Terminada mi conversación con Alison, volví al hotel en el que me estaba hospedando y aproveché para darme un baño. Cuando salí de la ducha, escuché un mensaje; corrí como un niño emocionado por si era Alison.
-Hola, atendí emocionado.
_Hola... Soy Alison, ¿me recuerdas?
-Joder, cómo olvidarte.-
-Alison... -dije muy emocionado.
_Quería saber si estás libre el viernes por la noche.
-El viernes... sí, estoy libre.
-Para ti, siempre lo estoy-
_Genial, te paso la ubicación de una cafetería con un piano, a las nueve nos vemos ahí.
-¿No me vas a hacer tocar el piano, verdad?
-Quien sabe -me decía mientras soltaba una risita burlona-, _por si acaso vete preparando.
-No toco hace tiempo, así que me tendrás que incentivar a que toque.
_Déjame pensarlo... Si tocas la última obra que toqué yo en mi presentación, te ganas otra cita donde tú quieras, ¿te parece?
-El "Clave bien temperado"?
_Exactamente. Me sorprende que te acuerdes.
-Tengo buena memoria, aseguré.
-Buena memoria, sí claro, ¿no será porque te terminaste de enamorar de ella por esa melodía?
_Te espero el viernes, espero no llegues tarde.
-¿Yo llegando tarde? -nunca.
_Por cierto, me dijiste que eras de Alemania, ¿hasta cuándo te quedas?
-Se supone que me voy en dos semanas, pero si algo me convence de quedarme, me quedo.
_Ohhh, es poco tiempo, más vale tener una o unas buenas citas.
-Citas? - tú no pierdes el tiempo, ¿verdad?
_Te quedas solo dos semanas más, no hay tiempo que perder.
-Si me convences puedo quedarme más, aunque tengo el hotel reservado por solo dos semanas más.
_No hay problemas con eso, mi casa es grande y hay un cuarto libre.
-Sin saber cómo reaccionar, me eché a reír. Algo incómoda me preguntó...
_¿No te gusta la idea?
-No, es todo lo contrario, me gustó tanto que no sé cómo reaccionar.
_Con un sí es suficiente.
-Entre risas susurré, si estás tan ansiosa cancelo la reservación del hotel y me voy esta noche a dormir contigo.
-La que se echó a reír ahora fue ella, mientras se reía decía que por ella no había problema pero que la reservación me la cobrarían igual.
-Tendré que esperar dos semanas para dormir contigo entonces.
_¿Y a ti quién te dijo que dormirás conmigo? Eso te lo tendrás que ganar.
-Con mucha confianza aproveché a decirle que no hace falta decirlo, yo sé que va a pasar.
_¿Y si te digo que no me gustan los hombres?
-Haré que te gusten -dije sin dudarlo ni un segundo.
_Veo que confianza no te falta, ya veremos si eres así solo detrás de una pantalla o si en persona eres igual.
-Te tendré que demostrar que no es una fachada y que soy así siempre.
_Espero sea así, me gusta más esta forma tuya que la que aparentaste en el teatro -de todos modos noté muy bien que me mirabas los muslos.
-No me había dado cuenta que se los estaba mirando y no sabía qué decir.-
_Te acabo de dejar sin palabras con una simple broma, no sé si eres tan confianzudo después de todo.
-Por lo que me estoy imaginando, no va a ser fácil demostrarte que sí tengo la confianza que aparento. Tendré que hacer algo muy impulsivo para demostrarte que sí lo soy.
_Bueno, tengo que cortar, te espero el viernes, no llegues tarde como al teatro.
-¿Cómo sabía que llegué tarde a su función si cuando llegué aún no comenzaba?
-El viernes estaré antes que tú, pero no te olvides de mandarme la ubicación.
_Nos estamos viendo, Henry.
-Mientras reía, solté un chiste que próximamente se convertiría en su apodo: Lo mismo digo, chica del piano, el viernes nos vemos.
La conversación terminó, y mis ganas por volver a verla aumentaban segundo a segundo. Además, me tendría que poner a tocar el piano de nuevo. Quiero aprovechar la oportunidad para pedirle una cita en su casa.
-dudo que se niegue porque ya me lo ofreció.-
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Arpegios del destino
Teen FictionEn un teatro con encanto en el corazón de una ciudad vibrante, una talentosa pianista francesa se roba el escenario con su música cautivadora. A lo largo de las funciones, un joven alemán se encuentra magnetizado por la magia que ella crea con cada...