CAPÍTULO 51: TAN SOLO ES EL PRIMERO DE MUCHOS
Cuando llegaron a la playa Alessandro detuvo el caballo, Abril se quedó embelesada viendo el mar tranquilo, las olas que se movían como brazos y formaban una espuma de color nácar. Un poco más a lo lejos vio como algunos barcos se aproximaban al puerto, varias gaviotas estaban pescando en el mar, aquel paisaje era hermoso.
Abril nunca hubiera podido imaginar que algún día podría disfrutar de un paisaje como ese, ella se había resignado a vivir toda su vida encerrada y que sus únicos momentos de libertad fueran en aquella pequeña casa en una esquina del palacio real, ella nunca deseó salir, ni siquiera ser libre, porque nunca había conocido lo que era la libertad, sin darse cuenta sus lágrimas rodaron por sus mejillas.
Alessandro bajó del caballo y al ver que estaba llorando le preguntó.
_ ¿Qué pasa?, ¿Por qué estás llorando? No es nada.
Alessandro estiró sus manos para ayudarla a bajarse del caballo, Abril se lanzó a sus brazos y recordando que lady Elizabeth le había dicho que con un beso podía expresar gratitud, ella lo beso y le dijo.
_Muchas gracias por traerme, por mostrarme lo que hay fuera. Alessandro se sintió mal, ella estaba agradeciendo al culpable de su encierro por darle libertad, por mostrarle lo que había detrás de los muros del palacio, él le devolvió el abrazo y respondió. Quiero mostrarte todo lo que hay en mi reino, este lugar tan solo es el primero de muchos.
Alessandro miró el rostro de Abril, limpio sus lágrimas con sus besos y le dijo.
_Me gusta más verte sonreír, así que no llores.
Abril asintió con su cabeza, él le dio un suave y dulce beso en los labios y le dijo.
_ ¿Quieres caminar un poco? Si.
_Entonces vamos, disfrutemos de este hermoso paisaje mientras estemos aquí.
Alessandro se agacho enterrando una rodilla en la blanca arena y le dijo. Dame tu pie, ¿Para qué? Ahora lo verás, Abril levantó su pie derecho, Alessandro le quitó el zapato, después le pidió el izquierdo e hizo lo mismo, los pies de Abril se hundieron en la arena blanca, era una sensación extraña para ella y le dijo.
_Se siente raro.
_Lo sé, pero es agradable, ¿No? Si, lo es.
Alessandro se quitó los zapatos y los dejó junto a los de Abril, tomó su mano y le dijo.
_Vamos, no era esto lo que quería mostrarte.
Abril lo siguió mientras disfrutaba de la sensación de sus pies hundiéndose en la arena, al llegar a la orilla del mar las olas salpicaron el vestido de Abril, ella al ver que Alessandro estaba entrando en el agua le dijo.
_ ¿Qué estás haciendo? Entraremos al mar.
Abril se detuvo en seco y le dijo.
_Yo no sé nadar.
_Lo sé, pero no tienes nada que temer, no te soltare, además solo entraremos lo suficiente como para que se mojen nuestros pies. Abril sujeto la falda de su vestido para que no se mojara y continuó caminando, cuando el agua tocó sus pies ella sonrió Alessandro le dijo.
_Lo ves, no da miedo.
Abril pisó algo que le pinchó el pie, ella se quejó, Alessandro la tomó en brazos y le preguntó.
_ ¿Estás bien? Creo que había algo que me pinchó.
Abril se quedó mirando fijamente el agua, en el fondo pudo ver algo que brillaba, lo señaló con el dedo y le dijo.
_Mira, creo que era eso.
_ ¿Te hiciste daño?’
Abril movió su pie y respondió.
_No me hice daño, estoy bien.
Alessandro volvió a ponerla en suelo y sacó del agua lo que Abril había señalado, era una concha marina de un bonito color rosado, él se la entregó a Abril y le dijo.
_ ¿Era esto?
Abril lo tomó, lo miró detenidamente y respondió.
_Si, era esto.
Ella se le quedó mirando y le dijo.
_Es muy bonito, ¿Qué es?
_Es una concha marina, estas en especial son usadas para hacer colgantes entre los plebeyos.
_ ¿Puedo hacer un colgante con esta?
_Si, pero no creo que sea algo que deba llevar una princesa.
_ ¿Por qué no?, a mí me gusta, además no tengo ninguna joya. Alessandro sintió que había fallado como esposo al escuchar a la princesa decir que no tenía ni una sola joya, él le dijo.
_Si quieres joyas solo tienes que pedirlas.
Abril extendió su mano mostrándole la concha marina que acababan de recoger y le dijo.
_ Entonces podrías hacer un colgante con esto, en verdad me gustarían que esta fuera mi primera joya, así podré recordar este día cada vez que la vea.
Alessandro no podía negarse después de escuchar eso, él tomó la concha marina de la mano de Abril y le dijo.
_Cuando volvamos pediré que te hagan un hermoso colgante con ella.
Abril sonrió feliz y le dijo.
_Muchas gracias.
Alessandro se guardó la concha marina en el bolsillo del pantalón y la rodeo por la cintura con sus brazos y le dijo.
_Si estás agradecida no deberías, darme las gracias de otra manera.
_ ¿Cómo cuál?
_Cómo lo hiciste hace un momento, con un beso.
Abril puso sus manos sobre su pecho, se puso de puntillas y le beso, su beso fue dulce y suave tal y como lo era ella. Alessandro profundizó su beso, besándola apasionadamente mientras sus manos vagaban sin rumbo por su espalda y por sus caderas, deseando poder quitarle la ropa en ese preciso instante y volver a sentir su piel desnuda, la calidez de su cuerpo, él suspiró pesadamente y le dijo.
_Desearía estar en nuestra habitación en este preciso instante y hacerte mía.
Abril sintió miedo al recordar lo dolorosa que había sido su primera vez. Yo no quiero.
Alessandro acarició dulcemente el cabello de Abril y le apartó un mechón de cabello de la cara acomodándolo detrás de la oreja y le dijo.
_Esta vez todo será diferente, ya lo veras, no habrá dolor, me encargare de que así sea
CAPÍTULO 52: UN BAÑO JUNTOS
Abril y Alessandro se quedaron en la playa toda la tarde, ellos estaban sentados en la arena cuando el sol comenzó a ponerse Abril se quedó maravillada al ver los hermosos colores del atardecer tiñendo el mar, de anaranjado, amarillo y violeta, el sol se escondía lentamente en el horizonte como si se hundiera en el agua, la vista era tan hermosa que no pudo apartar su vista hasta que el sol se ocultó por completo. El paisaje colorido desapareció por completo como si hubiera sido un sueño, Alessandro al ver la decepción dibujada en su cara le preguntó. ¿Qué pasa? ¿No te ha gustado el atardecer? Ella negó con la cabeza.
_Al contrario, me ha gustado tanto que es una pena que se haya acabado.
Alessandro se puso en pie, extendió su mano a Abril y le dijo. El que haya terminado no significa que nunca más volverás a verlo, podemos volver otra vez y ver el atardecer sentados en la arena tal y como lo hemos hecho ahora.
_ ¿De verdad?
_Si, cumpliré lo que me pidas. “Menos dejarte ir”
Pensó Alessandro mientras le ayudaba a levantarse del suelo. Se está haciendo tarde, deberíamos volver antes de que mis guardias vengan a buscarnos.
Alessandro ayudó a Abril a subirse al caballo, después de subirse rodeo su cintura, ella le dijo.
_ ¿En verdad volveremos algún día? Si, lo prometo.
Abril se recostó en el pecho de Alessandro y se quedó quieta hasta escuchando los latidos de su corazón hasta que llegaron a la mansión en la que se estaban quedando.
Al llegar Alessandro la ayudó a bajar del caballo, los sirvientes se acercaron a ellos, se llevaron al caballo y entraron a la mansión, ellos se dirigieron directamente al comedor Cassian les estaba esperando, al verlos dijo.
_Ya era hora, ¿Dónde han estado? Abril respondió con gran emoción. Hemos estado en la playa, hemos visto el atardecer y fue hermoso, nunca había visto nada igual, deberías haber venido.
_Me alegro de que la hayas pasado también.
Durante la cena Abril no paró de decir lo maravilloso que había sido el paseo en la playa, después de cenar Alessandro y ella se despidieron y fueron a su habitación.
La habitación era grande, tenía una cama enorme con dosel y cortinas blancas cayendo a los lados, Abril estaba sudada y tenía arena por todas partes, ella le dijo.
_Debería darme un baño, o dejaré llenare la cama de arena.
Alessandro la abrazo por detrás y le dijo.
_Tienes razón, deberíamos darnos un baño antes de meternos en la cama.
Abril no se molestaba en que Alessandro viera su cuerpo, aunque el tocarla era otra historia, eso hacía que se avergonzara muchísimo y le dijo.
_Sería un poco incómodo el meternos los dos en la bañera, pero supongo que está bien.
_Estaba bromeando, pero veo que no te desagrada la idea así que hagámoslo.
Alessandro guío a Abril hasta el cuarto de baño, la bañera estaba llena, las sirvientas debían haberla llenado antes de que ellos llegaran, Alessandro se quitó las ropas, Abril hizo lo mismo, él se quedó mirando su figura, cuando ella se acercó a la bañera dándole la espalda, él le dio un beso en la espalda y le dijo.
_Eres hermosa.
Abril se sonrojo, aunque no le importaba que él mirara su cuerpo desnudo le daba un poco de vergüenza que él besara su espalda, la hacía sentir rara.
Alessandro entró a la bañera, luego ella le dijo que se metiera, Abril se metió entre sus piernas y le preguntó.
_ ¿Cuántos días estaremos aquí?
_Aun no lo sé, pero no creo que pueda llevarte a la playa nuevamente, tengo trabajo que hacer aquí.
_Lo entiendo.
_Pero esta mansión tiene un hermoso jardín, me gustaría poder llevarte al puerto, pero en estos momentos no es muy seguro así que será hasta que haya terminado mi trabajo.
Abril asintió con la cabeza, aunque ella quería ver más lugares no quería ser una molestia así que no insistió en salir. Alessandro apartó el cabello de la espalda de Abril y le dio un beso en el cuello mientras sus manos furtivas se deslizaban por su cuerpo sintiendo su suave piel, ella le dijo.
_Qué estás haciendo? Te ayudo a bañarte.
_Puedo hacerlo sola,
_Lo sé, pero aun así deseo hacerlo.
Las manos de Alessandro se ahuecaron en sus pechos, los apretó con suavidad arrancándole un gemido de placer, él le dijo. Pero me parece que tú quieres que haga algo más además de ayudarte a bañarte, ¿Me equivoco? Abril estaba avergonzada.
_Eso no es verdad.
Alessandro la abrazo y susurro en su oído.
_Pero yo sí, muero por hacerte mía.
CAPÍTULO 53: CON LA MENTE NUBLADA
Alessandro continuó besando su cuello mientras sus manos la acariciaban gentilmente sus pechos, lleno de besos su espalda haciéndola gemir. Alessandro sentía que el fuego ardía en sus venas, su hombría despertó enseguida, Abril sintió que algo que presionaba su espalda, ella aunque no lo veía supo lo que era, ella se asustó al recordar lo dolorosa que había sido su primera vez, ella intentó salir de la bañera y huir de esa situación, pero Alessandro no se lo permitió, siguió abrazándola y le dijo. No tienes que tener miedo, te dije que esta vez sería diferente, no voy a lastimarte.
¿Lo mismo prometió la última vez.
_Esa vez dije que dolería un poco.
_Me dolió un montón, sentía que mi cuerpo se iba a partir por la mitad.
_Esta vez será diferente, lo prometo.
Después de varios besos y caricias Alessandro logró convencer a Abril para volverse una con él, el hacerlo en la bañera era incómodo, él se levantó con la princesa en brazos y besó su boca mientras volvían a la habitación. El no dejó de besarla en ningún momento, al llegar al borde de la cama la deposito suavemente, ambos estaban empapados ya que acababan de salir de la bañera, Alessandro usó su magia de viento y haciendo que una cálida brisa secara sus cuerpos, Abril se quedó sorprendida, él se acomodó encima de ella y le dijo.
_Así es más cómodo, no tenemos que perder tiempo secando nuestros cuerpos, aunque no servirá de mucho, pienso hacerte sudar toda la noche.
Abril no entendió muy bien lo de hacerla sudar toda la noche, ella se preguntó a qué se refería exactamente.
Alessandro recorrió todo su cuerpo con la boca, su lengua caliente degusto sus pechos suaves y delicados.
Abril aferraba sus manos a las sábanas, cada parte de su cuerpo que él besaba y lamia ardían como brasas saliendo del fuego, un calor sofocante la inundó.
Sin darse cuenta ella hundió sus dedos en sus cabellos sintiendo la suavidad de su cabello mientras él le daba un bocado a sus pechos, mientras él la hacía estremecerse con cada roce su piel. Alessandro beso su boca y chupo su lengua haciendo emerger sonidos obscenos, lamió sus labios y al mismo tiempo, sus gentiles manos acariciaron y masajearon sus pechos.
Él beso su cuello, bajó hasta sus pechos y comenzó a chuparlos con dulzura y mordisqueó ligeramente sus pezones. Abril no pudo evitar gritar cuando sintió que una dulce parálisis se extendía por todo su cuerpo y la hizo temblar.
Alessandro levantó su cabeza y preguntó.
_Hum… ¿Esto te hace sentir bien?
Él volvió a tocar sus pezones endurecidos que rogaban para que él continuara tocándolos y al hacerlo una oleada de placer se apoderó de Abril, ella respondió con las mejillas teñidas de rojo.
_Si.
Eso a ella le gustaba, la hacía sentir bien. Él volvió a robar su boca, le encantaba lo sincera y dulce que era la princesa, lo inocente y provocadora que podía llegar a ser sin darse cuenta. Alessandro siguió recorriendo su cuerpo desnudo con sus manos, ella lo rodeó con sus brazos y le abrazó fuertemente perdiéndose en el placer de ser acariciada.
Ellos continuaron comiéndose a besos hasta que Abril estuvo un poco más tranquila, Alessandro deslizó su mano entre sus piernas acarició su hendidura suavemente, Abril se sobresaltó al sentir sus dedos acariciando su parte más íntima y apretó fuertemente la espalda del rey.
Al separar sus labios, ella vio que había hambre en su mirada, un hambre devoradora y caliente que la asustó, esa era la misma mirada que había visto en él la primera vez que había sido su mujer, Alessandro pudo ver el miedo en sus ojos, él le dio un beso en la palma de la mano, otro en el dorso, cubrió su rostro con sus besos y le dijo.
_No tienes que temer, no te voy a lastimar, esta vez no será igual. Él la beso, la lengua de él exploró su boca antes de que se trasladara hasta su cuello, ella sentía el calor húmedo de sus labios en el hueco de su clavícula y casi gritó de placer.
Pero en lugar de ello se aferró a él, pasando sus manos por todo su cuerpo, salvajemente libre, tanto como quiso, ella deslizó sus manos por su espalda, por su pecho y los músculos de sus brazos, lo sintió por completo tal y como él lo estaba haciendo. Él le besó los hombros y los pechos, el estómago, las caderas, la besaba por todas partes mientras ella se quedaba sin aliento y sin darse cuenta empezó a moverse contra él de una manera que hacía que él gimiera y le suplicó que se detuviera antes de que perdiera el poco control que tenía. Cada beso que él le daba era como una chispa de fuego creciendo dentro de él, era como si quisiera apagar el fuego con aceite, lo único que hacía era avivar las llamas.
Al final Alessandro no pudo seguir conteniendo y acarició su entrada con su miembro endurecido y se abrió paso lentamente hasta su interior, Abril se estremeció, sintió un poquito de dolor, él se quedó quieto al escuchar que ella se quejaba y volvió a robar sus dulces labios para hacerla olvidar del dolor.
Después de un rato la sensación de dolor desapareció cambiando por placer, él empezó a moverse lentamente para no lastimarla, un placer dulce y agradable inundó su cuerpo, que su voz escapara de su boca, él podía sentir su cálido aliento en su cuello y en su oreja, haciendo que su deseo y pasión se desbordaran, él empezó a moverse un poco más rápido ya no podía más, sus sentidos estaban completamente nublados. Ella le clavó las uñas en la espalda y él siguió moviéndose aumentando la velocidad de sus caderas, hasta que ambos llegaron al clímax, él depositó su semilla en su interior, Abril sintió que su vista se nublaba y su cuerpo se sacudió. Alessandro se mantuvo encima de ella sin moverse hasta que ambos se recuperaron, él deseaba continuar haciéndola suya, pero ella se veía completamente agotada, así que se contuvo, se quitó de encima de ella y la rodeó con sus brazos y le preguntó.
_ ¿Estás bien?
Abril sentía que estaba en todas partes y en ninguna, sus sentidos seguían nublados, así que solo respondió que si acomodándose en su pecho, se sentía agotada, él acarició su cabello con dulzura como si fuera algodón, temiendo lastimarla, al final ella se quedó dormida entre sus brazos.
CAPÍTULO 54: EL AMOR DE UN ESPOSO
Al día siguiente cuando Alessandro se despertó lo primero que vio fue el rostro dormido de su esposa, ella lo estaba abrazando, sus cuerpos desnudos entrelazados, él podía sentir su respiración, los latidos de su corazón. Él acarició sus cabellos, ella se acomodó en sus brazos y se quejó, estaba cansada y no quería despertar.
Alessandro odio la idea de levantarse, quería seguir disfrutando de la calidez y suavidad de su esposa, pero tenía muchas cosas de las cuales ocuparse ese día y no podía darse ese lujo, él le dio un beso en la frente y se levantó con mucho cuidado de no despertarla, pero al moverse Abril se despertó y le preguntó.
_ ¿A dónde vas?
_Tengo asuntos que atender, ¿Cómo te encuentras?
Abril se sentía cansada, pero por lo demás se encontraba bien.
_Estoy bien, solo cansada.
Alessandro se levantó, sacó un cambio de ropa del armario y le dijo.
_Vuelve a dormir, descansa todo el día si es necesario, yo estaré fuera todo el día, pero prometo cenar contigo.
_Que tengas un buen día.
Alessandro terminó de cambiarse, después se acercó a Abril, le dio un beso en la frente y le dijo.
_Te veré en la noche, si necesitas algo pídeselo a los sirvientes y no salgas de la mansión, la ciudad no es muy segura en estos momentos.
_No lo haré.
Cuando Alessandro salió de la habitación se encontró al mayordomo y le dijo.
_Cuida muy bien de mi esposa.
_Si su majestad.
Alessandro fue a las caballerizas, tomó su caballo y después fue al puerto donde se reunió con el jefe de la guardia marina. Koved Nerris el capitán de la guardia hizo una reverencia y mostró sus respetos al rey.
_Su majestad, es un gran honor poder tenerlo por aquí.
_ ¿Cómo van las cosas?, ¿Han podido atrapar a los piratas? Aun no su majestad, todavía no hemos podido encontrar su escondite, son muy escurridizos. ¿Siguen atacando los barcos mercantes?
_Si y también han empezado a atacar los barcos en los que se trasladan personas, hemos escuchado rumores de que los están vendiendo como esclavos en el reino de Battet. Alessandro apretó su mano en un puño y le dijo.
_Malditos desgraciados, debemos encontrarlos, debe haber un lugar en el que escondan su barco, hay que buscar en un mapa los lugares en los que puedan esconder un gran barco sin que nadie sea capaz de verlo.
_Si su majestad.
Koved llamó a unos de los guardias para que se llevara el caballo del rey y le pidió que lo siguiera, él lo llevó hasta una pequeña casa que estaban usando como punto de encuentro para vigilar más de cerca el puerto, para vigilar todos los barcos que atracaban en el muelle en busca de los piratas, al entrar los guardias que ahí estaban hicieron una reverencia ante el rey. Koved llevó al rey hasta una habitación que estaba usando como oficina, le mostró un mapa que tenía sobre la mesa, él le señaló unos cuantos sitios que estaban marcados con una x en el mapa y le dijo.
_Hasta el momento hemos revisado todos estos lugares, sin embargo, no hemos tenido suerte.
_Sigan buscando, hoy los acompañare, el atraparlos debe ser nuestra máxima prioridad.
_Si su majestad.
Abril se quedó durmiendo en la cama toda la mañana, al mediodía dos sirvientas fueron a ayudarla a vestirse, Abril sentía su cuerpo pegajoso después de tener una noche tan intensa, ella le pidió a las sirvientas que le prepararán el baño, mientras la ayudaban a bañarse ellas vieron varias marcas de besos dispersas por el cuerpo de Abril, una de ellas dijo.
_Al parecer su majestad es muy amada por el rey.
_ ¿Qué?
_El rey es muy amable con su majestad y se preocupa mucho por usted, esta mañana dio la orden de que cuidáramos bien de su esposa.
_ ¿En verdad dijo eso?
_Si, una de las sirvientas que estaba por ahí nos lo contó. Una de las sirvientas enjuagaba el cabello de Abril mientras la otra pasaba una esponja por su brazo, ella dijo.
_Su majestad es muy hermosa, no es extraño que el rey este tan enamorado.
Abril se quedó mirando su reflejo en el agua y preguntó.
_ ¿En verdad soy hermosa?
_Por supuesto, su majestad es muy bella.
Después de que las sirvientas terminarán de bañarla, peinar su cabello y cambiarla la guiaron hasta el comedor, esas sirvientas fueron muy amables y corteses con Abril, a ella eso le sorprendió mucho, ellas no se parecían en nada a las sirvientas que habían en el palacio quienes siempre habían sido groseras y malvadas, y aunque habían cambiado su actitud desde la muerte de aquella sirvienta que había intentado matarla, ella seguía sintiéndose incomoda ante sus miradas.
Pero ella sabía perfectamente porque esas sirvientas eran tan amables, lady Elizabeth se lo había explicado en una ocasión, entre más amada y respetada era un esposa por su esposo, más autoridad y respeto recibía por parte de los sirvientes, aunque ella no creía que el rey sintiera amor por ella, sin embargo él se había vuelto muy amable con ella, así que poco le importo si sus sentimientos por ella eran reales o solo una mentira, solo deseo que eso no cambiara y si lo hacía, deseo volver a ser la esposa olvidada, no quería volver a tener el odio y el desprecio del hombre que la había hecho su mujer y que en un futuro sería el padre de su hijo.
Inconscientemente ella tocó su vientre y se preguntó cuándo quedaría embarazada y si eso produciría algún cambio en su relación con el rey.
Ella estaba compartiendo habitación con Alessandro porque él quería un heredero, pero cuando eso pasara, ella se preguntó si tendría que trasladarse de habitación y si él dejaría de visitarla por las noches, Abril se dio cuenta de algo en ese momento, se había acostumbrado demasiado a estar con Alessandro y a dormir entre sus brazos. Abril sintió una punzada en su corazón al imaginarse sola otra vez y deseo que eso no sucediera, que no llegara el día en el que tuviera que estar solo otra vez.
CAPÍTULO 55: AMOR VERDADERO
Cuando Abril llegó al comedor saludo a Cassian y tomó su lugar en la mesa, durante toda la comida ella se veía cabizbaja, como si algo le preocupara, Cassian se dio cuenta de eso, él pensó que era porque Abril extrañaba a Alessandro quien estaría fuera todo el día, eso hizo que le doliera el corazón, al parecer Abril también se había enamorado de su hermano, estaba más que claro que para él nunca habría una oportunidad, Cassian quiso hacer algo para que ella se animara y le dijo.
_ ¿Hoy hace un hermoso día y el jardín en este lugar es hermoso y un tanto diferente, ¿Por qué no vamos a dar un paseo? Abril asintió con la cabeza, ella quería dejar todos esos pensamientos de lado, era inútil él pensar en lo que pasaría en un futuro. Ella se levantó y dijo.
_Me encantaría dar un paseo.
El sol fuera era muy fuerte así que una de las sirvientas le llevó un sombrero ancho a Abril y una sombrilla pequeña, al llegar al jardín Abril se quedó maravillada, en el jardín solo habían flores blancas, de todo tipo pero solo blancas, no había ni una sola flor que desentonará en aquel hermoso jardín, ella sonrió y le dijo. En verdad es un jardín un tanto diferente, ¿Por qué solo hay flores blancas? Este jardín lo mando hacer mi padre, fue un regalo para mi madre quien amaba las flores blancas, siempre que veníamos aquí ella pasaba horas paseando por este jardín del brazo de mi padre, este era su lugar favorito.
_Es muy hermoso, entiendo por qué le gustaba tanto a tu madre pasear por este jardín, es tan bello que yo también desearía pasear por él cada día.
_Me alegro de que te haya gustado y también que te hayas animado.
_ ¿Qué me haya animado?
_Durante la comida parecías muy triste y pensativa.
No estaba triste, solo tenía la cabeza en otra parte.
_ ¿Puedo saber que te preocupa tanto?
Abril acarició los suaves pétalos de unas rosas blancas que habían cerca de ella y le dijo.
_Solo me preguntaba que será de mi cuando logré quedarme embarazada, si su majestad seguirá siendo tan amable como lo es ahora o si volverá a olvidarse de mí.
Cassian había pensado que lo que Abril sentía era solo tristeza por que su hermano no estaba, pero al parecer sus pensamientos eran más profundos y complejos de lo que él se había imaginado. No creo que mi hermano vaya a hacer ninguna de esas cosas, él en verdad se preocupa por ti y creo que sus sentimientos por ti son más fuertes de lo que te imaginas.
_ ¿Por qué todos dicen lo mismo?
_ ¿Lo mismo?, ¿A qué te refieres con eso?
_Todos hablan del amor que siente su majestad por mí, pero eso no es verdad, él no me ama, soy consciente que mi matrimonio es algo que su majestad odia, él solo lo está soportando todo para poder tener un heredero, para él yo no soy importante, solo un recipiente que llevará en su vientre a su hijo, por eso cuida de mí.
_Eso no es verdad Abril, conozco a mi hermano y sé que sus sentimientos por ti no son una mentira, cuando mi hermano está contigo sus ojos brillan y sonríe de verdad, como hacía mucho tiempo no lo hacía, cuando él está contigo se ve feliz. Para Abril el creer que los sentimientos del rey eran reales le hacían feliz, pero también tenía miedo de que ella se armara una historia de amor en su cabeza y que algún día sufriera al darse cuenta de que nada de eso era real, que él no la amaba y que nunca la iba amar, tal y como se lo había dicho la noche de bodas en la que él se había negado a estar con ella, esas palabras se habían quedado grabadas a fuego en su mente.
“Jamás te trataré como mi esposa, nunca tocaré tu asqueroso cuerpo, no tendrás un lugar en mi cama y jamás tendrás mi corazón” Ella sabía que él solo había empezado a hacer amable porque ella era el recipiente que llevaría a su hijo en su vientre, que solo había tocado su cuerpo y compartido su cama por que se había visto obligado a hacerlo y por eso no podía creer que él se hubiera enamorado de ella. Abril sonrió, pero esa sonrisa estaba cargada de tristeza y soledad, ella le dijo. Si te soy sincera, dudo que eso sea verdad.
_ ¿Por qué no puedes creer que los sentimientos de mi hermano por ti son reales? Porque sé que no lo son y no quiero creerme una ilusión y salir lastimada después, si él se vuelve a olvidar de mi como lo hizo durante cuatro años, será menos doloroso para mi si no me creo que me ama.
Cassian sabía que Abril tenía heridas profundas en su corazón, en ese momento se dio cuenta de que Alessandro era culpable de una de ellas y quizás de la más profunda de todas. Él había herido su corazón con sus palabras y eso le impedía a Abril abrir por completo su corazón.
Abril continuó caminando, Cassian la siguió en silencio sin saber que decir, no encontraba palabras que sirvieran para sanar su corazón herido.
Ella después de caminar un poco Abril se detuvo frente a la estatua de una hermosa mujer.
_Es muy hermosa, ¿Quién es? Es mi madre, te dije que mi padre mandó a hacer este jardín para ella, la estatua era prueba de ello.
Respondió Cassian mientras miraba la estatua con cierta tristeza en su mirada.
Abril se dio cuenta que en realidad ella no sabía casi nada de la familia de su esposo, sabía que estaban muertos y que su padre había tenido culpa en eso, pero nada más, ella desconocía por completo los detalles. La estatua estaba tan bien tallada que resultaba una maravilla, era como si ella se hubiera convertido en piedra, los detalles eran verdaderamente asombrosos, ella le dijo. _En cada detalle de este jardín se puede sentir cuánto amor sentía tu padre por tu madre, ella debió ser alguien muy afortunada por tener un esposo que la ame de tal manera. Si, lo era.
CAPÍTULO 56: ELLA NO MERECE SUFRIR
Alessandro estuvo todo el día ayudando a buscar a los piratas que estaban amenazando los barcos mercantes que salían del puerto de Battet, el tema de los esclavos lo tenía muy molesto, él no iba a permitir que personas inocentes fueran tratados como mercancía.
Cuando él volvió al palacio era tarde, la hora de la cena había pasado hacía horas, él fue directamente a la habitación, en el pasillo Alessandro se encontró a Cassian, él parecía estar esperándolo.
_ ¿Qué haces aquí?, ¿Por qué no estás durmiendo?
_Quisiera hablar contigo un momento.
_ ¿Sobre qué?
Cassian abrió la puerta de su habitación y le dijo.
_Entra y te lo diré. Alessandro lo siguió y le dijo.
_ ¿Cuál es el misterio?
_Es sobre la princesa.
_ ¿Le ha pasado algo?
No exactamente, es solo que ella parecía estar triste.
_ ¿Por qué?
_Ella piensa que cuando dé a luz a tu heredero vas a ignorarla y olvidarte de ella como lo hiciste durante cuatro años. Eso no volverá a suceder, ella es demasiado valiosa para nosotros, debe estar cerca donde pueda verla y asegurarme de que no le pase nada.
_Ella es importante para ti por su magia o por que la amas.
_Su magia es única, no podría dejar que le pasara algo, nuestra paz no será duradera, él rey Venobich a empezado a mover sus fichas, ella puede ser de gran ayuda.
_Solo por eso hermano.
¿Por qué más seria?
_Quizás porque la amas.
_No digas tonterías Cassian, si todo lo que tenías que decir me iré a descansar, hoy he tenido un día muy duro.
_Lessan quizás te arrepientas más delante de tus palabras, cuando te des cuenta de que ella es mucho más que solo un recipiente como ella dijo.
_Yo nunca he dicho eso.
_Pues tus palabras pareciera que es lo que piensas, la princesa piensa que es así, que para ti ella solo es el recipiente que utilizarás para llevar a tu hijo en su vientre.
_ ¿Ella te dijo eso?
_Si, ella siempre ha estado sola, siempre olvidada y odiada por todos, no la lastimes más de lo que ya está, no te perdonaré si lo llegas a hacer.
_A veces pienso que te importa demasiado mi esposa, ¿Acaso estás enamorado de ella?
Cassian quiso gritarle que si en ese momento, pero sabía que eso solo abriría una brecha entre ellos así que se tragó las palabras. _No es eso hermano, pero ella es una buena persona, alguien que no merece ser herida, ni que la uses como si fuera una herramienta.
Alessandro se dirigió a la puerta y le dijo.
_ Ella es mi esposa Cas, lo que haga con ella no es tu problema.
Después de que Alessandro se fuera Cassian dijo.
_Espero que no te arrepientas un día de lo que estás haciendo.
Alessandro fue directo a su habitación, él se acercó a la cama, Abril estaba durmiendo plácidamente, sus cabellos rojizos enmarcaban su rostro haciendo contraste con su blanca piel, él apartó los cabellos de su rostro, admirando mejor su belleza, ella era tan bella y hermosa, todo en era como una obra de arte. Él no podía negar que sentía atracción por ella, pero no era amor, él la protegería, pero también la usaría si era necesario. Abril se despertó ante el suave toque de los dedos de Alessandro, al abrir sus ojos ella le dijo.
_Ya has vuelto.
_Se me hizo tarde, siento no haber cumplido mi promesa.
_No pasa nada, sé que estás ocupado.
_ ¿Estás bien?
_Si lo estoy.
Alessandro le acarició las mejillas y le dijo.
_Vuelve a dormir, es tarde.
_ ¿Tú no vas a dormir?
_Me daré un baño antes de acostarme, así que duérmete otra vez.
_De acuerdo.
Abril volvió a acomodar su cabeza en la almohada, Alessandro fue al cuarto de baño, cuando regresó la princesa volvía a estar dormida, él se acostó a su lado rodeándola con sus brazos. Al día siguiente él tuvo que marchar muy temprano en la mañana, cuando Abril se despertó se encontró sola, ese día ella se dedicó a pasear por aquel hermoso jardín junto a Cassian; cuando llegó la noche Abril pensó que Alessandro llegaría para la cena, sin embargo no lo hizo, esa situación se repitió durante una semana entera, desde aquella noche en la que él la había despertado en medio de la noche no había vuelto a verle, ella empezó a sentirse ansiosa y se preguntó cuándo podría verle.
Cassian se percató de los sentimientos de Abril, mientras paseaban por el jardín ella se veía apagada, triste, él le dijo. Mi hermano debe de estar muy ocupado últimamente, desde hace una semana que no le veo.
_Lo se.
_Si quieres podemos ir al puerto a saludarlo.
_ ¿De verdad podemos ir?
_Por supuesto.
Abril se emocionó, pero en el mismo instante recordó que
Alessandro le había dicho que no podía salir de la mansión.
_Pero su majestad me prohibió salir, dijo que podía ser peligroso. No tienes que preocuparte, iras conmigo, yo te protegeré. Pero no quiero que su majestad se moleste por haberle desobedecido, podría castigarme si lo hago. Mi hermano no lo hará, me aseguraré de que así sea.
Abril dudó un momento, ella no quería perder el favor del rey por no obedecer su mandato, ella iba a negarse cuando Cassian le dijo.
_ Le diré a mi hermano que insistí en que me acompañaras, así que si se molesta yo cargaré con la culpa.
_Pero su majestad puede castigarte, no quiero que eso pase. Eso no sucederá, mi hermano nunca me ha castigado a pesar de que he sido un tanto rebelde, así que no creo que lo haga ahora.
Cassian tomó la mano de Abril y le dijo.
_Vamos, pediré que preparen un carruaje, el puerto es increíble, estoy seguro de que te gustara.
Al final Abril accedió ante la insistencia de Cassian y deseo que todo saliera bien, que su majestad no se enfadara con ellos por incumplir sus órdenes.
CAPÍTULO 57: UNA VISITA INESPERADA
Mientras iban en el carruaje Abril se veía muy inquieta, Cassian le dijo.
_Deja de preocuparte, Lessan no se enfadará contigo.
_ ¿Lessan?
_Es un apodo, le digo Lessan de cariño, mi madre lo llamaba así. _A mí nadie me ha dado un apodo nunca, bueno tampoco ha habido nadie que sienta cariño por mí.
_Yo te quiero.
Respondió Cassian mientras le veía fijamente.
_ ¿Me quieres?
_Si, tú eres mi amiga, te quiero como amiga, solo como amiga.
_Entonces tú me darás un apodo al igual que tu hermano.
_Si es lo que deseas.
_Si.
_Hum…déjame pensar en un buen apodo para ti. Cassian se quedó pensando un momento y le dijo.
_Aby, ¿Qué te parece ese apodo? Abril sonrió ampliamente y respondió.
_Me encanta.
_Entonces te llamaré así, Aby.
Mientras pasaban por la ciudad Cassian corrió las cortinas y le dijo a Abril.
_Aby, mira por la ventana.
Abril sintió algo extraño en su corazón cuando Cassian la llamó por su apodo, ella se asomó por la ventana, fuera se veía una multitud de personas caminando de un lado a otro visitando las tiendas, ella se quedó mirando todo con asombro hasta llegar al puerto, Cassian se bajó primero y ayudo a Abril a bajarse del carruaje.
Enfrente de ellos había varios barcos, desde la distancia a Abril le habían parecido pequeños, pero al estar tan cerca se dio cuenta de que no era así, aquellos barcos eran enormes. Cassian se alegró de haberla llevado al puerto al verla tan feliz y sobre todo porque ellos se habían vuelto más cercanos.
Alessandro se dirigía a salir en busca de los piratas después de organizar a los soldados cuando vio a una mujer que llevaba un gran sombrero blanco de cabello rojo, sin pensarlo él se acercó, quería comprobar que esa mujer no fuera su esposa.
“Es imposible, le prohibí que no lo hiciera”
Al acercarse lo suficiente Alessandro vio que efectivamente esa mujer era su esposa y el que la acompañaba era su hermano, furioso Alessandro gritó. ¿Qué estáis haciendo aquí?
Abril se asustó al escuchar el severo tono en el que Alessandro les estaba hablando. Cassian se interpuso entre ellos y le dijo su hermano.
Cálmate, hermano, yo le pedí que me acompañara, ella no quería venir, pero yo la persuadí de que me acompañara, no te enfades con ella.
_Es peligroso que estén aquí, llévala de regreso.
Abril bajo su mirada, ella sabía que no debía de haber aceptado acompañar a Cassian, Alessandro se veía furioso, quizás él ni siquiera quería verla.
_Lo siento, no debí desobedecer a su majestad.
Alessandro vio que Abril estaba a punto de llorar, al parecer había sido demasiado duro con ella. Él intentó acercarse un poco a ella, pero Cassian no se lo permitió.
_Aparta Cassian.
_Nos iremos ahora.
Cassian tomó la mano de Abril y le dijo.
_Vamos Aby, será mejor que volvamos.
Alessandro agarró la mano de Abril y dijo.
_Espera un momento.
_Ya nos vamos hermano.
_ Está haciendo calor, vamos dentro un momento para que se refresquen antes de irse, no quiero que se desmayen en el camino. Yo estoy bien.
Respondió Abril mientras intentaba cubrir su rostro con su sombrero, Alessandro se lo quitó y le dijo.
_Tu cara está roja, no pareces estar bien, vamos dentro. Cassian soltó la mano de Abril ante la dura mirada de su hermano que parecía preguntar cuando soltaría su mano. Él se quedó unos pasos por detrás mientras ellos se dirigían al interior de una casa cerca del puerto.
Al llegar al interior de la casa Alessandro le pidió a un sirviente que estaba arreglando unas flores y le que llevará bebidas frescas para sus invitados. Aquel sirviente se quedó mirando la mano del rey que sostenía la de una hermosa pelirroja, él sabía que el cabello rojo era poco común, que solo los dependientes directos de la familia Venobich poseía, inmediatamente dedujo quién era esa mujer, era la esposa del rey, él inclinó su cabeza y por un momento una leve sonrisa apareció en sus labios, Alessandro había pasado de largo, sin embargo, Abril vio algo siniestro y aterrador en su sonrisa.
Ella sintió un escalofrío recorriendo su espalda, era como si supiera lo que había en su corazón y no era nada bueno. Alessandro los llevo hasta una pequeña sala, Cassian se sentó en un sofá de marrón, Alessandro se sentó en el que había frente a Cassian, Abril se quedó de pie sin saber muy bien qué hacer, Alessandro tomó su mano y le dijo.
_Siéntate, pareces cansada.
Abril se sentó a su lado, ella movía sus manos nerviosamente como solía hacerlo cuando estaba muy nerviosa. Alessandro sujeto sus manos y le dijo.
_Lo siento, no quería asustarte hace un momento, es solo que estoy muy cansado y este lugar no es muy seguro en estos momentos.
_Lo entiendo.
Aquel sirviente entró en la sala con una bandeja en sus manos, les ofreció una limonada y después se dispuso, al cruzar la puerta se quedó mirando a la princesa un momento y después se retiró dejándolos solos.
CAPÍTULO 58: ESPERARE TU REGRESO
Abril probó la limonada, estaba fresca y dulce, sintió que el calor se desvanecía un poco, Alessandro apartó un mechón de cabello que salía de su trenza y lo colocó detrás de su oreja y le dijo.
_ ¿Estás bien?
_Si.
_Está haciendo mucho calor, tus mejillas aún siguen rojas. Cassian al ver a su hermano coqueteando con Abril lo hizo sentirse mal, se puso en pie y le dijo.
_Saldré un momento, ahora regreso.
_No te alejes mucho.
_No te preocupes, no lo haré.
Después de que Cassian se fuera, Alessandro le dijo a Abril. No estoy molesto por que hayas venido, me ha gustado verte, pero en estos momentos el puerto no es un lugar muy seguro, pensaba mostrártelo cuando lo hubiera arreglado todo.
_Lo siento por no hacer caso a lo que dijiste.
No pasa nada me iré después de tomarme la limonada, esta noche esperaré a que regreses.
_Prometo mostrarte el puerto como es debido la próxima vez y daremos otro paseo por la playa.
_Me parece bien.
Después que Abril se terminara la limonada ella le preguntó.
_ ¿Hoy vendrás a cenar?
_No lo sé.
Alessandro vio una sombra de tristeza en el rostro de la princesa, se acercó, le dio un suave beso en los labios y le dijo.
_Pero lo intentaré.
Él volvió a besarla, su beso fue más profundo, Abril rodeo su cuello con sus brazos y disfruto de sus besos. Alessandro odio la idea de tener que irse, pero tenía que continuar buscando a los piratas, cada día que pasaba era un día más en el que ellos secuestraban a las personas para venderlas como esclavas o esclavos. Al separar sus labios de los suyos le dijo.
_Si no llego a la hora de la cena espérame despierta, hoy intentaré volver temprano.
_Así lo haré.
Cuando Cassian volvió los dos se habían separado, Abril parecía más animada que antes, él se preguntó si los dos habían hecho las paces. Alessandro le dijo a Cassian.
_Vayan directo a casa, no se distraigan en el camino. Cassian había escuchado de unos guardias lo que estaban haciendo los piratas, que estaban secuestrando a las personas para convertirlas en esclavos o esclavas. En ese momento se dio cuenta de que había sido muy imprudente al dejar la mansión con Abril.
No te preocupes, así lo haremos y perdón por haber venido, ahora me doy cuenta de mi insensatez.
_Yo no te conté nada de lo que estaba sucediendo, así que no te preocupes por eso.
_Entonces nosotros nos vamos, suerte con tu trabajo.
Alessandro los acompañó hasta el carruaje, antes de que Abril se subiera al carruaje Alessandro le dijo.
_Te veré después.
Cuando el carruaje se puso en marcha Cassian le dijo.
_Lo siento, al final mi hermano si se enfadó un poco.
_No, gracias por haberme traído, aunque haya sido un momento me ha gustado ver a su majestad.
_Veo que te llevas mejor con Lessan.
Abril movió sus manos nerviosamente y respondió.
_Si, creo que últimamente nos llevamos bien.
_Espero que todo siga igual para vosotros.
_Yo deseo que esto dure un poco más.
Cuando empezaron a alejarse del puerto Abril se asomó por la ventana del carruaje para ver el paisaje, en eso vio que un carruaje completamente negro se acercaba a ellos, ellos se le quedo mirando un durante un momento, Abril dijo.
_Hay un extraño carruaje acercándose a nosotros.
Cassian se asomó a la ventana, al ver un carruaje completamente negro sin ventanas supo que era extraño. Él le gritó al cochero.
_Date prisa, nos están persiguiendo.
El cochero apretó las riendas de los caballos y les dijo.
_Agárrense con fuerza.
El carruaje se tambaleo, Abril se sujetó con fuerza a su asiento y preguntó.
_ ¿Qué está pasando?
_Nos están persiguiendo y no creo que sea para nada bueno. Cassian desenfundo su espada mientras veía a través de la ventana, Cassian le dijo.
_No tengas miedo, yo te protegeré, no dejaré que te hagan daño, te lo prometo.
El cochero hizo que los caballos fueran lo más rápido que podían, sin embargo, el carruaje que los perseguía no tardó en alcanzarlos y empezaron a dispararles flechas, Cassian le dijo a Abril que se agachara, él hizo lo mismo.
El carruaje no tardó en detenerse, el cochero no había podido esquivar las flechas ya que iba en la parte de enfrente. La puerta del carruaje se abrió de golpe y varios hombres desaliñados entraron, Cassian mató al que tenía más cercano impidiendo que llegaran a Abril, ella estaba en el suelo gritando y llorando. Por favor basta.
Mientras abril lloraba sin parar Cassian usó su magia, de la tierra salieron raíces, que atraparon a sus atacantes, por un momento pareció que todo saldría bien, que ganarían, sin embargo, los otros tiraron unos frascos al suelo y un extraño humo empezó a salir, Cassian sabía lo que era ese humo, él cubrió su boca con la manga de su camisa y le dijo a Abril, no respires, este humo no es bueno.
Abril contuvo la respiración un momento, pero en eso sintió como unas manos la agarraban y comenzó a gritar.
_Suéltenme.
Cassian no podía usar su magia ya que debido al humo no podía ver nada, ni podía usar su magia. Él ya no podía continuar conteniendo su respiración y terminó respirando ese humo, su vista se volvió borrosa y todo su cuerpo se empezó a paralizar. Él intento agarrar a Abril, sin embargo, no pudo, él humo se desvaneció, Cassian vio impotente como se llevaban a Abril y la subían a un carruaje completamente negro pudo ver un rostro familiar, era el sirviente que les había llevado la limonada, después de eso Cassian se desmayó, Abril también se desmayó sin saber que estaba pasando, ni porque la estaban capturando.
CAPÍTULO 59: SALVAME
Después de meter a la princesa en el carruaje, Saren un hombre alto de piel morena que iba sin camisa se acercó a Nil, uno de los piratas que estaba trabajando en el cuartel de la guardia real como sirviente para obtener información le dijo.
_Puede ser peligroso que vuelvas al cuartel de la guardia marina, será mejor que vengas con nosotros.
_Si.
_En verdad me sorprendió escuchar que la esposa del rey había ido al puerto, este será nuestro seguro, el capitán estará muy complacido al ver el botín que hemos conseguido.
_No todos los días se atrapa a alguien tan importante, la hija del rey Venobich y la amada esposa del rey de Cosset.
_ ¿Y qué hacemos con el príncipe? Saren lo miró de reojo y dijo.
_Déjalo, servirá para llevarle las buenas nuevas al rey.
_ ¿Estás seguro?, ¿No sería mejor matarlo?
_No, tiene que haber un testigo que lleve el mensaje de que la esposa del rey ha sido secuestrada y hemos matado al cochero, así que déjalo y vámonos.
Varios piratas se subieron al carruaje y otros se internaron en el bosque donde tenían sus caballos para volver a su escondrijo.
Cuando Cassian despertó busco desesperadamente a Abril con la mirada, pero ella no estaba por ninguna parte, él salió del carruaje e intentó salir a buscarla, pero sus piernas aún seguían afectadas y su cabeza también, apenas y podía sostenerse en pie. Él buscó los caballos, desató uno de ellos y se subió, como pudo volvió al puerto y busco a Alessandro desesperadamente. Él estaba subiendo en un barco en ese momento, él gritó con todas sus fuerzas. Alessandro.
Alessandro volvió, Cassian no se veía bien, él tuvo un mal presentimiento, él corrió a su lado y le preguntó.
_ ¿Estas bien?, ¿Dónde está Abril? Se la han llevado.
_ ¿Quiénes? No lo sé, nos ha atacado un grupo de hombres, iban en un carruaje negro, usaron un humo para inmovilizarme, antes de desmayarme pude ver al sirviente que nos llevó la limonada.
_ ¿Qué?
_Lo siento Lessan, no pude protegerla, lo siento.
Después de decir eso Cassian cayo desmayado en el suelo. Cassian, despierta.
Lo zarandeó Alessandro, él les pidió a unos guardias que lo llevaran de regreso a la mansión y fue a buscar a Abril alguna pista que pudiera ayudarle a encontrarla.
Él revisó todo minuciosamente y encontró algo que le dio una idea de quien se había llevado a su esposa. Los frascos que había en el suelo eran los mismos que habían encontrado en los barcos que los piratas habían atacado.
_ maldita sea
Exclamó Alessandro, los piratas se habían llevado a su esposa, Él recordó que Cassian le había dicho que el sirviente que los había atendido había estaba con los piratas, en ese momento él volvió al puerto y lo busco por todas partes, sin embargo, no pudo encontrarlo, él parecía haber desaparecido por completo.
Cuando Abril abrió los ojos se encontró en un lugar extraño, era una celda sucia con suelo de madera, Abril estaba atada de manos y pies, ella intentó soltarse pero lo único que logró fue lastimarse.
Sus muñecas ardían y comenzaron a sangrar. Abril comenzó a llorar, estaba asustada y adolorida, lo único que deseaba era que Alessandro llegará a rescatarla y-poder refugiarse en sus brazos. Abril escuchó los pasos de una persona acercándose, el ruido de la madera con cada paso que daba. Ella se asustó aún más, tenía tanto miedo que empezó a temblar y entre murmullos llamó a Alessandro una y otra vez, suplicándole que fuera a salvarla. Un hombre alto y de aspecto aterrador, con varias cicatrices que surcaban su cara, Abril gritó aterrada y le dijo.
_No me hagas daño por favor, te lo suplico.
Aquel hombre se le acercó un poco más, Abril intentó alejarse de aquel hombre aterrador, sin embargo le fue imposible, aquel hombre acarició su rostro y le dijo.
Hola preciosa, como estas.
_Suéltame.
_No puedo, no dejar que te vayas, tú eres la esposa del rey, estoy seguro de que obtendré algo bueno de ti.
_Su majestad vendrá a rescatarme.
_Estoy contando con ello preciosa, así podré matarlo y deshacerme de ese maldito rey que no deja de interponerse en mi camino.
_No podrás contra él, mi padre no pudo contra él, tú jamás lo vencerás, él me va a rescatar.
Aquel hombre se río ruidosamente y le dijo.
_Espero que en verdad seas tan valiosa como crees.
Aquel hombre comenzó a alejarse y Abril comenzó a llorar, entre lágrimas dijo.
_Ven a salvarme Lessan, prometiste que nos veríamos esta noche, lo prometiste.
CAPÍTULO 60: TE ENCONTRARE
Alessandro movilizó a toda la guardia para que buscaran a los piratas, ellos debían de tener a Abril en su escondrijo, pero cuando el día empezó a acabar aún no habían dado con ellos, Alessandro decidió usar su magia para dar con ellos, hasta el momento no lo había hecho porque para hacerlo debía usar demasiada magia de golpe y lo dejaría débil durante unos días, pero esa era una situación desesperada, Abril debía de estar asustada y quien sabe que planeaban hacer con ella.
Alessandro canalizó toda su energía, llamó a los vientos y se unió a ellos, buscando a Abril, por todas partes, al estar usando tanta magia de golpe comenzó a sentirse mareado, estaba usando demasiada magia de golpe, pero aún no la había encontrado, no podía parar, él profundizo un poco más, podía escuchar miles de sonidos lejanos al mismo tiempo, busco la voz de Abril entre todos los sonidos hasta que la encontró. Abril estaba llorando y le pedía que la salvara, que tenía mucho miedo. Eso le rompió el corazón, él quiso cuidarla estar ahí con ella, rodearla con sus brazos y decirle que todo saldría bien, que iría a salvarla, con su magia le hizo llegar su voz que fue apenas un susurro, pero Abril pudo escucharla.
_Iré a salvarte, pronto estaré contigo.
Alessandro pudo dar con el lugar en el que la tenían encerrada, era un barco escondido en la profundidad de una cueva marina, por eso no habían podido dar con el barco, si él no hubiera usado su magia él tampoco podía haberlos encontrado. Alessandro ya no podía más, había agotado su magia por completo, él cayó de rodillas, uno de los guardias se le acercó y lo ayudó ponerse en pie, el rey le pidió que lo llevara al cuartel, necesitaba descansar un poco antes de ir a por Abril, debía ir solo con sus caballeros ya que no sabía si habían más espías entre la guardia marina. Mientras descansaba mandó llamar a sus caballeros, cuando se agruparon todos fueron al puerto, al reunirse con el rey, Alessandro vio a su hermano entre los caballeros.
_ ¿Qué estás haciendo aquí Cassian? También soy un caballero hermano, sé que no estoy en mi mejor forma, pero aún soy útil, deja que los acompañe.
Alessandro había vaciado por completo su magia al buscar a Abril, en la lucha él no iba a poder usar su magia, solo podría usar su espada, a pesar de la lesión en su pierna Cassian seguía teniendo una gran cantidad de poder mágico, aunque no le gustaba mucho la idea de que su hermano lo acompañara, lo necesitaba si quería salvar a Abril así que acepto que los acompañara.
_Está bien, pero ten mucho cuidado.
_ ¿Dónde están? Os lo diré cuando lleguemos, no quiero que los vayan a poner en sobre aviso, no sé cuántos espías tenían infiltrado los piratas.
_Estoy de acuerdo contigo.
_Vamos, no hay que perder más tiempo.
Alessandro se subió a su caballo, Cassian y el resto de caballeros hicieron lo mismo y lo siguieron hasta un risco, Cassian no veía nada en aquel risco, ni una pequeña cabaña ni un lugar en el cual esconderse, él preguntó.
_ ¿Qué estamos haciendo aquí Lessan? Los piratas son los que secuestraron a Abril, ella está aquí, la tienen encerrada en un barco en una cueva que hay en este risco. Cassian se asomó al risco, era demasiado alto y escarpado como para descender por él.
_Cómo bajaremos?
_ ¿Puedes usar tu magia para hacernos descender?
_Por supuesto, pero creo que sería mejor que lo hagas tú con tu magia de viento.
_No puedo, agote mi magia buscando el escondrijo de los piratas, así que tendrás que hacerlo tú.
_Lo haré, aunque el descenso será algo movido.
Cassian usó su magia para hacer que salieran raíces de la tierra que se enredaron alrededor de la cintura de cada uno de los caballeros, Cassian se dirigió al borde del risco y le dijo.
_Vamos.
Todos empezaron a descender el risco con la ayuda de Cassian, al llegar al final vieron una gran cueva, Alessandro les dijo. Los piratas están en el fondo de todo de la cueva, Cassian podrías hacer una barca con tu magia.
_Si, no hay problema.
Cassian uso una rama e hizo que creciera y se enredaran hasta convertirse en una barca lo suficientemente grande como para que cupieran diez personas. Al entrar a la cueva todo estaba oscuro y en un completo silencio, parecía que no había nada en ese lugar, sin embargo, al final de la cueva vieron luz, ellos se pegaron lo más que pudieron a la pared, se bajaron en una pequeña saliente, ellos se acercaron con sigilo, la cueva estaba iluminada por varias lámparas de aceite que estaban colgadas por toda la cueva, pero no había nadie, aquel lugar parecía estar completamente asolado, solo estaba el barco en el fondo de la cueva. Alessandro iba delante y les dijo a los caballeros que tuvieran cuidado, todos los piratas debían de estar en el interior del barco.
Ellos desenfundaron sus espadas y subieron al barco, en cubierta no había nadie, eso le pareció muy raro a Alessandro, aquello debía de ser una trampa, pero él no podía abandonar a Abril, así que iba a tener que arriesgarse y continuar.
_Mantengan los ojos bien abiertos, esto puede ser una trampa.
Todos asintieron y continuaron con precaución detrás del rey. Alessandro bajó hasta la celda en la que tenían encerrada a Abril, ella estaba en una esquina llorando, temblando de miedo, parecía más afectada que cuando él la había visto con su magia, la sangre de Alessandro hirvió en ira, mataría a todos eso piratas, les cortaría las manos y los pies, y después colgaría sus cuerpos para que se lo comieran los cuervos.
Alessandro se acercó a la celda, Abril estaba hecha un ovillo con las manos y los pies atadas, al escuchar el sonido de pasos ella levanto su mirada, había terror en sus ojos, en eso ella vio a Alessandro, él abrió la celda rompiendo la cadena, se acercó a ella y le preguntó.
_ ¿Estás bien?, ¿Estás herida?, ¿Qué te han hecho esos malditos? Abril comenzó a derramar lágrimas de alivio, Alessandro desató las cuerdas de sus manos y pies, Abril lo abrazó y le dijo.
_Viniste.
_Por supuesto que sí, teníamos una promesa recuerdas, estaríamos juntos esta noche.
Alessandro le devolvió el abrazo y le dijo.
_No llores, estoy aquí, no dejaré que te pase nada malo, estás a salvo.
Se escuchó una voz ronca que decía.
_Yo no creo que eso sea así su majestad, esto apenas está empezando.
Todos se dieron la vuelta, un hombre alto y aterrador con la cara llena de cicatrices estaba de pie junto a la puerta.
_ ¿Tú eres el jefe de los piratas?
_No soy su jefe, soy su capitán, me llamó Narrei, es un gran honor tener a su majestad en mi barco.
Alessandro ordenó a los caballeros que atacaran, pero no pudieron tocarlo, había un muro invisible que no les permitía avanzar. Alessandro supo lo que era, un muro de viento.
_Eres un mago de viento.
_Así es, por eso sabía que su majestad vendría, pude sentir su magia, la verdad es que no creía que caería en mi trampa, pero estaba tan preocupado por su esposa que ni siquiera se percató de mi presencia.
_Te voy a matar maldito desgraciado, hare que te arrepientas de haber tocado a mi esposa.
_No creo que eso suceda, su majestad ha agotado su magia y ahora sois mis prisioneros.
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ESPOSA OLVIDADA
Fiksi RemajaAbril era la primera hija del rey de Venobich, un hombre cruel y despiadado que veía a todos sus hijos como simples herramientas. En su quinceavo cumpleaños ella es obligada a casarse con el rey Alessandro, enemigo jurado de su padre, ahí ella será...