Waterma

CAPÍTULO 7

VERÓNICA

El día sábado llegó y con él, el dichoso baile del que tanto se ha estado hablado durante los últimos días ha llegado.

En la academia no han parado de realizar algunos chicos propuestas a ciertas chicas para que vayan con ellos al baile, otros simplemente anuncian con que chica irán y ya, al final, la historia es la misma, nunca podemos decidir, solo asentir e ir con quien nos ha tocado.

Por las noches, las chicas y yo estamos realizando nuestro mayor esfuerzo por seguir ideando planes para liberarnos de este yugo que nos oprime.

Hoy, no puedo quejarme, puedo decir que tengo la suerte que pocas tienen en un día como este, puesto que iré con un chico al que le tengo confianza y sé que para nada me sentiré mal esta noche.

Iré con Ethan y sé que todo estará bien.

Termino de peinar mi cabello y tomo un collar dorado con un colgante de en forma de estrella, combina con el vestido de un tono rosa pastel que he escogido para esta ocasión, tiene un escote en forma de corazón, con tirantes, y la falda cae libremente en forma de cascada, ocultando mis zapatillas.

Mientras me pongo los aretes, me quedo pensando por un momento en algo.

¿Y si Ethan deseaba ir con otra chica y yo estoy arruinándole esa oportunidad?

Ethan siempre ha estado para mí, nos cuidamos mutuamente, pero él siempre fue clase aparte conmigo en el orfanato, nunca me dejó sola, y siempre estaba para mí cuando algún chico quería tratarme mal. Claro, tuvo que dejar de lado el meterse en problemas por mí porque si no lo echarían del orfanato.

Pero a donde quiero llegar es que...ya ha pasado un tiempo, he aprendido a defenderme, no necesito que el siga al pendiente de mí, no quiero que sienta que debe estar atado a mi o algo así...

No quiero ser quien le impida conocer personas solamente por no dejarme sola.

Pensar en eso, me hizo sentir culpable y a la vez egoísta.

-Ethan debería ir con alguien más-murmuro, en voz baja, viéndome por una última vez en el espejo antes de salir de mi habitación.

Caminando por los pasillos, me fui encontrando con las chicas, todas íbamos en una misma dirección, en el patio de la academia nos encontraríamos con los chicos, y de ahí, nos llevarían al castillo, en donde se llevaría a cabo el baile.

Todavía me parece extraño que el Rey haya determinado que el baile se llevaría a cabo ahí.

Es...demasiado extraño.

Las chicas a mi lado cuchicheaban entre sí, las gemelas parecían muy animadas, han sido de las pocas que les ha tocado ir con chicos que sí parecen valer la pena.

Una chica rubia a mi lado trata de disimular una sonrisa cargada de ilusión al ver a Adam-uno de los amigos de Ethan-. La ilusión y la alegría es mutua, puesto que Adam no es capaz de disimular una sonrisa al verla y su mirada parece estar bajo un hechizo de amor.

Si, justo como lo describen en los libros de romance que he leído, aquellos que son tan apasionantes y vividos, pero tan alejados de la realidad.

Nada de eso sucede.

Camino entre los chicos, buscando a Ethan, sin tener mucho éxito, porque no lo veo por ningún lado.

Un par de toquecitos en mi hombro me hacen girar, pero no encuentro a nadie.

Frunzo el entrecejo, confundido.

Celeste, una chica pelinegra de cabello corto, con un vestido plateado, me hace un gesto con la mirada para que observe detrás de mí.