CAPÍTULO 5

353 18 29
                                    

VERÓNICA

La dichosa selección para los juegos de invierno sería mañana.

Por ende, era momento de dar inicio a la primera fase del plan.

-Verónica, ya he enviado a algunas chicas a buscar lo que hacía falta-me informa Samantha, al estar a mi lado-, en cuanto vuelvan, podrás decirnos que más hace falta para mañana, ¿vale?

Asiento y la veo alejarse para seguir ayudando a las demás.

Vuelvo mi mirada al enorme papel sobre la mesa.

Cada área, cada rincón de la academia y del pueblo, se encuentra plasmado sobre el mismo. Mi mente maquina cada uno de los puntos que hemos escogidos para mañana, en mi cabeza no paro de imaginarme como será todo y me aseguro además de no haber dejado ni un cabo suelto.

Este momento es importante, es algo que llevamos trabajando por meses.

Mi mirada se desvía nuevamente hacia todas las chicas en el lugar, cada una cumple un papel en específico, algunas se encuentran tejiendo, cargando cosas pesadas, otras cuentan y guardan las armas en sus sitios, por otro lado, unas creaban artefactos nuevos e ingeniosos que pudiéramos utilizar en caso de emergencias-como por ejemplo, trampas.

En la academia estudian unas hermanitas que les gusta mucho hacer bromas pesadas a todos, hasta los momentos nadie ha notado que ellas son las causantes de dichas bromas. Bueno, solamente yo porque las agarré con las manos en la masa.

Y que bueno, porque eso es un punto a nuestro favor, porque, si las chicas llevan tanto tiempo gastando bromas sin ser descubiertas, es porque son muy buenas, y sirven para la tarea que entre todas les asignamos.

Sonrío por un momento, orgullosa de todo lo que hemos creado, juntas.

Mi sonrisa desaparece en cuanto Lizzy se resbala y cae de culo junto a mí, la ayudo a levantarse y le digo que no debe preocuparse por nada, puesto que el artefacto que había creado, se ha roto por completo y todas las piezas están regadas por el suelo.

-Ya estaba casi listo...-se lamenta, en voz baja.

-Tranquila, no sucede nada.

-Pero...

-Lizzy, a cualquiera le pudo haber sucedido.

Ladeo una sonrisa y ella hace lo mismo, nos disponemos entre ambas a recoger las piezas del suelo y guardarlas en una caja. Dicha caja es tomada nuevamente por la morena, quien me asegura que no se rendirá y volverá a armar el artefacto, y luego se marcha a una esquina del lugar a poner manos a la obra.

Camino un poco por el lugar observando, guiando y viendo en que puedo colaborarles a las chicas.

Nos encontramos fuera de la academia, en una zona subterránea que encontré junto con Samantha algunos meses atrás.

Sí, tal vez sea confuso para todos ver que me estoy llevando bien con ella, pero, luego de convivir con ella en la misma recamara, nos dimos cuenta que tal vez la otra no era tan pesada como creíamos.

Nos hicimos amigas, y nos apoyamos mutuamente cada vez que nos sentíamos mal o algo nos molestaba en esa estúpida academia, cada noche conversábamos hasta que una noche decidimos salir a explorar por el bosque y encontramos este lugar.

-Verónica, no creo que se buena idea alejarnos tanto-cubro su boca con una de mis manos, en cuanto el ulular de un búho casi la hace soltar un grito.

-Solo es un búho-le aseguro, para luego retirar mi mano y señalar un árbol a mi derecha en donde un búho acaba de posarse sobre una de sus ramas- ¿lo ves? No debes porque temer, todo va a estar bien.

WatermaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora