día que no podré regresar a esta casa, ¿Y qué será de él?, Quien lo alimentará? Si quieres yo cuidaré de él, si está en el palacio podrás verlo todos los días y no tendrás que preocuparte de que muera de hambre.
_Te agradecería mucho si haces eso.
Abril se quedó un rato acariciando al pequeño zorro con una expresión de tristeza en su rostro, mientras lo hacía Cassian le preguntó.
_Últimamente pareces triste, ¿Qué pasa? Nada, solo me he dado cuenta de que… Abril cortó sus palabras y dijo.
_Debo irme, te veré después.
Abril camino hacia la puerta, antes de irse le dijo.
_Cuida bien de él.
_Así lo haré. ***
Alessandro estaba en su oficina, Cassian se asomó y preguntó.
_ ¿Estás ocupado? Sabes que nunca estoy ocupado para ti hermano, pasa. Cassian se sentó en la silla que había frente al escritorio de su hermano y le dijo.
_La princesa esta rara, ¿Ha pasado algo entre ustedes? Por qué piensas eso? Es que normalmente ella siempre está feliz, pero últimamente parece triste, apagada, ella pasa las noches contigo, por eso lo preguntó.
_No quiere recibir las clases de magia, se molestó por que debe pasar todo el tiempo en el palacio.
_A ella nunca le ha gustado el palacio, entiendo que se sienta de esa manera.
_Ella es una verdadera molestia.
_Hermano ella está sola en un país en el que todos sienten odio por ella, en el que todos la culpan por las muertes de sus familiares en el campo de batalla, no seas tan duro con ella, sea como sea, tú eres su esposo, intenta ser más suave y amable con ella.
_No sé qué les pasa a todos hoy pidiéndome que sea amable y cariñoso con ella.
_Alguien más te lo pidió.
_Sirius.
_Entonces deberías hacerlo.
El asistente del rey tocó la puerta, después se asomó por la puerta y dijo.
_Lamento interrumpirlo su majestad, pero su reunión comenzará en breve.
Alessandro se puso en pie y le dijo.
_Te veré a la hora de la cena hermano.
_Hasta entonces.
Esa noche cuando Alessandro fue a sus aposentos la princesa ya estaba acostada en la cama pretendiendo dormir, él se quitó la chaqueta y aflojo su camisa, se sentó al borde de la cama y le dijo.
_Deja de pretender que duermes, sé que estas despierta. Abril siguió apretando sus ojos, Alessandro le dijo.
_Si no abres los ojos creo que debería hacer que te despiertes y pueda que no te guste la manera en la que lo haré.
Abril abrió sus ojos y se incorporó, tenía miedo de lo que el rey fuera a hacerle, él le dijo.
_Por fin abres los ojos.
_ ¿Qué desea su majestad? No me gusta estar en malos términos con la mujer que duermo, no me gustaría que quisieras matarme en medio de la noche por estar molesta. ¿Jamás haría algo así! Sé que falte a mi palabra, me disculpo por eso, fui muy grosero contigo.
Abril se le quedó mirando sin poder creer que se estuviera disculpando y le dijo.
_ ¿Por qué se está disculpando exactamente? Por todo.
Abril acomodó su cabeza en la almohada, se dio la vuelta y le dijo.
_ ¿La disculpa de su majestad no es de verdad? ¿Qué? No tiene que disculparse.
_Pero si lo estoy haciendo.
Eso no es cierto.
Alessandro tomó de los hombros a Abril obligándole a que se diera la vuelta.
_ ¿Por qué eres tan necia?, me estoy disculpando.
_Pero su disculpa no es sincera.
_ ¿Cómo quieres que me disculpe para que me perdones? Cumpla su promesa.
_ ¿Qué? Solo quiero que su majestad cumpla con lo que me prometió.
_No puedo.
_Entonces su disculpa es mentira.
Respondió Abril mientras le daba la espalda y volvía a acostarse en la cama.
Alessandro suspiro pesadamente y le dijo.
_Está bien, cumpliré con lo que te prometí.
Abril se levantó, lo miró directamente a los ojos y le preguntó.
_Si.
Abril lo abrazó con emoción y le dijo.
_Muchas gracias, eso significa que ya no tengo que recibir más clases de magia, ni la educación de esposa.
_Espera, yo no he dicho eso.
Abril se separó, frunció el seño y le dijo.
_Entonces está mintiendo.
_Podrás recibir las clases con lady Elizabeth una vez a la semana y continuarás con las clases de magia, es lo más que puedo hacer.
Eso era mejor que nada, Abril asintió con la cabeza.
_Está bien.
_Entonces a partir de ahora quiero que prestes atención a tus clases de magia.
Abril miró hacia otro lado, Alessandro tomó su barbilla obligándole a que lo viera.
_Sirius me ha dicho que no prestas atención, si no corriges tu actitud, haré que vuelvas a vivir en el palacio principal, no volverás a esa pequeña casa.
_Está bien, pondré atención de ahora en adelante.
_ ¿Es una promesa? Si, lo prometo.
CAPÍTULO 24: UNA SIRVIENTA MALVADA
Abril estaba muy contenta de volver a tener un poco de libertad, esa noche ella durmió profundamente, tanto que al día siguiente ella se quedó dormida, una de las sirvientas la despertó de manera grosera retirándole la sábana y hablándole con voz despectiva.
_Despierta, hasta cuando piensas seguir durmiendo.
Abril abrió sus ojos y se encontró con una sirvienta que la veía con una mirada cargada de odio.
_Levántate.
Abril se levantó, no quería ponerse a pelear con esa sirvienta.
_Donde está la otra sirvienta.
_Ella está enferma, yo te atenderé.
_No es necesario, puedes irte.
La sirvienta tiró las ropas de Abril a la cama y dijo.
_Mejor, tampoco quería servirte.
La sirvienta salió de la habitación, Abril tomo su vestido y se cambió deseando no volver a ver a esa sirvienta.
Durante el desayuno Abril volvió a ver a la misma sirvienta, ella se comportó de manera educada, pero su mirada seguía cargada de odio.
Cuando Abril se levantó para ir a sus clases y pasó al lado de la sirvienta ella le puso el pie para que tropezara.
Al caer al suelo Abril miró a la sirvienta, pero ella hizo como si no hubiera hecho nada, otras sirvientas la ayudaron a levantarse y le preguntaron si se encontraba bien.
Abril tenía las rodillas adoloridas, pero por lo demás se encontraba bien.
_ ¿Estoy bien? Sirius apareció y al verla preguntó. ¿Qué haces?, Es tarde. Lo siento, me he quedado dormida. Andando.
Abril siguió a Sirius hasta la sala donde recibía las clases de magia, él le entregó un libro y le dijo.
_Espero que la princesa hoy me preste atención.
_Lo haré, de ahora en adelante lo haré.
Sirius considero extraño el que la princesa estuviera tan colaboradora y preguntó.
_ ¿Ha ocurrido algo para que la princesa cambiara de opinión? _Su majestad me prometió que reduciría mis clases si prestaba atención.
_Ya veo.
Sirius continuó su clase, al terminar su clase Abril fue a su casa y se dedicó a cuidar de su huerto, esa noche en los aposentos del rey Abril espero a que Alessandro llegara, él llegó tarde como de costumbre al ver que estaba despierta le dijo.
_Hola princesa, qué haces aún despierta.
_Estaba esperando a su majestad.
_ ¿Para qué? Aún no he olvidado que debo darle un hijo a su majestad.
_Hace unos días parecías haberlo olvidado.
_En ese entonces estaba molesta con su majestad.
_ ¿Ahora ya no lo estás? No, su majestad ha cumplido con su promesa, bueno, a medias.
Alessandro se acercó a Abril y le dijo.
_Entonces hoy piensas cumplir con tus deberes de esposa? Si, a menos que su majestad esté cansado.
_No lo estoy.
Alessandro se inclinó para besarla y le dijo.
_Supongo que llegó la hora de cumplir con nuestra obligación de esposos.
Alessandro continuó besándola, sus manos rodearon su cintura, Abril se quedó quieta, con los brazos a los costados, Alessandro le dijo.
_Si te quedas tan quieta esto será aburrido.
_Pero lady Elizabeth me dijo que solo debía quedarme quieta y que su majestad haría el resto.
_ ¿En serio te dijo eso? Si.
Alessandro la tomo en brazos y la llevo hasta la cama, la deposito suavemente, se acomodó encima de ella y volvió a tomar sus labios, mientras devoraba su boca le dijo.
_También puedes tocarme si lo deseas.
Abril alzó su mano, hundió sus dedos en sus cabellos sintiendo su suavidad, Alessandro se sorprendió que hiciera eso y le preguntó.
_ ¿Por qué solo tocas mi cabello? No lo sé, solo quería tocarlo, ¿Eso no le gusta a su majestad? No es eso, es solo que… Alessandro suspiro profundamente y le dijo.
_En realidad no importa.
Y continuó besándola, disfrutando de la suavidad y calidez de sus labios, sus manos bajaron por su cuello hasta llegar a sus pechos, los apretó y Abril se quejó.
_Eso duele.
_Lo siento.
Alessandro acarició los pechos de Abril con suavidad y preguntó.
_ ¿Así está mejor? Eso se siente raro, ¿Por qué me está tocando ahí? Porque son suaves.
_Pero…
Alessandro la hizo callar con un beso y le dijo.
_Hablas demasiado.
Alessandro continuó acariciando su cuerpo y besando sus labios, dando besos cortos que poco a poco se fueron haciendo más profundos, algo que comenzó a asustar a Abril, ella comenzó a temblar, Alessandro se dio cuenta, él se quitó de encima de ella y le dijo.
_En realidad estoy muy cansado y mañana tengo que levantarme temprano porque debo salir a inspeccionar el reino, será mejor dejarlo para otro día.
Abril se sintió aliviada ya que ella no se sentía preparada, Alessandro acomodo su cabeza en la almohada y le dijo. Estaré fuera unos cuantos días, mientras no estoy no tienes que quedarte en el palacio si no lo deseas, pero debes continuar con las clases de magia.
Abril sonrió ampliamente.
_ ¿De verdad? Si, pero deberías esconder un poco tu felicidad.
_Lo siento.
_No importa, será mejor que te duermas.
Abril se metió entre las sábanas, ella acomodó su cabeza en la almohada y le dijo.
_Buenas noches su majestad.
Alessandro apagó las luces con su magia sumiendo la habitación en oscuridad y le dijo.
_Buenas noches princesa.
Al día siguiente cuando Abril despertó el rey ya no estaba, ella iba a levantarse cuando escucho que tocaban la puerta, debía de ser la sirvienta que la ayudaba a vestirse durante las mañanas, Abril dio su permiso para que entraran, sin embargo al ver quien era la que había entrado deseo que se fuera en ese mismo instante, era la misma sirvienta que había sido grosera con ella el día anterior, ella la miró con odio y le dijo.
Cámbiate o llegaras tarde. Te dije que no era necesario que vinieras.
Me ha enviado la jefa de las sirvientas, si no hago mi trabajo me despedirán.
Aquella sirvienta ayudo a Abril a vestirse y le dijo.
Peinare tu cabello, siéntate.
Abril se sentó en una silla frente a un espejo, ella encontró extraño que aquella sirvienta quisiera ayudarla con su cabello, sin embargo, hizo lo que le pidió. Mientras la estaba peinando ella tiraba de su cabello haciéndola chillar de dolor y le decía.
Deja de quejarte tanto, es tu culpa por tener un cabello tan enredado.
Cuando la sirvienta termino de peinarla Abril tenia dolor de cabeza de tantos tirones que le había dado y juro no volver a dejar que la peinara.
CAPÍTULO 25: MAGIA MARAVILLOSA
Abril estaba muy contenta de poder volver a dormir en su pequeña casa, cuando su clase de magia terminó ella fue a buscar a Cassian, quería estar con el pequeño zorro ya que tendría tiempo para cuidarlo.
Cassian estaba en el jardín, ella se le acercó en eso el pequeño zorro corrió hacia ella, Abril lo tomó en brazos lo acarició y le dijo.
_Yo también te he extrañado pequeñín, hola Cassian.
_Me alegro habernos encontrado, justo iba a ir a buscarte.
_ ¿A mí? Si, quería llevar a tu mascota a verte, creo que te extraña.
_Muchas gracias por cuidar de él.
_No te preocupes por eso.
_Su majestad estará fuera durante unos días ya que debe ir a inspeccionar el reino, durante esos días podré volver a mi casa así que lo tendré conmigo unos días, espero contar contigo después para que cuides de él.
_Por supuesto.
_Muchas gracias.
Los días que Alessandro estuvo fuera Abril sintió que volvía a tener libertad, ella iba a sus clases de magia durante el día y por las tardes trabajaba en su huerto, aunque hacer eso era cansado, para Abril eso era mejor que vivir en el palacio, ahí ella podía ver el cielo azul, sentir los cálidos rayos del sol tocando su piel, podía sentirse libre, ella había vivido toda su vida encerrada y aunque sabía que eso solo era algo temporal, se alegró de haberlo tenido. Abril estaba en su clase de magia, Sirius le había dicho que intentara sentir su magia, cuando él le dijo eso ella no pudo evitar reírse y le dijo.
_ ¿Cómo quiere que sienta algo que no tengo? Inténtelo y deje de replicar princesa.
_Está bien, ¿Qué tengo que hacer? Debe cerrar sus ojos, buscar en lo más profundo e intentar sentir su magia.
Abril hizo lo que Sirius le dijo, aunque sabía que era inútil se esforzó ya que lo había prometido. Ella buscó en lo más profundo de su interior intentando encontrar su magia, se sumergió en lo más profundo de su ser, ella vio una pequeña luz y se preguntó si eso sería su magia, ella intentó tocarlo, pero desapareció y con ello su conciencia.
La princesa comenzó a brillar, era una luz cálida que lo hizo sentirse tranquilo y lo inundó de paz, pero también pudo sentir como anulaba su magia, eso solo duro unos segundos, ella se desmayó y cayó al suelo, ese día Abril estuvo inconsciente durante toda la tarde, cuando abrió sus ojos se encontraba en una habitación desconocida, a su lado estaba Cassian, él le preguntó.
_ ¿Estás bien? ¿Qué me pasó?, ¿Qué estoy haciendo aquí? Sirius se acercó a ella y le dijo.
_Te desmayaste a mitad de la clase, ¿Qué es lo último que recuerdas? Abril intentó hacer memoria, pero no podía recordarlo, ella dijo. Creo que fue cuando me dijo que cerrara los ojos e intentara sentir mi magia, después de eso, no sé lo que pasó.
_Ya veo. ¿Hice algo extraño? No, solo te desmayaste, no has comido, pediré que te traigan algo ligero de comer.
_Gracias.
Cuando Sirius salió Cassian le pasó el pequeño zorro a Abril y le dijo.
_Como no sabía si despertarías hoy fui a por tu mascota. Abril le acarició la cabeza al zorro y le dijo.
_Muchas gracias.
_Debes estar cansada, te dejaré para que descanses.
_Hasta mañana.
Cassian encontró a Sirius en el pasillo y le preguntó.
_ ¿Qué fue lo que le pasó a la princesa? Solo se desmayó.
_No creo que haya sido solo eso después de escuchar lo que le has preguntado a la princesa.
_Debo ir a revisar a que la princesa se encuentre bien, nos vemos después príncipe.
Cassian sabía que Sirius era el perro fiel de Alessandro, no importaba cuanto él insistiera Sirius no le diría nada, si quería saber qué había pasado debía esperar a que Alessandro volviera, porque a él sería el único a quien Sirius le diría que había pasado exactamente.
Después de ese día Sirius detuvo sus clases hasta que el rey estuviera de regreso, Abril se encontraba perfectamente bien y estaba feliz de poder tener tiempo para ella y de no tener que ir al palacio.
Pero desde que había regresado a su casa sentía como si alguien la estuviera vigilando, ella pensó que eran imaginaciones suyas y dejó de pensar en eso.
La inspección de Alessandro había tomado más tiempo de lo que él había pensado, después de ocho días él regresó al palacio, cuando llegó lo primero que hizo fue mandar a llamar a Sirius ya que él le había enviado un mensaje de que necesitaba hablar con él, Alessandro estaba algo preocupado, él se preguntó si se trataba sobre la princesa.
Cuando Sirius entró en la oficina de Alessandro lo primero que hizo él fue preguntar.
_ ¿Ha pasado algo con la princesa? Sirius asintió con la cabeza. Así es, por eso quería hablar contigo Qué ha pasado? Hace unos días la magia de la princesa despertó.
_Esas son buenas noticias.
_No estoy tan seguro de ello, su magia despertó solo por un instante, su magia es verdaderamente fascinante, ahora entiendo por qué algunos los consideran santos, su magia me alcanzo, su magia es muy diferente a cualquiera que haya conocido, infundía paz, tranquilidad y bloqueo mi magia un día entero.
_Así que era verdad, su magia anula otras magias.
_Más que anularlas creo que las bloquea haciendo que no puedas acceder a tu magia.
_Ella puede curar a Cassian, debemos pedirle que lo haga. Espera, te dije que su magia sólo despertó por un momento, después ella se desmayó, cuando despertó ella no recordaba nada, es como si su magia bloqueará también sus recuerdos, creo que por eso ella no es consciente de que posee magia.
_Eso es extraño.
_Si, por eso he anulado nuestras clases, necesito que me prestes ese libro otra vez y todos los libros que tengas sobre eso. Alessandro sacó el libro que le había prestado antes de uno de los cajones de su escritorio y le dijo.
_Aquí tienes. ¿Me lo puedo llevar esta vez? No, quédate en mi oficina hasta que termines. Alessandro camino hacia la puerta, Sirius le preguntó.
_ ¿A dónde va? Iré a ver a mi esposa.
CAPÍTULO 26: POR FAVOR NO ME MATES
Abril estaba viendo la puesta de sol cuando escuchó los pasos de alguien que se acercaba, ella se giró para ver quien era y se sorprendió al ver a la sirvienta que la había estado molestando.
_ ¿Qué estás haciendo aquí? Vine a buscar a la princesa, hace días que no va al palacio, me preguntaba cuál sería la razón.
_Vete, aquí no tienes por qué servirme.
_Lo sé y en realidad tampoco es para eso que he venido. Aquella chica sacó un cuchillo que lleva escondido, Abril retrocedió y le dijo.
_ ¿Qué crees que estás haciendo? Hoy matare a la princesa, no más bien a la amada hija del rey Venobich, quiero que él sufra cuando se entere que su amada hija a muerto, que sienta lo mismo que yo sentí, cuando mato a mi esposo.
_Oye, creo que te estas equivocando, a mi padre yo no le importo, si lo hiciera no me habría enviado aquí, nadie entrega a su hija más amada.
_Puede que sí, puede que no, ya lo veremos.
_Espera por favor, si me matas seguro el rey Alessandro no lo dejará pasar.
Aquella mujer comenzó a reírse histéricamente le dijo. No me hagas reír princesa, en verdad piensas que le importas, aunque sea un poco a su majestad, si en verdad le importaras, serias tratada como una reina, pero él sigue llamándote, princesa, él claramente no te considera su reina, ni siquiera su esposa ya que aún no han tenido su primera noche.
_Eso no es verdad, duermo cada día en los aposentos del rey. Ya lo has dicho, solo duermes, ustedes aún no han pasado su primera noche como matrimonio, eso es algo que todos saben, creo que si te mato su majestad ni siquiera se daría cuenta de ello.
Abril retrocedió un poco más, la sirvienta camino a grandes zancadas acortando la distancia que había entre ellas, paso la afilada hoja del cuchillo cerca de su rostro y le dijo. Creo que destrozare esa hermosa cara, quiero dejarte de la misma manera que tu padre dejo a mi esposo, irreconocible, pero no tocaré tu cabello, quiero que sepan que eres tú.
Abril estaba aterrada, ella empezó a temblar, tenía miedo de lo que esa mujer le fuera a hacer.
_Por favor no me hagas daño, te lo suplico, déjame ir.
_Claro que no, no te dejaré escapar.
Aquella sirvienta bajo el cuchillo lentamente por el cuerpo de Abril, se detuvo en el corazón y le dijo.
_ ¿Será que te apuñaló el corazón primero? Ella siguió bajando.
_ ¿O te abro en canal? No sé por dónde empezar.
Abril comenzó a llorar y con lágrimas en los ojos suplicó.
_No me hagas daño, por favor.
Aquella mujer parecía enloquecida, ella apretó el cuchillo contra el vientre de Abril cortando la tela y la piel ligeramente y le dijo. _Quizás empiece por aquí.
Abril intento escapar empujándola, pero ella ni siquiera se movió, un humo negro empezó a envolver a aquella sirvienta, un escalofrió recorrió la espalda de Abril.
_No pienses que puedes escapar de mí.
Aquella mujer le enterró el cuchillo a Abril en el vientre hasta la empuñadura y le dijo con una sonrisa.
_Muere.
Alessandro había ido a buscar a Abril, cuando llegó a la pequeña casa donde ella vivía vio que había una sirvienta con ella, él sintió algo extraño al ver a esa sirvienta tan cerca de Abril, así que se acercó en silencio, pero cuando estuvo lo suficientemente cerca de ellas vio miedo, terror puro en los ojos de Abril, con lágrimas en los ojos ella dijo en un susurro.
_Ayúdame.
Alessandro se apresuró y le dijo a la sirvienta.
_Qué crees que estás haciendo? Aquella sirvienta al escuchar la voz del rey empujó a la princesa al suelo y salió corriendo, Alessandro al ver que esa sirvienta había apuñalado a la princesa usó su magia para atraparla en un remolino de viento.
Alessandro se apresuró a auxiliar a la princesa, con lágrimas en los ojos ella repetía una y otra vez.
_No quiero morir, no quiero morir. Alessandro la tomó en brazos y le dijo.
_Y no vas a morir, no permitiré que mueras.
Después de decir eso Alessandro usó su magia de viento para elevarse y volar hasta el palacio principal, al llegar a las puertas con la princesa ensangrentada dijo.
_Traigan un médico.
Abril empezó a perder la conciencia, todo se puso borroso y al final se desmayó, rogando en su mente una y otra vez a Dios, que la ayudara, que no quería morir.
Mientras el médico atendía a Abril, Alessandro envío a los guardias para que fueran a buscar a la sirvienta que había atacado a Abril, mientras regresaba a sus aposentos para ver cómo se encontraba la princesa se encontró con Cassian en el camino, él le preguntó muy alterado.
_ ¿Cómo está la princesa?, me dijeron que alguien la atacó.
_El médico la está atendiendo en estos momentos, ahora mismo iba a ver como estaba.
Alessandro comenzó a caminar, Cassian le preguntó.
-La persona que le atacó, ¿La han atrapado? Si.
Respondió a Alessandro y continuó caminando, él estuvo esperando fuera de la habitación hasta que él médico salió.
_ ¿Cómo está la princesa? La herida era profunda y ha perdido mucha sangre, hice todo lo que estaba en mis manos, ahora solo queda esperar a que despierte.
Después de que el médico se fuera Cassian entró en la habitación seguido de Alessandro, él tomó su mano y dijo.
_ ¿Por qué le hicieron esto? No lo sé, pero pronto lo averiguaré.
_ ¿Ella se pondrá bien? Espero que sí, la necesitamos para curar tu lesión.
Cassian se molestó al ver la indiferencia de su hermano y le dijo. ¿Es en serio?, ¿Eso es lo único que te preocupa?, ¿Acaso no te importa lo que le pase en lo más mínimo?, ella es tu esposa Lessan.
_Crees que no me importa.
_Eso es lo que parece Lessan.
_Pues te equivocas Cassian, estoy muy preocupado por ella, más de lo que puedas imaginarte.
CAPÍTULO 27: CUIDA BIEN DE ELLA
Cassian se preguntó si eso era cierto, si para su hermano quien parecía tranquilo Abril significaba algo más que una simple herramienta, Cassian soltó la mano de Abril y le dijo.
_Su magia hace que las heridas sanen, debe pasar lo mismo con ella, ¿No? No lo sé, habrá que esperar y ver que sucede. Alessandro se dirigió a la puerta, Cassian le preguntó.
_ ¿A dónde vas Lessan? A interrogar a esa sirvienta, quiero saber por qué le hizo esto, tu cuida de ella mientras no estoy.
_Así lo haré.
Alessandro fue a los calabozos donde tenían a aquella sirvienta, cuando ella le vio entrar a su celda tembló de miedo, el rey parecía furioso.
_ ¿Por qué atacaste a la princesa? Preguntó con una voz fría como el hielo.
_El padre de esa maldita mujer mató a mi esposo en el campo de batalla, era justo que yo hiciera lo mismo con ella.
_Dime ¿quién te ordenó matarla? Nadie, solo lo hice por venganza, su majestad también quería matarla verdad, todos en el reino la quieren muerta.
_ ¿Qué estupidez estás diciendo? Su majestad también la odia por ser hija de su enemigo, usted también la quiere muerta, solo le he hecho un favor a su majestad.
_Estás completamente loca.
_Yo solo digo la verdad, aunque ella es su esposa aún no han consumado el matrimonio, su majestad la ha ignorado desde que llegó aquí, su majestad nunca la ha considerado su reina, ella solo es la princesa del reino enemigo, una pecadora que debe pagar por todo lo que ha hecho.
Alessandro tomó la espada de uno de los guardias, le rebano el cuello a la sirvienta y mientras se ahogaba en su propia sangre él la miró con desprecio y dijo.
_ Este será el destino de todo aquel que se atreva a tocar a mi esposa.
Alessandro dio media vuelta y salió de los calabozos, mientras caminaba por los pasillos del palacio, las palabras de aquella sirvienta rondaron en su mente. Abril había sido atacada por su culpa, porque él nunca la había tratado como su esposa, aun cuando a él no le gustara ella, debía de mostrar su respeto, él lo sabía perfectamente, sin embargo, solo la ignoro olvidando que ella existía, dejando que tuviera una vida miserable y haciendo que todos pensaran que ella merecía ser castigada por las aberraciones que había cometido su padre, por todos sus pecados, aun cuando ella solo era una joven inocente que no tenía la culpa de nada.
Alessandro volvió a su habitación junto a Abril, Cassian estaba junto a ella esperando a que despertara.
_Deberías irte a tus aposentos Cassian.
_ ¿Qué paso con la sirvienta? Está muerta.
_ ¿Dijo por qué atacó a la princesa? Por venganza, por odio. Solo por eso. Si.
_ ¿Qué piensas hacer después ahora? ¿A qué te refieres? ¿Cuándo se recupere dejarás que vuelva a esa casa?, ¿Qué esté sola? No, ella ya no puede volver a ese lugar, es peligroso.
_No le gustara cuando se lo digas.
_Lo sé, pero ya no puedo cumplir con la promesa que le hice. Cassian camino hacia la puerta, al pasar al lado de Alessandro le dijo.
_Cuida bien de ella.
Cuando Cassian se fue, Alessandro se acercó a la cama, se sentó en el borde y acarició sus mejillas, estaba fría, ella se veía tan frágil, tan pequeña, por primera vez se dio cuenta de que ella en realidad no era el enemigo, ella solo era otra víctima de esa guerra que había traído tanto dolor.
Abril estuvo inconsciente durante 3 días, cuando ella abrió los ojos lo primero que vio fue a Alessandro, él puso su mano sobre su frente y le preguntó.
_ ¿Cómo estás? Tengo sed.
Alessandro tomó un vaso con agua, la ayudó a incorporarse y la ayudó a beber. Al terminar ella le dijo.
_Me duele el vientre. Te apuñalaron, es natural que te duela.
_ ¿La sirvienta que me atacó? Ella no volverá a hacerte daño, está muerta, me encargue personalmente de ella.
_Yo no le hice nada, pero aun así ella.
La voz de Abril se quebró y comenzó a llorar.
_Por qué debo pagar por algo que yo no he hecho. Alessandro le acarició el cabello con suavidad consolándola.
_No llores o tu herida podría abrirse.
Él limpió sus lágrimas y le pasó un pañuelo, Abril sonó su nariz y le dijo.
_ ¿Quisiera volver a mi casa? No puedes.
_ ¿Qué? Debes recuperarte.
Abril era consciente de que su estado no era el mejor, que lo mejor que podía hacer era esperar a recuperarse así que dejó de insistir.
Durante los siguientes días Abril se dio cuenta de que las sirvientas habían cambiado la manera en la que la trataban, ellas eran respetuosas y cordiales con ella, un día mientras Cassian había ido a visitarle le dijo.
_Las sirvientas están actuando raro.
_ ¿Alguna ha sido grosera contigo? No, al contrario, todas han sido muy amables y respetuosas, eso es lo raro.
_Tú eres parte de la familia real Abril, el que ellas te traten de esa manera es lo normal.
_Lo sé, pero, nunca he recibido tal trato, por eso para mí es extraño.
_Si alguien es irrespetuoso o grosero no dudes en decirlo, esa persona pagara con su vida insultar a la familia real. Alessandro había escuchado la conversación entre Abril y Cassian, al entrar él le dijo.
_Tu eres mi esposa, tienes total libertad de castigar a todo aquel que se atreva a ofenderte, tú puedes castigarlos de la manera que desees, no importa si ese destino es la muerte.
Yo no haría eso jamás, no soportaría que alguien muriera por mi culpa, yo no soy igual que mi padre que está loco por la sangre.
CAPÍTULO 28: ¿QUÉ ES LO QUE HA CAMBIADO?
Cassian sintió que sobraba, él se levantó y dijo.
_Yo tengo algo urgente que hacer, nos vemos.
Después de que Cassian se fuera, Alessandro se sentó en el borde de la cama y puso su mano sobre la frente de Abril para comprobar que no tuviera fiebre, él había empezado a hacerlo cada vez que volvía a sus aposentos, poco importaba que ella dijera que estaba bien.
_ ¿Cómo está tu herida?, ¿Duele? Aún duele.
_Me gustaría ver tu herida, ¿Puedo? Abril asintió con la cabeza. Como ella no podía moverse muy bien todavía, Alessandro retiró las mantas y le ayudó a subir el camisón, él podía ver sus piernas desnudas y su ropa interior, él la miró a la cara para ver que expresión estaba haciendo, ella parecía tranquila, no había ni rastro de vergüenza en su rostro. Ya me lo esperaba. Pensó Alessandro mientras la ayudaba a sentarse para quitar el vendaje. Al sentarse Abril se quejó del dolor. Eso duele, Lo siento.
Alessandro pensó que la herida sanaría más pronto por sus poderes, sin embargo, no fue así, su herida estaba sanando lentamente.
_ ¿Tus heridas siempre tardan tanto en sanar? Si, aunque creo que es lo normal.
Alessandro puso un vendaje nuevo y preguntó.
_ ¿Te sueles enfermar seguido? Ahora casi no, pero cuando era joven sí, casi siempre tenía fiebre, no tenía una buena salud, pero cuando llegué cuando crecí eso cambió, ahora casi nunca me enfermo.
Al terminar de poner el vendaje Alessandro se percató de que Abril tenía unas pequeñas cicatrices en las piernas, él las toco con la yema de los dedos, Abril se sonrojo, eso fue nuevo para él, aunque ella no se avergonzaba de que viera su cuerpo, si lo hacía cuando la tocaba.
_Cómo te hiciste estas cicatrices? Fue cuando caí a los rosales hace tres años.
Alessandro recordó que ese día él no le ayudó, que a pesar de ser ella la que estaba herida, él la había castigado.
_Acuéstate.
Abril volvió a acostarse, Alessandro bajó su camisón y la cubrió con las mantas.
_Debes quedarte en la cama hasta que te recuperes, procura no moverte mucho.
_Si. Si necesitas algo pídeselo a las sirvientas y si alguna es grosera contigo dímelo.
_Está bien.
_Debo irme, descansa, te veré en la noche.
Para Abril él que el rey fuera tan amable y se preocupara tanto por ella lo consideraba extraño, si hubiera sido al principio de su matrimonio quizás hubiera pensado que era porque ella era su esposa, pero después de ser ignorada y olvidada durante tres años, eso era algo difícil de creer, ella se preguntó si era por que el hijo que ella debía darle, pero también desestimó esa razón. Abril miró su mano izquierda en la que se veía la marca de matrimonio, si ella hubiera muerto, si el rey no hubiera llegado en el momento justo, él estaría libre de ese lazo invisible que los unía y él podría volver a casarse con su prometida.
Abril dio un largo suspiro y se preguntó.
_ ¿Qué es lo que ha cambiado?, no lo entiendo, hasta hace nada su majestad me quería muerta, ¿Por qué ahora se preocupa tanto por mí? Abril tenía tantas preguntas en su mente, tantas cosas que quería preguntarle al rey, pero tampoco quería hacer las preguntas por miedo a la respuesta que recibiría, ella decidió que lo mejor era quedarse callada y pasar desapercibida hasta que se recuperara. Alessandro mandó llamar a Sirius, cuando él entró le preguntó. ¿Por qué su herida está tardando tanto en sanar?, cuando me herí la mano en dos días mi herida había desaparecido, ella tiene una semana y su herida esta sanando muy lento, además tiene varias cicatrices, a mí no me quedo marca.
_Quizás su magia no puede curar sus propias heridas.
_La magia de sanación tampoco ha funcionado en ella.
_Creo que su magia anula toda magia, por eso no funciona en ella y creo que por eso cuando fue al templo y tocó la esfera de magia, no reaccionó, la esfera es un artículo mágico, creo que ella la anuló y por eso parecía que no poseía magia.
_ ¿Y ahora qué?, su herida sigue sin sanar.
_Solo podemos esperar su majestad.
_ ¿Esa herida, Dejará cicatriz? Lo más seguro es que si ya que la magia de curación no funciona en ella.
_No quiero que tenga otra cicatriz por mi culpa, busca la manera de que no sea así.
_Pero su majestad, yo soy un mago no un curandero.
_Pues desde ahora lo serás, así que deja de perder el tiempo y ve hacer lo que te he pedido.
Sirius salió de la oficina del rey y se preguntó a qué se había referido el rey al decir que no quería que ella tuviera otra cicatriz por su culpa.
Cuando cae la noche Alessandro volvió a su habitación, él pensó que Abril estaría dormida porque era un poco tarde, sin embargo, ella estaba de pie en el balcón mirando hacia la distancia, Alessandro se apresuró llegar a su lado y le dijo.
_ ¿Qué crees que estás haciendo?, te dije no salieras de la cama. Abril no contestó. Alessandro se acercó un poco más, puso su mano sobre su hombro y volvió a llamarla.
_ Princesa.
Abril seguía sin responder, era como si no lo escuchara, Alessandro hizo que se diera la vuelta y descubrió que ella tenía los ojos cerrados. Él agitó su mano frente a ella y volvió a llamarla.
Princesa, ¿Qué sucede? Abril seguía sin responder, era como si estuviera dormida, él agitó su hombro haciendo que se despertara, al abrir sus ojos Abril se preguntó cómo había llegado al balcón y que estaba haciendo ahí, ella miró a Alessandro y le preguntó.
_ ¿Qué estoy haciendo aquí? Lo mismo quisiera saber yo.
CAPÍTULO 29: ALGUIEN QUE ME AME
Abril no sabía cómo había llegado al balcón, ella se había quedado dormida y no recordaba haberse levantado.
Alessandro la cargó en brazos y le dijo.
_Debes volver a la cama.
_Yo en verdad no sé cómo llegue hasta el balcón.
_Está bien, te creo.
Alessandro la depositó suavemente en la cama y le dijo.
_ ¿Estás bien?, ¿Tu herida duele? Un poco, pero estoy bien.
_Vuelve a dormir.
Alessandro se quitó la chaqueta, se aflojo la camisa, los zapatos y después se acostó al lado de Abril, ella se quedó mirándolo, él le preguntó.
_ ¿Por qué no duermes? No tengo sueño.
_Pues yo sí, así que cierra los ojos y duérmete, no podré dormirme hasta que lo hagas.
_Quizás debería estar en otra habitación. ¿Qué? Compartía habitación con su majestad para darle un heredero, pero en mi estado eso es imposible, solo soy una molestia para su majestad.
_No. ¿Por qué no? Por qué no quiero tenerte lejos de mí.
_No lo entiendo, ¿Por qué su majestad quiere tenerme cerca si me odia? Yo no te odio, por lo menos no ahora, así que deja esa tonta idea de querer irte a otra habitación.
_ ¿Qué ha cambiado?, ¿Por qué su majestad ya no me odia? No lo sé, solo ya no te odio, ¿Eso no te gusta? No es eso, solo me parece extraño, nunca nadie se ha preocupado por mí, no me acostumbro a que su majestad sea tan amable y se preocupe tanto por mí.
Alessandro se preguntó qué tipo de vida había vivido Abril en el reino de Laios, él le preguntó.
_ ¿Cómo era tu vida en el reino de Laios? Hum… Solitaria, nunca fui alguien a quien quisieran, ni siquiera recuerdo que alguien fuera amable conmigo en ese lugar.
_Tu madre tampoco fue amable contigo? Mi madre murió al darme a luz, nunca la conocí, tampoco sé mucho de ella, solo lo que decían las sirvientas cuando estaban molestas. ¿Qué te decían? ¿Qué por qué no morí con mi madre, que no debería haber nacido, cuando era pequeña era muy enfermiza, ellas odiaban tener que cuidarme, para todos yo solo era alguien molesto que no debería haber sobrevivido, ni siquiera sé cómo sigo viva ya que siempre me descuidaron.
Al recordar cómo había sido su vida en el reino de Laios, Abril frunció el ceño y dijo.
_Cuando esa sirvienta me atacó, pensé que moriría, pensé que ya no volvería a abrir los ojos y en ese preciso momento me di cuenta de que nunca he sido feliz, que nunca ha habido nadie que me ame.
Alessandro se quedó mirándola fijamente y le preguntó.
_ ¿Tú quieres que te ame? Jamás he esperado amor por parte de su majestad, me pregunto si cuando tenga un hijo él me amara.
_Serás su madre, seguro te amara y creo que yo también. Abril abrió los ojos como platos y se preguntó si había escuchado mal, ella limpió sus orejas y dijo.
_Quizás deba dormir, creo que estoy escuchando cosas.
Alessandro acarició su mejilla y le preguntó.
_ ¿No quieres que te ame? ¿Por qué me amaría su majestad? ¿Acaso necesito una razón para hacerlo? No lo sé.
Alessandro se acercó un poco más a Abril, le dio un suave beso en los labios, la abrazó y le dijo.
_No se necesita ninguna razón para amar, eso solo sucede, te enamoras sin pensarlo, sin planearlo, sin que te des cuenta, cuando vi que estabas a punto de morir tuve miedo, no quería perderte, lo siento si eso es molesto para ti, pero quiero tenerte cerca de mí y asegurarme de que estés bien.
Abril no sabía qué pensar de lo que el rey estaba diciéndole, así que simplemente se quedó en silencio preguntándose si las palabras del rey eran verdad.
Al día siguiente Alessandro mandó llamar a Sirius, cuando él llegó le dijo.
_Ayer pasó algo extraño con la princesa.
_El que? Estaba en el balcón.
_Eso significa que ya se encuentras mejor, ¿No? Ella estaba dormida, no sabía cómo había llegado al balcón. _Quizás camina dormida, he escuchado hablar que algunas personas lo hacen.
_No lo se, sentí algo extraño cuando la vi en el balcón, era como si fuera otra persona.
_Estaba dormida, es natural que no actué de la misma manera en la que lo hace siempre.
_Supongo que tienes razón, ¿Cómo va lo que te pedí? Solo ha pasado un día, no puedes esperar que haya encontrado una medicina milagrosa que cure las heridas, sobre todo teniendo en cuenta que no puedo usar la magia ya que la princesa anula toda magia. Pues ponte a eso.
_Si, volveré ahora mismo a la torre de los magos y me pondré a ello.
Cuando Sirius se acercó a la puerta Alessandro le dijo.
_Le he dicho a la princesa que podría amarla.
_Así que harás lo que te sugerí, vas hacer que la princesa se enamore de ti.
_Su magia es peligrosa, lo mejor es tenerla de nuestra parte y creo que esa es la mejor manera de hacerlo.
_El amor es más eficaz que el miedo, por amor una persona puede luchar incluso hasta la muerte.
_He recibido un informe de las sombras, al parecer él rey Venobich se está preparando para una guerra.
_ ¿Crees que va a romper vuestro tratado? No lo sé, solo sé que ella puede significar nuestra victoria o nuestra derrota si la guerra vuelve a dar comienzo.
_Solo espero que el rey Venobich no inicie la guerra antes de que la princesa aprenda a manejar sus poderes, ese sería un verdadero problema.
_Lo sé, por eso quiero que ella se recupere rápido para que continúe aprendiendo magia, para que pueda controlarla. ¿Por cierto, Ya sabes cómo hacer que la princesa se enamore de ti? ¿Qué? No me digas que no tienes ningún plan.
_Bueno aún no he pensado en eso.
_ Te aconsejo que empieces a pensar en ello, para que una mujer se enamore de un hombre necesita sentir que es especial para él, debes demostrar tus sentimientos por ella, bueno en tu caso no hay sentimientos así que tendrás que esforzarte aún más. Alessandro no era muy bueno con las mujeres ya que desde que era joven siempre habían sido las mujeres las que se esforzaban por agradarle, él nunca había tenido la necesidad de esforzarse con ninguna mujer, en realidad él no sabía muy bien que hacer para que la princesa se enamorara de él, pero no quería admitir eso frente a Sirius.
CAPÍTULO 30: MI DESEO
Habían pasado varios días desde que Alessandro le había dicho a Abril que quizás él terminará enamorándose de ella, esas palabras habían dejado a Abril pensativa, aunque al ver que su relación con el rey seguía siendo la misma se preguntó si todo aquellos había sido un sueño, o una ilusión creada por su deseo de que alguien la amara. Ya que los días fueron pasando y su relación con Alessandro no cambió, al final ella dejó de pensar en eso descartándolo como una simple ilusión.
Un mes después Sirius fue a ver a Alessandro y le dijo.
_ ¿Creo que ya he encontrado lo que me has pedido? ¿Y por qué has tardado tanto? No es fácil encontrar una manera de tratar una herida tan profunda como la que recibió la princesa y no deje cicatriz cuando no puedes usar magia, he tenido que buscar un sinfín de plantas para poder hacer lo que me pediste y tampoco estoy tan seguro de los resultados, pero creo que servirá.
Alessandro se puso en pie y le dijo.
_Dame la medicina, se la llevaré yo mismo.
Sirius le entregó la pomada que llevaba en su bolsa y le dijo. Debe aplicarla sobre la herida todos los días, no es una medicina mágica así que los resultados no se verán inmediatamente.
Alessandro se fue, cuando llegó a su habitación encontró a Abril en el balcón, la suave brisa primaveral hacía ondear su larga cabellera roja, ella se veía hermosa siendo bañada por los rayos del sol, él se acercó y le dijo.
_ ¿Qué haces levantada?, Deberías estar en la cama.
_Estoy cansada de estar en la cama.
_Aun no te has recuperado, debes ser más prudente, ¿Te has levantado sola? No, una de las sirvientas me ha ayudado a levantarme, pero quería estar sola así que le pedí que se fuera.
_ ¿Alguna de las sirvientas ha sido grosera contigo? No, pero me gusta estar sola, no quería que ella se quedara detrás de mí todo el tiempo como una sombra.
_Volvamos a dentro.
Alessandro iba a cargar a Abril en brazos y llevarla nuevamente a la habitación, pero ella le dijo.
_Espere su majestad, no quiero entrar todavía, deje que me quede aquí un poco más, por favor. Está bien, pero solo un ratito más.
Abril apoyó sus brazos en la barandilla y se quedó mirando fijamente los jardines del palacio, él le preguntó.
_ ¿Qué miras? Las flores, son muy hermosas, ¿No lo cree así? Alessandro nunca había prestado mucha atención a ese tipo de cosas, él echó una mirada rápida, él jardín estaba en plena floración, había un sinfín de flores de distintos colores haciendo que el jardín se viera lleno de vida, mientras lo veía le dijo.
_Supongo que tienes razón, es hermoso, ¿Te gustan mucho las flores? Si, me encantan porque están llenas de vida y de color, siempre las veo me hacen sentir que yo también sigo viva.
A la mente Abril llegó el recuerdo de cuando había sido empujada a los rosales, del dolor que había sentido cuando todas aquellas espinas se habían clavado en su piel y se habían enredado en su cabello y le dijo.
_Aunque no me gustan las rosas, ni ninguna flor que tenga espinas.
_Qué otras cosas no te gustan? Abril elevo su mirada al vasto cielo azul, vio un pájaro que surcaba los cielos en total libertad y deseo poder ser libre como lo era ese pájaro, aunque fuera una sola vez y respondió. Estar encerrada, he estado encerrada, privada de mi libertad desde que era una niña y lo odio, odio vivir como un pájaro enjaulado al cual le han cortado las alas.
Alessandro sintió que era una basura al igual que lo era el rey Venobich, él había hecho lo que ella más odiaba, la había encerrado como un pájaro, negándole la libertad. Alessandro la tomó en brazos cambiando de tema y le dijo.
_Debemos entrar, no puedes excederte, tu herida podría abrirse.
Él la llevó hasta la cama, la depositó con suavidad y le dijo. Sirius ha hecho una medicina para ti, es para que no te quede una cicatriz.
_En realidad eso a mí no me importa, está en un lugar que no se ve.
_Pero yo la veré y cuando pase mis manos por tu cuerpo la sentiré.
_Supongo que eso le desagradaría a su majestad, en realidad no es por eso, solo no quiero que te quede una cicatriz, no quiero que tengas un recuerdo permanente de que fuiste herida.
_Aunque no quede cicatriz no creo que pueda olvidarlo, en ocasiones hay cicatrices que nadie puede ver, pero eso no significa que no estén, hay heridas y cicatrices que no marcan el cuerpo, si no el alma y ahí no hay pomada, ni medicina que pueda borrarlas, solo queda a esperar a que con el tiempo que las heridas dejen de sangrar y puedan cicatrizar.
_Pero en ocasiones las puedes olvidar.
Alessandro subió el camisón de Abril, retiró el vendaje y revisó la herida, seguía estando roja aunque se veía mucho mejor, aplico la pomada con la yema de los dedos, con mucho cuidado para no lastimarla, ella le dijo.
_ ¿Cuándo me recupere podré volver a mi casa? Alessandro empezó a ponerle el vendaje nuevamente y le preguntó.
_ ¿Alguien ha sido grosero contigo o te han ignorado? No.
_ ¿Entonces por qué quieres dejar el palacio?, si hay algo que no te guste dímelo y haré que lo cambien, pide lo que desees y se hará.
_Lo que yo deseo su majestad no me lo puede dar.
Al terminar de poner el vendaje Alessandro la beso y le dijo.
_Si es que te ame… Tampoco es eso.
_ ¿Entonces qué es lo que deseas? Libertad.
Alessandro estaba dispuesto a concederle cualquier cosa que la princesa le hubiera pedido, pero solo había una que él no podría concederle jamás y esa era su libertad, Abril sabía que su deseo era un imposible y le dijo.
_Se que mi deseo es un imposible, así que solo pido que me deje volver a mi casa en el rincón más alejado del palacio, ya que ahí puedo sentirme libre, aun cuando sé que esa libertad es solo una ilusión.
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ESPOSA OLVIDADA
Novela JuvenilAbril era la primera hija del rey de Venobich, un hombre cruel y despiadado que veía a todos sus hijos como simples herramientas. En su quinceavo cumpleaños ella es obligada a casarse con el rey Alessandro, enemigo jurado de su padre, ahí ella será...